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Para este momento, Samantha y yo nos habíamos convertido en las mejores amigas. Se que suena algo exagerado y quizás apresurado pero fue instantáneo la manera en la que nos conectamos ese día que nos conocimos en su casa, en el estreno de la segunda temporada. He conocido mucho más de ella estos días, como por ejemplo... que odia todo lo relacionado al mundo del espectáculo. Que esa fue una de las principales razones por las cuales no estaba interesado en salir con la estrella de la serie de televisión de su padre. En serio ella soñaba con irse a vivir lejos, tener su propia granja y vivir de sus cosechas en una casa de en sueño, a un lado del amor de su vida. Siempre me lo platica así y que sueña con el día que ese se cumpla.

¿Que la detiene? No tengo idea, obviamente tiene todo el dinero del mundo como para ir comprando esa dichosa granja pero yo creo que prefiere terminar primero sus estudios. Como buena mujer de veintiún años, Samantha está estudiando la carrera de mercadotecnia. Supongo que de alguna manera le ayudaría mucho con su granja. Pero en fin, también, Justo me ha contado que ya no quiere vivir en casa de sus padres y que compraría un departamento para ella en lo que sigue en la ciudad. Y hoy, me invitó a conocer el lugar.

En cuanto llego, me encuentro con un edificio de lo más bonito, con el lobby enorme y recepciones por doquier. Fue cuando me encontré con un botones y me guió a él que sería el departamento de ella. Tomé el ascensor y subí al cuarto piso, que no era el de más arriba pero al menos no era el primero. Siento yo que tendría mucho ruido porque hay muchos eventos en este edificio en específico. Lo qué pasa es que tiene un salón de fiestas a bajo entonces, debe haber bodas y festejos todo el tiempo. Pero lo encuentro de lo más lindo.

Toqué de su puerta y ella me recibe con una copa en manos.

- toma. - me dice y la miré con confusión. No era normal que ella decidiera ofrecerme algo que fuera alcohólico, bien sabe que no es el momento para que yo tomé.

- sabes que no tomo. - reí nerviosa y ella aún insistía en darme la copa, así que lo tomé. - ¿qué es? Parece... vino.

- sidra. - Ella ríe y me abraza. - vamos, no quiero festejar sola y el que mi mejor amiga sea una chica de dieciséis años lo arruina un poco.

- si, lamento eso. - pasé a la casa y admiré del lugar el cual era en serio enorme. Muy precioso.

Primero, en la entrada se podía ver un gran ventanal, casi todo era vista a la ciudad. Con su sala acomodada con un televisor enorme y a lado la cocina y la mesa para el comedor. Habían dos habitaciones, una al extremo derecho y otra al extremo izquierdo. Todo estaba decorado con colores neutrales lo cual lo encuentro hermoso y, ni se diga de cómo todas las compras del supermercado de Samantha, se encontraban en su entrada. Verduras y frutas por todos lados, demostrando de nuevo lo mucho que adora esa vida y que sigue aspirando tenerla.

- no lo lamentes, eres mejor que cualquier persona que he conocido. - dice y le di un sorbo a la dichosa sidra. - aparte, ni notaste que te mencioné de dieciséis.

- técnicamente en unas horas si es real eso, ya que cumplo años mañana. - Ella me ve con asombro y deja la copa sobre la barra de su cocina. - así es.

- wow, lo lamento, soy la peor con las fechas. - Ella rasca de su nuca y se queda pensando. - ¿qué harás para festejarte? Tiene que ser algo grande me imagino. Eres básicamente la actriz más famosa del momento y todos esperarían que tuvieras tus dulces dieciséis perfectos como en las películas.

- no te preocupes, no suelo hablar de eso todo el tiempo. - tomé asiento en su sofá y ella enfrente mío. Era cómodo y bonito, me gustaba en serio mucho este departamento. - pero no, no pienso hacer nada grande.

