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Me fui a sentar en la parte silenciosa del expreso, realmente no había ya nadie en esta zona mas que una chica que pareciera que su color favorito en el mundo es el rosado y un señor con ella acompañándolo.  Pero para evitar que me vieran llorar, me fui al ultimo asiento. Pero para mi mala suerte, este sujeto vino a buscarme. Se sienta justamente enfrente mio y suspira hondo. No iba a decirle nada, no tengo nada que decirle.

- lamento haberte hecho llorar. - no le dije nada de nuevo, no quiero hablar con el y prefiero evitarme problemas con personas claramente problemáticas. - ya, deja de hacerlo. - casi literalmente empieza a regañarme.

- ¿qué te importa? - no quise ser grosera pero el si lo estaba siendo, entonces claro que yo por igual podría contestarle de la misma manera. - si quiero llorar, voy a llorar y te aguantas.

- okay, alguien por fin desarrolló unas bolas para decir lo que piensa. - lo miré con el ceño fruncido, no me gustó para nada su expresión.

- ¿yo soy la que no dice lo que piensa? Tu estabas... coqueteándome y luego me hiciste llorar.

- no linda, yo soy coqueto, esa es mi personalidad... vamos. eres una chica linda. - le puse los ojos en blanco. - lo que no me gusta es que quieras interponerte en nuestros asuntos, claro que voy a querer que te vayas.

- ya me fui. - levanté ambas manos. - tu eres quien vino, así que te pido por favor... que te vayas.

No hace mucho, tan solo se retira su saco y se acomoda el cuello de la camisa. Lo ignoré y recargué mi rostro en la ventana pero después, el empieza a hablar.

- la última vez que lloré fue... cuando tenía unos diecisiete años. - ¿qué rayos? ¿Por qué me estaba contando de su vida? - mi padre me había regañado porque llevé a una chica a casa y... el piensa que le falté el respeto a nuestro hogar, a mi mamá y a el en especial. Me golpeó. - captó lo suficiente mi atención como para voltear a verlo. - mucho... y luego Lemon quería defenderme siempre y el salía perdiendo. Y lloré.

- ¿por el dolor que sentiste?

- quizás mas por la vergüenza. - hice una mueca.

- lamento que hayas tenido que pasar por eso, suena a que tu infancia fue difícil. - levanta ambos hombros. - al menos tienes a tu hermano.

- desde siempre hemos sido el y yo y sigo esperando que sea así por un largo tiempo. - sonríe y parece ser que es la primera vez que lo veo hacerlo. Luce mas lindo de lo normal. - ¿tienes hermanos?

- noup. - dije juntando mis manos. - aunque me hubiera encantado.

- tiene que haber una razón por la cual estés sola y no tengas un destino al cual llegar, Gatsby. Lamento si lo que te dije te hirió pero no deja de causarme duda.

- no la hay. - me crucé de brazos y este se me queda viendo. - no la hay, solamente quería pasar unas buenas vacaciones por mi propia cuenta pero han sido un asco hasta ahora.

- bueno, siempre hay algo que rescatar de cada viaje. Seguramente algo bueno te llevarás con esto. - se pone de pie.

- me enteré de que lloras, cuando pareces ser la persona mas fuerte y dura del mundo. Supongo que me llevo conmigo eso el día de hoy. Las personas te pueden sorprender.

- pero... desde ese entonces, no he derramado ni una sola lagrima. Y no pienso hacerlo, no es quien soy, no me veo como una persona débil. Pero ¿adivina qué?

- ¿qué?

- tengo una gran debilidad por ver a mujeres bonitas llorar. - lo miré molesta. - y... aquí me tienes. Pidiéndote disculpas.

- estamos bien. - me limpié el rostro, en especial porque el jamás dejaba de verme y ya me causó vergüenza. - puedes regresar con tu hermano y seguir con sus asuntos, creo que me voy a quedar en este vagón.

- ¿segura que estás bien? - asentí con la cabeza. - de acuerdo, entonces puedo irme a gusto. - toma de su saco y se prepara para irse.- no es nada personal, solo no quiero que estes involucrada en esto.

- ¿debería tener miedo? - el niega con la cabeza. - de acuerdo... iré por mi botella de agua. La dejé en la mesa donde el chico lindo estaba.

