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- hey, nos vamos a mover al departamento de Anthony. - me explica mi amiga Tania, quien para este momento ya estaba de lo que sigue de ebria pero gracias a Dios, iba con su novio, que se que la podría cuidar. - ¿vienes?

- um... - voltee a ver al fondo del lugar, y Tangerine ya se estaba despidiendo por igual de sus amigos. Se que lo correcto sería ignorarlo y realmente no tener nada que hablar con el pero al diablo, tenía que saber el porque el se encontraba aquí en estos momentos. - me iré a la casa, estoy demasiado cansada.

- pero nos quedaremos a dormir acá... ¿segura que no hay problema con que te quedes sola?

- en lo absoluto. - dije levantando los hombros y fingiendo una sonrisa, a lo que ella me abraza y pude ver detrás suyo a Jeff. El chico con el cual había venido y mi mas grande emoción de la noche era poder besarlo. Odio como eso cambio de inmediato.

- bueno, al menos tienes a Jeff. - me dice guiñándome el ojo y se retira junto con los demás. Dejándome sola con el chico y este me entrega mi bolsa, porque creo que todo este tiempo el la tenía. 

- muchas gracias... estaba tan tomada hace una hora... - reí nerviosa y el también lo hace, y me gusta porque me hace sentir menos incomoda. - ¿vas a ir al departamento de Anthony?

- estaba esperando poder acompañarte a tu casa. - sonreí por completo al escuchar tan tierna propuesta y mas por lo lindo que lo hace. - no quisiera que te fueras sola y te pasara algo. Jamás me lo perdonaría.

- no se iría sola. - por fin Tangerine se muestra y me toma de la mano, lo cual no aprecio mucho ya que siempre quiere dar esta imagen de que estamos juntos. - se va conmigo.

- ¿perdona?

- Jeff... el es... - ni siquiera encontraba como introducirlo. Voltee a verlo esperando pensar en una mejor manera de desarrollar lo que quería decir pero, nada.

- soy un viejo amigo. Cuando Ellie tuvo sus vacaciones a Tokio, nos conocimos en un tren bala. 

- que especifico. - le dije.

- es tan solo la verdad. - este sonríe y me da un beso en la mejilla. - por lo cual, no la he visto en un año y como viejo amigo y que esta aquí de turista me parece que te voy a tener que pedir prestada a tu novia esta noche.

- no es mi novia. - el aclara, pero odio que tenga que hacerlo. Hice una mueca. - aunque quisiera.

- ¿en serio? - sonreí emocionada.

 - ¿en serio? - Tangerine pregunta, acercándose mas a nosotros.

- en serio. - este termina de explicar y en ese momento, en ese momento deseaba en serio irme con Jeff. Lo pensé tanto que hasta me acerqué mas a el y abrí la boca para decir algo pero claro, me vi interrumpida.

- solo pido una noche. - dice Tangerine a Jeff.

- son... las doce de la noche. - dice este checando de su reloj. - ¿qué rayos podrían hacer a esta hora?

- oh créeme, muchas cosas. Una en especifica. - voltee a verlo molesta y le di una cachetada. - me lo merecía, lo admito.

- ¿en serio quieres irte con el? ¿si lo conoces? ¿cómo se llama? - me pregunta en voz baja Jeff sin dejar de verlo con desprecio. - no lo sé... no confío en el.

- su nombre es Henry. - en su momento, para mi fue lo mejor poder saber aquello. Ahora, ahora tan solo me es extraño no llamarlo como un cítrico. - y si, fue mi amigo. Es verdad que hace tiempo que no lo veo entonces... si dice que viene de vacaciones supongo que puedo ofrecerle estadía esta noche.

- ¿quieres que me quede contigo? - este me ofrece.

- te digo algo, nos vemos en la mañana para desayunar. - el asiente con la cabeza. - te invito unos hotcakes.

