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Me desperté estando en un asiento del tren. Estaba algo asustada porque no había nadie mas presente en el lugar. Me costaba un poco el respirar y me dolí la cabeza pero estaba tranquila de saber que aun seguía con vida. Por un momento creí que tendría un disparo en el pecho o mi vientre, pero nada. Fue por eso que me puse de pie y caminé por el pasillo para poder encontrarme con alguien familiar. En todo caso, preferiría que fuese Lemon.

Pero me llevo una gran sorpresa cuando a la primera persona que veo, es a Tangerine.

- sabía que habías vuelto. - le di un abrazo y este no se mueve, literalmente parece que estaba petrificado. - lo sabía, estaba tan segura de que así era.

- estas viva. - este se separa para verme y toma de mis mejillas para tener mi rostro entre sus manos. - ¿cómo es eso posible?

- ¿creíste qué morí? - pregunté confundida, pero ver sus ojos llorosos me lo había dicho. - creo que fue una clase de sedante y...

Me interrumpe con un beso en los labios y tomando de mi cintura con ambas de sus manos para pegar mi cuerpo al suyo.

- no lo entiendes, yo no podía sentirte respirar... juraba que ya no estabas aquí y... - suspira hondo. - me alegro tanto de verte.

- tengo una duda. - le dije mientras ponía mis manos en sus hombros, sin dejar de sonreír. - no se si soñé o... te escuché decir que me amabas.

- creo que soñaste. - me retira las manos de los hombros y se voltea para seguir caminando por el expreso. Yo en cambio, lo sigo.

- ¿estás seguro? sonaba muy real. No lo creo del todo porque no llevamos mucho de conocernos y la mayoría del tiempo te encargabas de hacerme llorar y a un lado pero...

- exacto, por ende, no tiene sentido. - se voltea para decirme eso pero luego, hace sus ojos hacia atrás e intenta seguir avanzando pero lo detengo y tomo de su mano.

- entonces fue un lindo sueño, tan solo. - le sonreí y me incliné para darle un beso, esta vez yo. El no se mueve, tan solo cierra los ojos, y soy yo quien con mi mano en su mejilla, le doy un beso. Uno el cual, genuinamente necesitaba y no lo sabía. - fue tierno.

- estabas inconsciente, no sabes lo que has escuchado, no tienes ni la mas mínima idea de lo que siento.

- tienes razón, eres realmente una persona muy confusa. - levanté ambos hombros. - ¿piensas decírmelo...? ¿qué hablemos del tema?

- ¿quieres realmente que lo hagamos? ¿quieres escucharme decir en voz alta que te has equivocado y que no me siento de esa manera respecto a ti?

- me alegra verte, por igual.

- ven, ayúdame a buscar a Lemon. - intenta de nuevo moverse pero no lo dejo al ver todas las heridas que tenía.

- ¿cómo es exactamente que volviste a entrar al tren? - no me contesta, se queda en silencio y evita el contacto visual. - claro, porque no me sorprende que fuera por alguna destrucción demasiado evidente.

- no es evidente, no hay nada de destrozo cerca. - se gira para mirar todo el panorama del lugar en el que estábamos pero aun así, tomé de su mano y lo senté de nuevo en uno de los asientos, yo tan solo, encima de la mesa para tenerlo mas cerca y con mi sudadera, poder limpiar de su sangre.

- si me detengo, hago que duela mas ¿lo sabías? - negué con la cabeza. - si estoy en movimiento, algo ocupado, con cosas que hacer no pienso tanto en mi dolor.

- me alegro, pero me importa un poco mas que no estes derramando sangre a lo tonto. - pasé mi mano por su cabello despeinado y lo hice hacia atrás. - seré honesta, me gusta mucho mas tu cabello como lo traes ahora que antes peinado.

- ¿dices que antes me miraba feo? - no lo toma bien, ya que frunce el ceño y me mira esperando aun una respuesta.

- digo que ahora luces mas guapo de lo normal. - el quería sonreír, podía verlo en su mirada. Me toma de las piernas, y aprovechando el que yo estaba sentada encima de la mesa, me las separa para poder acariciarlas. Pasando sus manos por mis rodillas, y lentamente subiendo hasta mis muslos. - no he terminado.