- ¿chico lindo? ¿Realmente crees que es lindo? - por supuesto, un hombre con cabello oscuro y ojos claros nunca deja de llamar mi atención. Incluso también Tangerine pero no iba a decirle eso. - hay mejores.

- si tu lo dices.

- yo luzco mejor. - me reí pero no porque estuviera en lo incorrecto, solo porque sonó muy ególatra. - el parece ser un vagabundo por como viene vestido y los tatuajes en el rostro. Inclusive me tomé la molestia de rescatarlo usando mi traje preferido.

- solo iré por mi agua, tranquilo. No me quedaré platicando con el chico y... - me detuve en seco en ese momento. - ¿rescatar? ¿Tú lo has rescatado al sujeto ese?

- pareciera que no aprendes, te digo que lo primero que no me gusta de ti es qué haces, Uc has preguntas y te entrometes en lo que no te importa y es lo primero qué haces.

- ¿por qué lo rescataste?

- porque estaba en peligro y su padre acudió a nosotros ¿estás feliz? - no supe que decir, me quedé formulando las palabras en mi mente. - puedes verme como el héroe de la historia si así lo quieres.

- ¿y de que fue que lo rescataste? ¿O de quien más bien? - pone los ojos en blanco y sigue avanzando.

- lo siento, no sabía que había mas personas aquí. - dice el cuando pasamos el vagón y estaba la chica de rosado aun leyendo con su compañero. - ¿no han visto de pura casualidad un maletín con una sticker de un tren en la manija?

- oh si, vi que lo tomó un señor con lentes de margen negro y un gorro. - eso sonaba exactamente al sujeto que nos encontramos espiando nuestra conversación y que me preguntó que si éramos novios. Nos volteamos a ver en ese momento porque sabíamos de quien hablaba.

- gracias linda. - este le dice y seguimos caminando para llegar a donde estábamos. Ambos nos encontramos con Lemon en el camino, y los tres avanzamos a la mesa donde este estaba sentado y cuando llegamos, este estaba recostado enfrente de la ventana. Tangerine le toma del hombro para voltearlo y nos quedamos con la sorpresa de que estaba muerto. Con sus ojos sangrando descontroladamente y eso me asustó mucho. Por puro instinto, me dieron ganas de gritar del miedo pero Tangerine me tapa la boca con la mano y me lleva de nuevo al otro vagón.

- el esta muerto. - dije muy asustada. - el ya no esta con nosotros, el esta muerto.

- lo sé, tengo ojos, a diferencia de el, yo si puedo ver. - dice en voz baja. - y tu no puedes hacer un gran alboroto respecto al tema.

- ¿qué vamos a hacer?

- puta madre. - dice de lo mas enojado y se aleja para tomar aire o que se yo pero no dejaba de dar vueltas en círculos y me empezaba a asustar. -lo primero que dije, no quiero a nadie externo involucrado en esto y es lo primero qué pasa.

- puedo irme, puedo hacer como que no vi nada. - dije asustada y levanté ambas manos. - me puedo bajar en la primera estación que se abra ahora y...

- espera, no. - me toma de las mejillas con delicadeza y admito que en cierta manera, eso me calmaba. Más que nada por el largo contacto visual y mi respiración empezaba a estar a velocidad normal. - no quiero que nos tengas miedo. Lemon y yo jamás te haríamos daño.

- me bajaré en la primera estación. - estaba por irme pero me detiene. - querías que me saliera del problema, ya lo estoy haciendo.

- ya eres parte de esto. Si te bajas, corres con el riesgo de que alguien intente matarte.

- ¿por qué alguien haría eso? No me conoce nadie en este tren.

- y que siga siendo así. Tú eres Gatsby ¿okay? Y si eres importante ahora, quien mató al chico seguramente te vio platicando con el. Lo debían estar vigilando, seguramente a nosotros también y el maletín... - se muestra de nuevo molesto. - hemos perdido el maldito maletín

- okay ¿que es lo que haremos? - Lemon se muestra y nos colocamos los tres en la orilla del vagón, donde nadie más podía escucharnos. - hablaste con Ell...

- con Gatsby. - Tangerine le corrige. - y si, tenemos que contarle la historia de la Muerte Blanca.

