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TANGERINE  POV
Estoy de acuerdo con lo que le dije estuvo muy mal. Fue muy grosero de mi parte y más porque lo único que estaba haciendo era mentirle. No me siento cómodo hablando de temas como eses, no suelo tener una conversación con una mujer más larga de cinco minutos y si tardo más, es porque estoy tratando de conquistarla para después acostarme con ella pero ahora que Gatsby... quiero decir, Ellie, ha sido tan solo una buena amiga para mi esta noche, eso queda como algo nuevo para mi.

Y ahora que me ha dado a entender que siente algo por mi tan solo... no me hace sentir nada bien. No porque no quiero que sea así, sino porque todo lo contrario. Es una mujer tan preciosa que con tan solo verla, me nace sonreír. Algo que yo no suelo hacer. Es divertida y para nada aburrida, todo lo que dice es entretenido y más porque se interesa por mi y quiere saber sobre mi vida. Creo que la última vez que le conté a alguien algo sobre mi vida fue a Lemon y eso porque es mi hermano y fue hace años.

No suelo abrirme con nadie, a ninguna persona les cuento mis desgracias o situaciones del pasado, sin embargo con ella fue tan fácil. Como si ella fuera la excepción y por ende la única persona que puede ablandar mi corazón.

Quería arreglar las cosas y buscarla, pero no fue nada fácil cuando la vi sentada teniendo una conversación con el enemigo. ¿Por qué no fue a buscarme y avisarme que lo había encontrado? ¿Por qué no le quita el maletín? ¿Por qué sonríe cuando el le habla? Ella tendría que estarme ayudando a mi y tendría que apoyarme en la situación, no coquetear con el.

- ¿están pasando un buen rato? ¿Entretenidos? ¿No gustan que les traiga un café o algo? - dije mientras me mostraba justamente enfrente de ambos y la sonrisa de Ellie se borró. Vaya que ahora me odia.

- ¿qué haces aquí? - Ella me pregunta de mala gana.

- descuida hermosa, no vine por ti. - les mostré mi celular donde tenía un gps donde podía rastrear a Lemon, o bueno, su celular pero lo tenía este hombre. - ahora... quiero mi dinero.

- estoy algo ocupado ¿no lo puedes ver? - dice apuntando a Ellie y ella asiente con la cabeza, lo cual me hizo hasta sentir celoso y tomando de su camisa con mi mano, lo puse de pie y me lo llevé al gabinete entre vagones donde estaba el área del cocina y lo golpeé.

- ¡hey! - Ella grita pero se hace a un lado cuando empezamos a pelear de verdad y ahora si bien.

- oye, espera, se quien mató al chico. - me dice para evitar la pelea, pero inclusive me preparé y usé mi arma favorita, la puntiaguda que va en mis dedos y empecé a golpearlo, al menos a intentarlo ya que se movía para evitar mis golpes.

- como si eso me importara. - le contesté, intentando golpearlo aún más pero me lanza uno de los carritos de comida y cuando estoy por golpearlo con la cafetera, llega una señorita. La de el carrito con golosinas.

- hola. - Ellie de inmediato la saluda y ayuda a que la situación se vea más normal.

- ¿gustan algo del carrito? - Ella pregunta, obviamente en japonés y ellos niegan con la cabeza.

- no gracias, linda. Estamos bien. - fingí una sonrisa, y voltee a ver a Ellie una última vez para ver si estaba mirándome y dicho y hecho, eso estaba pasando, pero quita el contacto visual de inmediato.

- un agua por favor. - el rubio dice y me nace poner los ojos en blanco. No tengo tiempo para esto, deseaba acabar con el lo más antes posible.

- aquí tiene. - se la entrega. - ¿algo más?

- ¿no tiene algo con burbujas? Me gusta más el agua mineral, si es que no hay problema con eso.

- oh, no hay problema. - Ella le entrega el agua.

- y para la hermosa chica ¿me entrega un refresco? - dice y voltea a ver a Ellie. - ¿gustas algo más?

- um... no. - dice ella pero se que solo lo hacía para seguir fingiendo sobre la situación y no verse nerviosa o preocupada porque algo malo saliera.

- aquí tienes. - se la entrega y se pone a buscar dinero. -  oh demonios, no tengo dinero. Se lo di todo al sujeto que le di mis anteojos y gorro... ¿podrías?

De mala gana, saco mi cartera.

- ¿cuanto por las dos bebidas? - la señorita me dice una cantidad de dinero inexplicable. Fueron como doscientas libras. Increíble. Di el dinero y luego ella se retira. - ¿feliz?

- yo si, no se si...

- Gatsby. - dije de inmediato, para aclararle cual es su nombre. Bueno, dije su apodo por miedo a que ella se enoje si digo algo tan confidencial en estos momentos como su identidad. Pero quizás ni le importa ya que está muy ocupada coqueteando con el.

- ¿así te llamas? ¿O estás siguiendo el consejo de los tontos que deciden llamarse como frutas? Frutas exóticas, tengo que aclarar eso.

- no me llamo así. - dice ella negando con la cabeza. - en cambio... es más seguro, en esta situación. - sonreí cuando vi que me dió la razón y me hace pensar que ya no me odia tanto.

Mi sonrisa se ve interrumpida cuando el rubio me lanza la botella de agua en el rostro y casi me noquea, literalmente puedo sentirme de lo más mareado pero tuve que actuar y me fui encima suyo para golpearlo, lo cual nos hizo golpearnos terriblemente contra la puerta de espejo enfrente y se rompió toda. Gatsby se hizo a un lado, de lo más asustada y odiará que me conociera de esta manera, mi manera agresiva, pero era la única forma de manejar esta situación.

