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AARON POV
Desde aquel beso... bueno, no. Desde aquel casi beso, no he podido dejar de pensarlo. En lo que podría ser mi vida junto con Maggie de esa manera. Me causaba mucho conflicto pensar en eso, porque me sentía culpable y lleno de angustia. ¿Ver a mi mejor amiga como un interés amoroso? Eso me convierte en la peor persona de todas. No podía hacerle eso a ella o a nuestra amistad de años.

Pero pasar esas horas con Margaret en mi cumpleaños, fueron mejor que cualquier día de las miles de veces que he salido con Summer. Fue por eso que opté por  terminar con Summer. Dejar de salir con ella y no hacerle perder mas su tiempo. Claramente, ella no lo tomó nada bien, pero no esperaba que así fuera. Realmente no le debo nada.

Esta mañana, antes de salir de mi casa, uno de mis mejores amigos de la infancia vino a visitarme, lo cual me ha tomado por gran sorpresa.

- ¡Aaron! - Ryan mi amigo se muestra en la entrada de mi departamento, junto con unos cinco chicos más. Todos entran como si nada a la casa y ni siquiera le doy importancia pues, estaba muy feliz de ver a mi viejo amigo. - ¿creíste que iba a olvidar tu cumpleaños?

- me suena a que si ya que ha pasado una semana. - me reí y este me vuelve a abrazar. - siege días, Ryan. Me duele que en serio no lo hayas recordado.

- oye, perdona. Se te olvida que eres una celebridad y que hemos dejado de vernos mucho tiempo por situaciones externas a mi. - eso también es cierto, mientras más pasaba el tiempo grabando alguna película o la serie, me alejaba de mis amistades de la secundaria o viejos amigos del vecindario.

- tomen asiento, adelante. - les dije y estos cinco chicos lo hacen, mientras que Ryan me llevaba abrazado de los hombros hasta nuestro lugar. - ¿quieren algo de tomar?

- no, todo está bien, gracias. - contesta uno de los chicos. - es un placer conocerte por cierto, soy el más grande fan de Siete Destinos.

- oh gracias. - dije tomando asiento y tomando de mi vaso con agua que ya llevaba de antes de que llegaran. - ya está por terminar la serie.

- y no hay nada que me duela más que eso. - dice otro de los chicos, uno que lleva anteojos. Siempre es bueno ver que a la gente le gusta lo qué haces. - ¿saben por qué? Porque ya no podría tocarme cada que sale Holly en la pantalla. - mi sonrisa se borra de inmediato.

- eres en verdad un puerco. - le dice Ryan pero riendo, como si en serio le hubiera causado mucha risa aquello. El de inmediato nota mi inconformidad y dice algo al respecto. - vamos Aaron, es tan solo una broma. No vas a hacerte de la vista gorda y decirme que Margaret Thornberry no es hermosa.

- claro que lo es. - admití. - bastante.

- ¿ya han cogido? - me pregunta el mismo idiota que usa anteojos y lo miré molesto. - al menos han... no lo sé... ¿hecho algo? ¿Fuera de la serie?

- no, nada de eso. - dije de mala gana, ya que el tema dejó de ser de mi agrado. No me gustaba para nada tener que oírlos decir todo aquello. - ¿solo ven la serie por Holly?

- vamos Aaron, no debería ser sorpresa para ti... todo mundo ama a la chica.

Y eso es cierto. Es algo que yo no podía negar... Margaret se había convertido en la celebridad favorita de todo el mundo. La actual Marilyn Monroe, quizás podría decir que la equivalente a Justin Bieber pero en la actuación y no en la música. Margaret estaba en todas las revistas y noticieros. Se peleaban por poder lograr tener una entrevista con ella o una sesión de fotos. Y lo entendía, por completo los entendía a todos.

Primero a las niñas, que la veían como un modelo a seguir porque en la serie, su personaje enseña a muchas niñas a lidiar con problemas de la adolescencia y sobre la familia, amistad y noviazgo. Es el ejemplo a seguir de muchas personas. Y debido a ese personaje que la caracteriza que es dulce y amable y gentil, el mundo la percibe como eso. La chica dulce de Hollywood. Más que nada por su polémica selección a los catorce años.