- me parece perfecto. - Jeff me toma de las mejillas y me besa. Lo cual, no esperaba que hiciera si es que soy honesta, porque no estamos saliendo ni le di a entender que esperara que eso pasara pero... no me quejo. Fue un beso lindo, uno el cual me emocionó y me hizo darme cuenta de lo mucho que quiero esta vida. Con el. 

- te espero afuera. - Tangerine dice y se sale del lugar. 

- eso fue.. - dije una vez que me separé del beso. - bueno, fue muy lindo.

- lo siento tanto, solamente sentí que era lo correcto por hacer. Toda la noche quise hacerlo y...

- toda la noche yo también quise que lo hicieras. - ambos reímos nerviosos y le di un abrazo. - de acuerdo, espero verte mañana para desayunar ¿okay?

- por supuesto y um... cualquier cosa que suceda con tu amigo, que sea peligroso o bueno.. tu sabes... un acosador... - me reí. - tu me llamas y estoy ahí en tu puerta para ayudarte. Siempre.

- muchas gracias, eres en verdad un gran amigo. - salimos ambos juntos del lugar y vi que en la entrada, se encontraba fumando Tangerine, tan solo esperándome. No estaba de mas mencionar como una chica pasó y este se quedó platicando con ella. 

- es todo un galán al parecer.

- te sorprendería. - contesté, sin dejar de verlo coquetear. En serio seguía causándome cierto sentimiento. Es extraño porque no son celos pero si siento que es realmente molesto el que este con esa actitud idiota de siempre. - bueno... adiós.

- adiós. - me da esta vez el beso en la mejilla y se asoma para ver al fondo a Tangerine. - hasta pronto.

- fue un placer conocerte Seth. 

- es Jeff. - este le aclara pero ni tiempo me da de decir nada mas cuando este, ya me estaba tomando de la mano y llevándome al otro lado de la calle.

- eres realmente una persona muy grosera con el. Ni siquiera te hizo nada. Solo intenta ser amable.

- Ellie, el te ha besado enfrente de mi. - me reí tan cínicamente recién escuché eso.- hasta donde yo se, no dije ningún chiste.

- a mi parecer, si. - le di una palmada en el hombro. - es inutil que decidas ponerte celoso ahora.

- ¿ahora?

- si ahora, Henry. Ahora que realmente no me importas en lo absoluto porque eres mas que un recuerdo extraño de mi pasado y nada mas. - no me dice nada, realmente se queda mirándome con plena seriedad. - ahora, sígueme y checa que no me caiga porque estoy algo tomada y no quiero morir en estos tacones.

- traigo carro. - dice acercándose a este para abrirme la puerta. No podía creer que estuviera estacionado justamente enfrente de nosotros. - entra.

- gracias. - dije y ya una vez que me senté, me pude sentir mucho mas tranquila. Hasta ganas de dormir me dieron pero no podía, tenía que darle la dirección de mi casa.

...

- y... aquí estamos. - dije una vez que abrí la puerta, y este entra como si nada para observar del lugar. - tengo que recordarte que vivo con dos mujeres mas por lo cual... no puedes romper nada o ellas lo notaran.

- nunca creí volver a verte. - se voltea de la nada y lo miré con confusión. No esperaba que recién llegando, fuera a hablar de aquellos temas. - te fuiste tan molesta ese día que...

- me fui muy molesta porque actuaste como un idiota, por si lo habías olvidado.

- no, no lo he olvidado. - me crucé de brazos. - me odio cada día que ha pasado por haber arruinado las cosas contigo.

- Henry, eso es lo mas hipócrita que has dicho en toda tu vida. - me reí. - a ti no te importo.

- claro que me importas... estoy aquí.

- si, porque nos encontramos de la nada hoy que por cierto, feliz cumpleaños, lo olvidaba. - este medio sonríe pero no deseaba hacerlo, se notaba. - no porque quisieras verme. Ha pasado, y que bueno, siempre es bueno ver un rostro del pasado pero tu eres problemas. Tu nombre literalmente lo supe porque tuve que rogártelo y se que eres... un asesino.

- ya no lo soy.