- al diablo con eso. - me retira la sudadera de la mano y la tira al suelo, para inclinar su cuerpo para el frente y empezar a besar de mi cuello. Obviamente, mi primer instinto fue suspirar hondo y cerrar los ojos. Disfrutando de aquel momento en el que sus besos tan cálidos estaban sobre mi piel y se aferraban a mi.

- creí que estábamos muy ocupados y con el pendiente de encontrar el maletín.

- yo creí que jamás en mi vida te iba a volver a ver. Me siento aliviado. - dice con sus labios aun pegados a mi piel. - no estoy diciendo que me sienta de una manera extraordinaria y nueva respecto a ti, solamente lo que ya sabes.

- ¿y eso es...? - se separa para verme a los ojos y se que no quería contestar esa pregunta pero, no perdía nada intentando lo.

- tu sabes que. - me hace el cabello para atrás con ambas manos y me mira de los labios. - cuento las horas para tener que dejar este tren ya.

- lo admito, ya me estoy hartando de estar dentro de el tanto tiempo. - me reí y el también. - mejor dejemos de perder tiempo y busquemos a Lemon.

- de acuerdo, bien. - me toma de la mano y me ayuda a bajar de la mesa. - vayamos juntos por... ese lado.

- al menos ya no me mandas sola o te molestas si te acompaño. Es un gran avance.

- si bueno, si no fueras tan molesta a veces, te lo juro que todo sería muy diferente y... - el se detiene y no entiendo el porque, pero me resulta mas fácil de entenderlo, una vez que veo a su hermano tirado en el suelo. Y a diferencia de mi, con sangre en su camisa.

- Henry... - empecé a decirle pero este me ignora y se va al suelo para estar mas cerca de su hermano. Empieza a llorar, con bastante mas fuerza, que escucharlo así de mal, definitivamente me afectaba. Me acerqué a su lado y este, lo primero que hace es retirarse del cuello su collar y colocarlo sobre el cuello de Lemon. - lo lamento tanto.

- son las consecuencias de este terrible trabajo. Es eso. - el se limpia las lagrimas. - sabía que hoy algo muy malo iba a pasar, solamente que no sabía que, específicamente.

- no creo que haya sido el sujeto de anteojos. - le dije y este me mira a ver de lo mas molesto. - te lo digo en serio, no creo que fuera el porque el no es un asesino. Me dijo que si es un ladrón, y uno de los buenos, pero no mata personas.

- el fue quien me sacó del tren por si lo habías olvidado. - se limpia de nuevo los ojos, y me siento tan mal de verlo de esta manera tan vulnerable.

- lo sé, pero no te mató. Porque el no hace eso y... - se pone de pie y se voltea para no tener que seguir viéndolo. - hay alguien mas en este tren que es el culpable de que esto haya pasado.

- y sea quien sea, no me voy a detener hasta encontrarlo. - camina hacia el otro vagón y como ya es costumbre, lo sigo. - no pienso dejar así las cosas. Lemon no merecía eso.

- lo sé.

- de todas las personas en el mundo y mas especificas, las que se encontraban abordando este tren, no se lo merecía.

- pienso lo mismo que tu, pero hey. - tomé de su rostro entre mis manos y lo voltee para que pudiera verme a los ojos. - no estas pensando razonablemente, estas dolido y lo entiendo, y nadie te pide que hagas desaparecer ese sentimiento pero por favor, no hagas ninguna tontería. - no me contesta, tan solo me sigue mirando pero con alta tristeza. - ¿si? - asiente con la cabeza y le di un abrazo.

Al principio, de nuevo no se mueve, pareciera que el no estaba para nada acostumbrado a este tipo de afecto y no lo toma por ello con tanto facilidad, pero se que termina aceptándolo cuando sus brazos terminan alrededor mio y esta vez, lo oigo llorar. No solo me entero que lo hizo o lo noto en sus ojos llorosos, esta vez lo puedo escuchar y por ello lo abracé con mas fuerza.

- gracias. - se separa y se limpia de nuevo el rostro. - yo...

- no tienes porque darme ninguna explicación, descuida. - puse mi mano en su hombro. - lo lamento mucho, Henry. Quiero decir... Tangerine.