- bueno, me alegro tanto saber que ya tengo tu regalo de cumpleaños Perfecto. - me entrega una llave en las manos y se queda mirándome esperando admirar mi reacción pero en serio no entendía que pasaba, por lo cual, no hubo cierta reacción. - esta es la parte donde te emocionas y me agradeces.

- perdona pero ¿agradecerte qué? ¿La llave de tu departamento? - Ella asiente con la cabeza. - Gracias, a veces si necesito un descanso de mi madre y sus locas ideas de querer llevarme a todos los eventos y...

- tonto, quiero que vivas conmigo.

- oh. - dije con seriedad suprema. - oh. - dije intentando aún entender la situación. - ¡oh! - dije por fin entendiendo la situación. - quieres que viva aquí.

- es enorme el lugar y no tengo novio aún así que... - la interrumpí y le di un gran abrazo en ese momento. - Perfecto, la reacción que estaba esperando.

- no creo que me dejen. - dije separándome para poder verla. - mis padres son muy apegados a mi, estoy segura de que me dirán que no tengo edad y... los pagos...

- creí que estaba hablando con Margaret Thornberry. - Ella ríe. - la mejor actriz pagada de la televisión, buscada para todas las películas actualmente y con toda la libertad del mundo para poder tomar sus propias decisiones.

- suenas como esa amiga que es mala influencia y que su mamá siempre odia porque sabe que es mala y que no le convendrá a su hija. - dije mirándola con los ojos entrecerrados. - y basta de decir todo eso, no lo soy.

- ¿qué tanto te cuesta admitirlo? Es como si fueras Britney Spears pero... de la actuación. Y um... de la actualidad, obviamente.

- puedo hablarlo con mi mamá a ver qué piensa. - levanté ambos hombros. - creí que odiabas todo lo que tuviera que ver con los medios. ¿Te gustaría que viviera yo aquí y llegara de premiaciones y eventos que odias?

- si bueno, supongo que tendré que acostumbrarme a ello pero... honestamente no tengo a nadie más en mente para compartir el lugar y es enorme. Así que acepta.

- muchas gracias. - le volví a dar un abrazo y ahora, Justo en ese momento, Malcolm me marca. Se que es el porque le tengo un tono de llamada específico y para este momento, Samantha también lo sabía.

- obviamente tenía que ser Aaron, el que dices que ni es tu novio pero lo es más de lo que cualquier otro novio que conozco lo es. - me puse de pie y fui hasta el ventanal del departamento para tener mi espacio y poder atender a la llamada.

- hola. - dije con emoción. - tengo buenas noticias.

- que sorpresa porque yo también. - sonreí de tan solo escucharlo llamar. - para empezar, la película se estrena en unos días y quería saber si podrías acompañarme al estreno.

- ¿quieres decir que vayamos juntos? - se que esa es la peor pregunta que puedo hacer, porque no quiero que piense que yo pienso que el piensa que nosotros.. bueno, eso. Pero quería entenderlo.

- si claro, eres mi mejor amiga. Cada momento importante de mi vida me gustaría pasarlo a tu lado. - buena respuesta, la única que necesito. - ¿qué dices? Obviamente pasó por ti y todo, te regreso temprano a tu casa para que tu mamá no me odie...

- quizás eso ya no sea necesario. - reí. - te tengo que contar pero prefiero que sea en persona.

- también me alegro que me digas eso porque así podremos hablar del tema en tu festejo de cumpleaños. - hice una mueca, aún y cuando el no podía verme. - y no hagas esa cara que obviamente te vamos a festejar.

- ¿cómo sabes que estoy haciendo una cara? No puedes verme.

- creo que porque te conozco mejor que nadie en el mundo, deberías agradecer y apreciar eso jovencita. - reí y el también. - podemos ser tan solo nosotros dos si así lo quieres pero le dije a los chicos. Bueno, quiero decir, al elenco de la serie. A nuestros amigos.

- me parece bien, ya que mañana tenemos grabaciones y el día ocupado...

- hay tiempo para todo, iremos a cenar y después lo que gustes si es qué hay tiempo. - hace una pausa. - oye también tengo que contarte otra cosa.