- pero lo fuiste. - se acerca mas a mi, pero lentamente. - y yo lo sé bien.

- lo sabías desde antes y nunca te importó anteriormente. - dice mientras pasa mi cabello por detrás de las orejas. - sabes que lo hacía porque así me ganaba la vida.

- no puedes usar esa carta conmigo. Fácilmente pudiste trabajar de otra cosa y lo sabes. No tenías porque ser así. - no me dice nada, pero no dejaba de verme a los ojos y por ende, yo a los suyos. - pero así eres tu... eres un alma libre. Me dijiste que no tenías interés en ser mi novio y que bueno que me lo dices porque el haber tenido que experimentar eso contigo me hace apreciar mucho a Jeff.

- ¿al idiota ese? parece que se orina todas las noches y que vive con su mamá. 

- al menos sabe lo que quiere. Al menos se que si vivo con el, voy a tener una vida estable. Con un hombre el cual me quiere y lo acepta y tiene un trabajo normal y que podría darme todo lo que busco y lo que sería normal para mi. - eso ultimo lo dije casi gritando, de lo desesperada que estaba.

- no buscas algo normal.

- claro que lo busco.

- ¿entonces por qué seguías estando conmigo en el tren si sabías que no iba a ser una vida normal?

- ¡por que te quería a ti, tonto!

- yo lo sigo haciendo. - dice mirando esta vez de mis labios y empecé a negar con la cabeza. - nada ha cambiado para mi.

Se inclina para besarme pero no lo dejo, le empujó. Intenta acercarse de nuevo pero lo empujo con muchas mas fuerzas. Mis esfuerzos fueron de lo más tonto pues, me toma de la fuerza con sus manos sobre mis brazos y los baja. Me toma de la cintura y me lleva cargando a el peinador que estaba justamente en la entrada. Mi espalda choca contra el espejo y ni siquiera me importa en el momento, le correspondo al primer beso que nos damos y mientras el me toma de las caderas, yo abrazo de su cuello.

Se perfectamente que lo que estoy haciendo esta terriblemente mal. Mas porque le había dicho no hace mucho tiempo a Jeff que mañana lo vería y me dije a mi misma que quería esto. Que quería estar con el. Pero es imposible no tener a Hen... a Tangerine, porque si, así lo conocí. Tener a Tangerine cerca y no desear estar con el. 

Con el único hombre que me tiene así de mal y que con tan solo verlo puede hacer que sienta toda clase de mariposas en el estómago. 

Me hace el cabello a un lado y empieza a besar de mi cuello, mientras mis uñas se marcan en su espalda. Estaba tan necesitada de el, de poder tenerlo conmigo y me consideraba desesperada, lo cual no es algo que me pase seguido. Mas bien, nunca. 

Pasa sus manos por mis piernas descubiertas, ya que yo llevaba el vestido y en cuanto llega a mi ropa interior, yo empiezo a asentir varias veces con la cabeza, en serio necesitaba sentirlo dentro mio, no podía esperar mas. Era algo que deseaba desde que lo conocí y por las obvias razones, no se podía.

Este desesperadamente me quita la ropa interior, y me imaginé que pasaría lo que tanto buscaba, pero no. En cambio empezó a acariciarme con la punta de sus dedos y no pude evitar morder de mis labios. Estaba a nada de introducirlos mientras seguía besándome por todo el rostro y cuello.

- nada va a cambiar, quiero que sepas. - dije con dificultad y el no me contesta, porque aun estaba muy concentrado y con su rostro sobre mi cuello. - sigues siendo pésima persona y candidata para un futuro novio.

- cállate Ellie. - hace una pausa y me carga de las piernas para tenerme encima suyo. - no voy a hacerte el amor en la entrada de tu casa. - y me lleva a la primera habitación que encuentra para recostarme sobre la cama.

Por cierto, era la habitación de Tania. Pero no estaba para nada en disposiciones para decirle que nos cambiáramos a la mía. Lo necesitaba ya. 

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