41

.

Llegamos a la casa y fuimos directo a la habitación de el porque Jenna iba a estar con sus amigos en la parte de abajo de la casa para terminar de festejarse y no íbamos a ser parte de la fiesta. No nos quedaba mas que quedarnos encerrados aquí y encontrar una manera de perder el tiempo.

Me senté en la orilla de la cama de el y saqué mi celular para ver que había pasado este tiempo que estuvimos fuera. Como era de esperarse, mil y una fotos de nosotros estando en la feria. Reí de lo chistoso que era esto. De como la gente se volvía loca por la simple idea de nosotros siendo una pareja cuando realmente no podemos dudar ni un día entero felices o sin pelear.

Pero hoy parecía ser uno de esos días donde todo iba de maravilla. Aaron empieza a quitarse su chaqueta y demás.

- ¿puedes creerlo? ahora somos lo suficientemente grandes como para no ser parte de la fiesta. - dice mientras se recarga en la puerta detrás suyo. - la musica esta a todo volumen, esta lleno de personas allá abajo y tenemos que estar tan solo aquí sentados.

- podemos jugar un juego de mesa. - levanté ambos hombros y este niega con la cabeza. - ¿qué mas da? esta es la noche de Jenna, no tuya. Tu cumpleaños ya va a venir.

- tengo un regalo de cumpleaños tuyo aquí. - abre los ojos lo suficientemente grandes como para asustarme y este corre a lo que es su peinador para buscarlo. - fue el año que dejamos de vernos, justo cuando me casé y... - hice los ojos hacia atrás. - en fin, obviamente quise verte pero nos fue imposible y... - se sienta a un lado mio de la cama para entregármelo. - toma.

- ¿qué es? - reí emocionada y desenvolví el papel de lo mas viejo, porque claro que se nota que han pasado años desde que el había obtenido eso para mi. - no tienes que darme nada.

- no es que quiera hacerlo, solamente creo que lo correcto es que tengas lo que alguna vez fue planeado para ser tuyo.

- cierto, el Aaron de hace años lo hizo, no el de hoy aquí mismo. - dije volteando a verlo y este se queda viendo de lo que me ha entregado.

- es una cámara. ¿por qué me compraste una cámara de video?

- si esa es tu forma de decirme que no te ha gustado, gracias, me haces sentir tan bien. Ahora entiendo porque éramos mejores amigos. - dice con sarcasmo.

- no, te pregunto de verdad. - reí. - no suelo grabar casi nunca, ese eres tu. Tu eras el que siempre estaba... - este alza las cejas y capté. - es tu cámara.

- curioso como no la reconociste.

- ¿por qué envolviste tu cámara? ¿qué ya no planeabas nunca volver a usarla? - no me contesta y opto por quitarle de la memoria y correr a su computadora de escritorio y ponerla. - creo que el mejor regalo que pudiste haberme dado es el que podamos ver todos nuestros recuerdos de cuando apenas nos conocimos.

- si, es ese básicamente el regalo. - este se pone de pie también y me acompaña a la computadora a lo cual, lo interrumpo y le doy un abrazo.

- si sale alguna escena de Sam, te juro que voy a borrarla. - bromee y en cuanto el video empieza a mostrarse en pantalla, tan solo al principio son escenas de nosotros en el set de grabación. - ¡por Dios, mira! era cuando tan solo era una niña.

- y yo era mucho mas alto que tu.

- sigues siéndolo. - reí y le empujé el hombro, donde seguimos viendo del video. - oh mira, cuando se estrenó la segunda temporada.

Pero la mayoría del tiempo, el video estaba enfocado a escenas nuestras, donde si, salían nuestros demás compañeros pero nosotros casi siempre y me causó una nostalgia completa el ver que mi vida era hermosa y perfecta y todo era porque lo tenía a el. Nos teníamos el uno al otro y eso era lo que más importaba. Nos adorábamos y tratábamos siempre de estar felices y de nunca pelear. En estos momentos, estaba pasando la parte de uno de mis cumpleaños, si no me equivoco creo que fue cuando cumplía dieciocho y están todos cantándome las mañanitas.