Que de ahí, se agarra a que todo idiota en este mundo, la viera como un objeto. Como un incómodo sexual. Como alguien que tenía a todos los hombres contando los días para que ella cumpliera dieciocho años y poder empezar a sexualizarla. Siempre fui testigo de aquello y cada que puedo, evito que sea así. Pero parece que es imposible.

Como dije, lo entiendo. Margaret es preciosa, es genuinamente una chica tan bonita que quizás no sea la más hermosa "catalogada" de esa manera. Pero como es todo un ángel, toda una gran persona y linda, todos la ven como... la mejor.

Y lamentablemente yo me unía a esa lista. Y si, lo digo con esa palabra. "Lamentablemente". Yo no quería ser una persona más en su vida, no quería ser uno de todos los tontos más que caen en sus encantos y termina sintiendo algo por ella. Pero parece que es el caso y no puedo hacer mucho al respecto. Como lo es ahora, no podía soportar escuchar a estos idiotas decir comentarios como esos.

- ¿y si me la presentas? - me pregunta uno de los cinco tipos. - arréglame una cita con ella.

- no gracias.- dije cruzándome de brazos. - no creo que esa sea una opción.

- oye ¿y tú sabes si sigue siendo Virgen? Creo que eso es lo más sexy de ella, en todos aspectos. Su inocencia y... - ni siquiera lo dejé terminar esa oración cuando le había golpeado.

- ¡Aaron! ¿Pero que rayos te pasa? - me dice Ryan, tan confundido como yo en estos momentos pero no estaba para lidiar con ellos ahora.

- no se porque te sorprende. Vienen a mi casa y hablan pestes de mi amiga. ¿Cómo creen que me siento con ello? - le dije a Ryan.

- no dijimos pestes, sino todo lo contrario. - dice con un tono burlón el de anteojos y quería volver a golpearlo pero me detiene Ryan.

- ya nos iremos, lamento el que te hayamos incomodado. - Ryan me dice y todos sus amigos se ponen de pie. Yo soy el primero en seguirlos para abrirles la puerta y que salgan. - lo siento. - este me dice ya una vez que quedamos solos.

- descuida, tú no dijiste ningún comentario fuera de lugar. Lo que si es que tienes amigos de pésimo gusto.

- solo estaban expresando cómo se sienten respecto a Margaret, Aaron. Debes estar más que acostumbrado a ello ¿no?

- si pero... - me quedé pensando en esa situación y luego recuerdo el momento en el que la conocí. Una Margaret de catorce años, sin nada de miedos, con muchas emociones de entrar al medio, y con mucha inocencia sin saber que era lo que le esperaba. Ella emocionada sonriéndome y luego convirtiéndose en mi mejor amiga. - Ella no merece eso.

- si pero...

- adios, Ryan. - le di una palmada en la espalda y mi plan era ir a buscarla.

No buscaba llegar y decirle como me siento. Eso arruinaría por completo nuestra amistad. Y no quiero eso. Por ello me guardaría mi sentimiento hasta saber cómo manejar la situación y saber cómo decírselo. Esperar... al momento correcto.

...

MAGGIE POV
- hola. - toqué a la puerta de la casa de Andrew, de nuevo como ya era costumbre. Toda esta semana llevábamos viéndonos y estaba muy emocionada por hoy en especifico. Solamente sabía que hoy algo bueno saldría de esto. Pero la puerta me la abre Chloe. - ¿está Andrew?

- te lo voy a preguntar una última vez... ¿tú buscas una relación con el? - la miré con el ceño fruncido. - porque si es así, no te lo voy a permitir.

- me parece algo chistoso que intentes actuar intimidante cuando no tienes porque hacerlo. No soy tu enemiga... no vengo aquí a lastimarte ni nada. - reí.

- buscas a Andrew, con eso te vuelves una persona la cual no me agrada.

- ¿entonces piensas sacar a toda persona de su vida hasta dejarlo solo contigo? Suena como un buen plan.

Chloe en serio actuaba como una niña de doce años, si no es que menos. No se si le importaba más lo que era la vida profesional de este o su vida personal pero sea lo que sea, ya me estaba haciendo perder la cabeza por completo. Pero prefería ignorarla siempre y fue por eso que al no recibir una respuesta, la hice a un lado y entré a la casa. Donde justamente Andrew estaba preparando la comida. Se me hace tan tierno que prepare una comida solo porque sabe que iré a la casa.

Por cierto, la mayoría del tiempo quema la comida.