- Ellie, eres tu. Realmente puedes llamarme como gustes. - sonreí ante ello. Y ni tiempo me dio de razonarlo o de pensar en mas allá de la situación pues, le han marcado. Y era claro que eran los idiotas para los que trabajaba. Los que estaban con la dichosa muerte blanca. Suspiré hondo, harta de esta situación y esperando mas que nada que no contestara pero claro que iba a hacerlo. Toma de su celular y lo pone en alta voz para que yo por igual pudiera escoger. - ¿si, que pasa?

- me has estado mintiendo mi amigo. - esa voz es nueva, yo no la había escuchado antes y por la expresión en su rostro, veo bien quien puede ser. El jefe. El mas importante. El temible y el que es un asesino de lo mas poderoso. La muerte blanca.

- si, supongo que si. - también me imaginaba que ahora que Tangerine había perdido a la persona mas importante en su vida, iba a actuar de esa manera. Como si nada le importara.

- me has mentido sobre mi dinero y que según tu lo tienes.

- es cierto, no tengo tu dinero. Pero ¿te digo algo? aprovechando que ya estamos hablando directamente y que no has mandado a tus tontos secuaces, empecemos. Tu no eres un buen padre, debiste buscarlo tu a tu hijo, no yo. No se que clase de familia es la que tienen pero debe estar del carajo.

- Tangerine. - le dije, esperando que se detuviera pero claramente, no me hizo caso y siguió diciendo todas esas cosas.

- regresando al tema de tu estúpido dinero tampoco lo tengo, lo perdí desde la primera estación y créeme, tienes que darlo por perdido, porque yo ya lo he hecho.  Y un ultimo consejo que te va a ayudar mucho en la vida.

- basta. - tomé de su mano para llamar su atención pero me suelta de inmediato y sigue caminando.

- tienes que dejar de llorar por tu esposa muerta y hacer el trabajo tu solo porque tu hijo era un idiota y se merece el que sangrara de los ojos. - puse los ojos en blanco en ese momento.

- te veo en kyoto.

- oh que emoción no puedo esperar. Te estoy esperando aquí con mucha emoción.

- quiero verte a los ojos cuando mueras tu y tu hermano. - no fue lo mejor que pudo sonar de ese celular en este momento. Tan solo hice una mueca, en el momento en el que el me volteó a ver.

- mi hermano... - este suspira hondo, mientras baja de la mirada y supe que estaba de mas el que yo estuviera presente en estos momentos. Por lo cual, me volteo y le doy su momento. Camino de regreso al otro vagón pero, me detengo cuando escucho lo siguiente. - ¿cual s tu plan exactamente? hay mucha gente aquí como para que me mates. - mentira, no hay nadie.

- he comprado cada uno de los boletos en el tren, se que no hay nadie. - ahí fue cuando me detuve. - solo se que esta, claramente, la chica con la que te encuentras.

- no se de que me hablas. - dice este y la muerte blanca empieza a atacarse de la risa. Me giro, para verlo de nuevo y este por primera vez lucía asustado.

- te lo he dicho, compré todos los boletos, menos el de ella. Realmente no estaba en mis planes que ella llegara de la nada, no sabía que estaría en toda la noche. - alcé las cejas sorprendida. - claro, obviamente no era su plan hacer tantas paradas pero lo ha hecho y todo por ti. - Tangerine niega con la cabeza. - amo el amor a primera vista pero ¿sabes que amaré mas? ver lo mucho que sufras en el momento en el que yo le vuele los ce... - y este cuelga.

- okay, estoy asustada. - dije y este se acerca a donde estoy.

- te aseguro, por lo que mas quieras, que no voy a dejar que nada malo te pase ¿de acuerdo? - asiento con la cabeza. - salgamos de aquí.

- ¿cómo?

- no lleguemos a la estación de Kyoto... salgamos de aquí de una vez por todas.

- si crees que voy a salir de este tren, así como tu entraste la segunda vez, estas loco. - dije viendo de nuevo lo sangrado y lastimado que quedó de romper el vidrio.

- no, buscaré otra solución y... - se detiene y me volteo para ver a quién es que miraba. Era la chica que usa rosado en exceso que vimos hace un rato.

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