- ¿te esperas a mañana en persona o prefieres que sea ahora aquí por llamada? - me voltee para ver a Samantha y ella estaba muy al pendiente de la conversación así que también la miré.

- ahora, porque si no se lo cuento a alguien, creo que perderé la cabeza.

- adelante. - me recargue en el ventanal. - te escucho.

- Sam se va a divorciar. - y... mi sonrisa desaparece por arte de magia, como si lo que me hubieran dicho fuera la peor noticia de todas. Como si lo del departamento pasara a segundo plano y ya no me emocionara más. - y no digo que eso signifique algo pero... quiere hablar conmigo y desahogarse del tema.

- el día del estreno de la película.

- no, creo que hoy iré a cenar con ella. - inclusive hice cara de disgusto pero de nuevo, el no podía verla. - vamos, di algo. Tu silencio me mata más que nada y se bien lo que significa.

- Perfecto, sabes lo que significa, interprétalo como quieras.

- Maggie... - ni lo dejé terminar y terminé la llamada. Samantha obviamente sabía que algo no estaba bien y se acerca a donde estoy. Me crucé de brazos y me quedé mirando de ella.

- creo saber que es lo qué pasa. - Ella dice y asiento con la cabeza, ya que solo ella sabe, lo mucho que me desagrada esa situación. - hagamos esto, consígueme un apodo.

- ¿qué?

- no quiero que me llames como llamas a la persona que más odias en el mundo, es extraño y a decir verdad, yo también la extraño así que... um... - se queda pensando.

- no pienso cambiarte el nombre.

- Thani. - la miré con el ceño fruncido. - ¿entiendes? Samantha. Sa-man-tha. Tha. Thani.

- entiendo el juego de palabras, lo que no entiendo es porque has escogido ese nombre de todos los posibles. - me reí. - puedo seguir llamándote por tu nombre y a ella... bueno, a ella no nombrarla.

- me gusta, creo que me lo quedo. - dice tomando de mi copa de mis manos y va caminando a la cocina. - Thani... suena genial. Amo.

- Ella se va a divorciar. - le cambié el tema porque en serio quería hablar ahora mismo de lo que me acababa de enterar. - ¿crees que sea por el?

- ¿por un chico hermoso y joven? Suena como una gran opción, Maggie. No se tu pero hasta yo lo haría. - la miré molesta. - ¿qué más da? Jo es como que fueran a salir.

- no, pero no me gusta la dependencia que está teniendo de ella. De sus conversaciones y sus salidas diarias por algún café. Es extraño, es como si...

- ¿te remplazará?

- juro por lo que más quiera, que no siento celos. - me mira, entrecerrando los ojos y jugando con su copa de vino aún. - no, en serio no va por ahí. En mi vida lo he visto de esa manera y estoy segura de que siempre será así. De tan solo pensarlo me da asco. En mi vida vería a Aaron de una manera romántica.

- te creo. - se ríe. - ¿entonces?

- solo... tengo miedo. Es todo. No es lo que esperaba para el. Para su vida. Creo que nadie. - me quedé pensando y viendo a la nada. - pero si es feliz... ¿quien soy yo para arruinar eso?

- no pienses en eso ¿okay? - asentí con la cabeza. - mejor cuéntame ¿que harán para tu cumpleaños?

- solamente cenar, con nuestras demás co estrellas. - hace los ojos hacia atrás. - vamos, son de verdad muy agradables. Podrías ir si te animaras a conocer a más personas.

- tengo que estudiar, los exámenes se acercan. - ahora si, con ambas copas en manos, va al fregadero y lava de los dichosos vasos, como si esta conversación ya estuviera terminando. - pero... vamos a desayunar. Antes de tus grabaciones y yo te regreso.

- me parece Perfecto. Si. - pero claramente mi discusión con mi mejor amigo, no mei ba a dejar disfrutar este día. Y quien sabe cómo sería mañana que es mi cumpleaños. Seguramente igual estaré pensando en la situación.

Odio esto.

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