Aaron se muestra en el video por lo cual, alguien mas estaba grabando. Podía ver todo el momento como este no dejaba de mirarme y me causó ternura. Terminan de cantarme las mañanitas y este corre a mis brazos para cargarme y el video hace un zoom donde estamos solamente el y yo mirándonos y es hermoso, es un momento de lo mas lindo y se corta el video.

- son recuerdos que bueno, quería que siguieran sucediendo. - no voltee a verlo aun. - en ningún momento me imaginé que dejaríamos de hablarnos y que todo se iría a la mierda pero sigo aferrándome a aquello Maggs, a los buenos tiempos. Hoy a sido un día de esos. - voltee a verlo y este estaba sonriendo.

- fue un buen día, si. - sonreí por igual y me puse de pie para tenerlo de frente. - ya no quiero pelear.

- hemos dicho eso un millón de veces.

- lo sé pero ahora quiero que se cumpla. - puse mi mano en su hombro. - te quiero Aaron y no quiero alejarme mas de tu vida.

- ni yo de la tuya.

- y sigues siendo mi mejor amigo a pesar de todo. - me mira como si no me creyera. - Andrew también lo es.

- si bueno, supongo que puedo compartir ese lugar en tu vida. No pasa nada, entiendo aquello.

- no, no tienes que compartir ningún lugar. - reí. - tu tienes el tuyo y siempre serás alguien importante para mi. - y no pude evitarlo, tuve que decirle exactamente lo que el me había dicho hace rato. - ¿puedo besarte?

- por favor - repite por igual lo que yo dije y eso me hace reír, al menos sonreír porque recuerdo lo tonto e incomodo que fue cuando dije eso. - esta es la parte donde te ríes y yo me arrepiento del casi beso.

- ¿Te vas a arrepentir? - niega con la cabeza.

- eso jamás. - este pone las manos en mi cintura lentamente y con cuidado y puedo sentir mi corazón latir de lo mas rápido.

Y lo beso.

Fue cuestión de segundos para que me regresara el beso. Para que sintiera una gran necesidad de tener mis manos sobre sus mejillas y después pasarlas por su cuello. Para así abrazarlo, para así tenerlo cerca y poder besarlo con todas las ganas que he tenido por años y que por fin podía desquitar. Y yo no era la única, podía sentir que el estaba igual que yo. Ambos nos besamos con una ternura, con delicadeza y sin que fuera un beso cualquiera. Para ser nuestro primer beso real y sin que un millón de cámaras lo estuvieran grabando, Aaron y yo estábamos haciendo lo por gusto propio y lo necesitábamos.

Me separé para verlo y estaba en verdad con toda la respiración agitada. No sabía que decir o que hacer, fingir que no me importaba esto o decirle la verdad; que era que me gustaba mucho y que necesitaba estar con el si o si. Sea lo que sea, no dije nada porque al momento de abrir mi boca, este niega con la cabeza y me vuelve a besar.

Le correspondo el beso y tomo de su camisa para acercarlo mas a mi y empezar a desabrocharla. Quizás estaba mal de mi parte; dar el primer paso. Bueno, no el primer paso pero si el de... para al menos nosotros poder... eso. Me dio algo de pena y me detuve y seguí con el beso.

- ¿puedo? - este me pregunta, antes de el hacer lo mismo y me nace sonreírle, inclusive llorar, lo cual lo confunde mucho. - ¿dije algo mal?

- no, nada. - supongo que no estoy acostumbrada a estar con chicos tan dulces. - si. - y yo misma fui quien desabrochó de mi vestido y este cae al suelo, para mostrarme en ropa interior. Este se me queda viendo y solo puedo ver como muerde su labio inferior y me toma de las piernas para cargarme y me lleva hasta su cama. - seguimos siendo muy buenos amigos.