- ¿le piensas contar? - el asiente con la cabeza. - okay... empieza. Tú, claro porque yo estoy algo oxidado en esa historia y puede que cometa uno que otro error...

- ¿no leíste la informes cierto? - Lemon levanta ambos hombros. - ni siquiera se porque me molesto en enviártelos, todo lo que es importante no lo checas pero si fuera Thomas el tren...

- locomotora. - dije al mismo tiempo que Lemon y el me sonríe de nuevo feliz de saber que lo escuchaba.

- como sea... - regresa Tangerine a contar la historia. - la muerte blanca ha perdido a su esposa y ahora a su hijo. ¿Cómo perdió a su esposa? Murió en un accidente de carro y no pudo ser salvada ni siquiera con el cirujano llegando al hospital... trágico, porque desde ese día, el no ha vuelto a ser el mismo y busca venganza cada que puede por ende... estamos fritos. Si el se entera de que ahora, también su hijo esta muerto y que perdimos su maletín, va a terminar perdiendo la cabeza y matando a cada una de las personas en este tren, por lo cual. - le entrega su arma a Lemon. - busquemos al tipo con anteojos ¿de acuerdo?

- ¿qué hay de mí? - le pregunté. - yo no quiero matar a nadie, ni esperaría que ustedes lo hicieran tampoco pero... - ambos se ríen y los miro con confusión. - no, matar no esta bien.

- si quieres, sígueme sino, sigue a Lemon. Yo voy a la derecha y tu a la izquierda. - le dice a su hermano. - y... Lemon.

- ¿si?

- ten mucho cuidado ¿si? - parecía que muy en el fondo, el si estaba preocupado, tanto que le importó mucho el bienestar de posiblemente la persona a la cual mas ama en este mundo. Su hermano asiente con la cabeza y me toma de la mano para que lo siga. Voltee una ultima vez hacia atrás y vi cómo Tangerine se iba.

- me gustaría que fueras con mi hermano.

- pero... me trajiste de tu lado. ¿entonces? - de su mochila, saca lo que parece ser un chaleco antibalas.

- úsalo.

- ¿qué hay de ti? ¿tu tienes otro? - el niega con la cabeza. - entonces úsalo tu, no quiero que te pase nada malo y yo no traigo el arma entonces...

- exacto. - y me lo entrega en las manos con fuerza. - vas a tener que ponértelo o voy a estar muy molesta.

- de acuerdo... - me lo empecé a colgar y me detiene. - ¿ahora qué?

- debajo de la ropa, vamos se va discreta. - me entrega el saco de Tangerine. - ponte este encima para que la gente no sospeche.

- pero ya llevo una chamarra encima. - me mira molesto. - de acuerdo, okay. - tomé ambas cosas y caminé para los baños. - te veo en... en un rato supongo.

- no te preocupes Gatsby, no dejaríamos nunca que algo malo te pase. Vamos a protegerte y mucho.

- ¿por qué quieres que me vaya con él?

- solo se que estarás mas segura si vas de su lado. - nada me asegura de que el quiera que vaya. con el, quiero decir, se fue sin mas que decir. - solo lo sé ¿puedes confiar en mi instinto.

- um... supongo...

- perfecto. - me interrumpe y se voltea para irse a otro vagón.

- de acuerdo. - dije para mi misma y entre al baño.

Me puse el chaleco antibalas, luego mi blusa, luego mi sudadera y por ultimo, encima el saco que me quedaba enorme. Pero estaba bien, así no me veía tan sospechable, creo. Y no debería ser así ya que yo no debería estar dentro de todo este drama pero creo que yo solita me lo he ganado por curiosa y por querer estar cerca de ambos cuando lo mas sencillo era sentarme en otro cubiculo y leer de mi libro a gusto pero vaya que me gustaba el drama y ahora, ahora estoy con dos personas que o son ladrones o son asesinos y me da miedo.

En cuanto salgo del baño, veo que Lemon se ha encontrado con el sujeto de lentes, porque están ambos ya sentados platicando y eso es perfecto, eso es bueno. Iba a ir a buscarlo en su vagón pero estaba detenida la puerta con un palo de golf justo a la mitad y miles de maletas. ¿Qué rayos?

Solo me quedaba buscar a Tangerine del otro lado y contarle que quizás, solo quizás, ya estaban por recuperar su maletín.

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