Este se veía de lo mas lindo como siempre, con un delantal puesto y hasta guantes para cocinar. No pude evitar reír al verlo y más cuando corre a cerrar la puerta detrás mío. Creo que no era la única aquí queriendo algo de privacidad para que Chloe no esté de entrometida. Que si, ella se suele quedar aquí ciertos días en lo que consigue un departamento oficialmente. No me importa, quiero decir, no tendría porque ya que no somos nada Andrew y yo pero, no deja de ser extraño.

- que feliz me hace verte. - este me dice, mientras se retira los guantes de las manos y corre a abrazarme. - esta tarde tengo um... pollo.

- me gusta mucho el pollo. - reí, aunque esté me estaba guiando a la silla para que tomara asiento. - no tienes que cocinar cada que vengo a verte.

- es lo menos que puedo hacer ya que tú eres la que decides venir en vez de que yo vaya a tu casa. - la razón por la cual nunca lo invito al departamento, es porque no se como pueda tomarlo Thani. Ella odia a las celebridades. Creo que solo tolera a Aaron y es porque el ya es básicamente familia. Pero ¿llevarle al futuro spiderman? No se en serio como vaya a procesarlo. - ¿qué te sirvo de tomar?

- um... lo mismo que tú.

- entonces será refresco. - este ríe y se sienta enfrente mío. - ¿cómo te fue hoy grabando?

- bastante bien, creo que tenemos ya las últimas tomas esta semana y para siempre... adiós serie de televisión. - se siente raro decirle adiós a algo que fue mi familia y mi más grande trabajo por años.

- ¿emocionada? Quiero decir, por una nueva etapa en tu vida. Debe ser de lo más emocionante cuando se trata de ti y es evidente que te falta mucho por vivir como actriz.

- un poco, si. - dije mientras tomaba de mi vaso con refresco. - y ahora en invierno saldrá a la luz mi primera película. Y contigo.

- brindó por ello. - levanta su vaso y lo une con el mío. - Maggie... deberíamos salir. - cuando el dice eso, doy un trago más grande de refresco que siento como me arde toda la garganta. - quiero decir, una cita de verdad.

- ¿está no lo es? - reí nerviosa.

- me gustas mucho. - evita el contacto visual, mientras dice aquello y juega con su tenedor para no tener que quedarse sin hacer nada. - se que debes pensar que estoy loco por ello y...

- ¿por qué te gusto? - el voltea a verme de inmediato.

- ¡no! No va por ahí, no me refería a eso. Solo digo que, um... - se rasca la nuca. - se que somos amigos, que acabamos de conocernos y quizás el que yo sea mayor que tú me haga ver como un completo idiota pero esa es la cosa. No quiero ser un idiota contigo. No planeo ser un chico más en la lista de tontos que han querido salir contigo y...

- nadie ha salido conmigo. - admití, con mucha pena porque bueno, eso me convierte en una inexperta y tonta. - serías el primer tonto en hacerlo. - reí y el lo hace conmigo. - si, se un tonto.

- ¿perdona?

- quiero decir... si, si quiero una cita. - dije emocionada. - mi primera cita y um... contigo.

- mañana paso por ti a las um... ¿siete? - asentí con la cabeza. - y para evitar estar comiendo siempre, podemos ir al cine.

- y comemos palomitas. - nos reímos de nuevo.

- es una cita.

...

Llegué a mi casa, de lo más feliz y emocionada. Tan solo cerré la puerta detrás mío y vi que Aaron estaba en la casa. En el sofá para ser más exacto, viendo televisión con Thani. Me recargue en la puerta y suspiré hondo mientras sonreía como nunca en mi vida.

- ¿por qué tan feliz? - Aaron me pregunta. - luces más feliz de lo normal. O no se que te pasa pero, luces diferente.

- conozco por completo esa expresión en su rostro... ¿es debido a un chico, cierto? - Thani me pregunta y por fin voltee a verlos.

- mañana tengo mi primera cita. Con Andrew. - dije con tanta emoción que hasta di brincos y Thani grita conmigo y nos emocionamos ambas. - ¿tu no tienes algo que decirme al respecto? Vamos, emociónate conmigo también.

- um.... ¿Felicidades? - Aaron me dice y se pone de pie para llevar su vaso con agua a la cocina.

- okay, funciona para mi.

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