- oh, los mejores. - este dice mentiras se coloca encima mio y se retira la camisa. Mierda, de verdad tiene un cuerpo fabuloso. Es básicamente perfecto, no puedo creer cuanto tiempo estuve frente al hombre mas sexy que he visto en toda mi vida y jamás sucedió nada. - sigues siendo Maggs.

- claro. - la voz me temblaba de lo caliente que me sentía de tan solo verlo y jalé de su cuello para que este se agachara y siguiera besándome. Pasa sus manos por todo mi cuerpo y me toca toda. Literalmente toda. Era un campo completamente nuevo para el, uno que el deseaba conocer tal y como yo el suyo.

Empieza a besarme demandante y posesivo, como si sintiera que esta sería nuestra ultima noche y que tuviera que aprovechar lo mas que pudiera. La verdad es que, yo también lo veía de esa manera. Nunca nos hemos atrevido a tanto, jamás. Esta vez ha sucedido y es básicamente un milagro el que ambos quisiéramos terminar en ropa interior en la cama de el cuando en el piso de abajo hay una fiesta llena de adolescentes. Nada nos importaba. Nos necesitábamos el uno al otro. Y parece que llevaba siendo así por años.

Sus suaves labios me hacían perder total cordura. Todo lo que pude sentir de nervio o confusión desapareció cuando el me besó. Me derretía en sus brazos.

Nunca me imaginé que podría sentirme de esta manera. Nadie anteriormente lo había logrado... ninguno de mis ex novios. Aaron era el único hombre que podía hacer que mi corazón se volviera loco con un simple roce suyo. Presiona su cuerpo contra el mio y empiezo a jadear, a gemir ante su lengua causando escalofríos por mi cuerpo y sus manos detenidas sobre mi cintura.

Aprovecho el que estaba cerca y empiezo a desabrochar de sus pantalones para quitárselos. Este lo hace mas fácil y se levanta para que estos pueden caer al suelo y me enderezo un poco para poder verlo. Mierda, en verdad me gustaba mucho. Tragué saliva de tan solo verlo. Su cuerpo era perfecto, todo el lo era.

- si no te hubieras casado, esto hubiera pasado mucho antes. - dije en un momento de nervio y me arrepentí de inmediato.

- tenías novio por igual así que, no creo. - este dice mientras vuelve a colocarse sobre mi y besándome lentamente con sus besos llenos de pasión y haciendo elevar mi respiración. - hoy es perfecto. ¿cierto?

- lo es.- sonreí y este pasa su mano por dentro de mi ropa interior, lo escucho gemir y es por lo mojada que me encontraba. Mientras eso me causaba vergüenza a mi, a el le encantaba. Puedo sentir su miembro durante contra mis piernas. Empieza a acariciarme con sus dedos justo en el punto esencial y necesario que me permite arquear la espalda y sentir mil y un cosas en ese preciso momento. - por favor.

- oh, volvimos a decir "por favor". - este me sonríe y se inclina para besarme, aun sigue con su mano dentro de mi ropa interior. - me gusta. - dice con los labios pegados a mi cuello y sigue moviendo los dedos en forma de círculos. - voy a ser honesto contigo Maggie, y podrás odiarme todo lo que quieras después, pero me arriesgo y te digo que he soñado con esto. Con tenerte aquí conmigo, tocándote y besándote. - dice mientras sigue haciéndolo. - y haciéndote mía.

- ¿es lo que quieres?

- es lo que quiero. - este se separa para verme a los ojos y trata de recuperar el aliento. - es lo que deseo. Te deseo.

- necesitamos un condón. - dije nerviosa, de nuevo sin saber que decir porque claro que yo quería lo mismo y este lo toma, estirándose un poco para buscar en su mesa a un lado de la cama. - por favor dime que eso no lleva ahí años. Recuerda que ya no vives en esta casa.

- ¿quieres que vaya a la tienda y compre uno?

- no por supuesto que no, al diablo. - dije desesperada y me retiré la ropa interior.

Comment