Lo senté en un asiento y pasé el cinturón de seguridad por su cuello por ahorcarlo.

- ¡hey! ¡Lo vas a matar! - me dice ella de lo más preocupada y mostrándose enfrente nuestro. - ¡detente!

- ¡escucha! Se donde está la persona que ha matado al muchacho.

- ¿quien es? - pregunté con toda la euforia y enojo en mi sistema, aún ahorcándolo.

- solo se que está en este tren. - dice con dificultad.

- ¡pero que especifico! - y en ese momento, el le pica con el pie a la puerta de emergencia y está se abre. Haciéndonos salir y casi muriendo por lo rápido que iba el expreso. Solo escucho el grito de Ellie desde adentro y como el rubio intentaba entrar de nuevo al expreso, donde yo tendría que hacer lo mismo. No planeaba morir de esta manera ni mucho menos ahora. Mientras el logra subir, yo hago lo mismo y sigue peleando.

Seguimos golpeándonos hasta que uno de sus miles golpes, cae en Ellie por equivocación.

- ouch. - Ella dice pasando su mano a su nariz, la cual no dejaba de sangrar, así casi en forma de cascada. - estoy bien... yo... no debí estar aquí realmente.

- lo lamento tanto. - el se intenta acercar a ella y no lo dejo. Le jalo del brazo y lo siguiente que hago es soltar mi golpe más fuerte para esta vez por fin noquearlo y ser libre de él por un momento. Cae al suelo, de espaldas.

- ¿el está bien? - me pregunta Ellie pero me enfoco primero en checar lo de su hemorragia. Tomé varias servilletas y se las pasé para limpiar de su nariz.

- ¿cómo puede ser eso lo que te importe cuando te ha roto la nariz?

- es mi culpa, yo no debí estar aquí mientras dos locos están peleando. - le hice presión sobre la punta de la nariz esperando que pudiera mejorar.

- ¿estabas aquí por mi?

- ¿te importa? - no contesté nada. - cierto, no te importa. Ni a mi el seguir aquí así que... me voy con mi nariz rota.

- Ellie, no te puedes ir. Literalmente necesito hacer algo con tu sangrado. - Ella me pone Los ojos en blanco. - me vas a odiar por esto.

- ¿más de lo que ya lo hago?

- definitivamente si. - me mira con confusión y aprovecho el que no tenía ni la más mínima idea de lo que iba a hacer y le enderecé el hueso de su nariz donde esté truena y suena tan terrible cuando lo regreso a su lugar. - ¡ouch!

Grita tan fuerte que posiblemente muchas personas en el tren escuchan. Le abracé se inmediatamente para que su boca fuera tapada con mi pecho y así no se escucharan sus lloriqueos y aparte porque tenerla entre mis brazos me hacía sentir mucho mejor. Tengo que admitir que la extrañaba. Vaya que lo hacía, y eso que solo pasaron unos pequeños integrantes separados. ¿Qué iba a pasar cuando ella se fuera? ¿Cuando esta noche terminará?

- lo lamento tanto, preciosa. - me separé de ella para verla y no dejaba de llorar. - perdona, ahora necesito um... - me puse de pie y tomé hielos de la hielera para ponerlo sobre una toalla y dárselo. - ocupas frío sobre la herida.

- pareces ya un experto en fracturas de nariz. - dice ella aceptando la toalla y pegándola a su rostro. - Gracias.

- algo, no tienes idea de la cantidad de veces que me la he roto. - Ella hace cara de disgusto ante eso. - ¿podrías perdonarme?

- suena como si esta fuera la tercera o cuarta vez en toda la noche que me pides una disculpa, no se si quiero seguir en esta dinámica. - se pone de pie y yo por igual para seguirla. - Gracias por ayudarme con mi nariz, en serio gracias pero hay... hay un tipo desmayado en el suelo, tú tienes que buscar a tu hermano y al maletín, realmente esto es un drama que no debo estar involucrada, tan solo ve mi nariz...

- lo sé, y odio saber que tuviste que salir perdiendo por un error nuestro pero... - la detuve y tomé de ambas de sus manos, las uní y las tomé entre las mías para alzarlas y besarlas, lo cual hizo que ella me viera con confusión. - no tienes una idea de lo mucho que te necesito a mi lado.

- ¿perdona?

- te extrañaría si sales por esa puerta. No creo poder estar listo para... despedirme de ti. - no había sido tan honesto en tanto tiempo. - si te necesito, Ellie. No, no te necesito, te quiero a mi lado. En la misión, digo.

Ella no dice nada, solo se me queda mirando y se suelta de mi agarre en sus manos y me suelta un gran golpe en el rostro. Me dolió mucho, no lo negaré.

- ¿eso por que fue? - grité mientras pasaba mi mano al rostro.

- por bipolar. Dios mío, no te puedo entender. ¿Que no planeas verme después de esta noche? ¿Cómo dices que quieres que siga a tu lado? ¿Solo por esta noche entonces o...? - tomé de sus mejillas para acercarme a ella y besarla pero me interrumpe y pone su mano en mis labios. - no vas a besarme cada que no sepas que decirme. No, no funciona así. No soy como una de tus chicas.

No es que fuera bipolar, es que yo sabía desde un principio que esto iba a pasar. Que iba a terminar enamorado de ella y... ha pasado. Pero no quiero decírselo, no quiero corresponderle, no quiero que esto progrese, no es lo que necesito ni lo que ella tampoco. Hago esto por mi bien y por su bien.

¿Tonto, no? ¿Enamorarte un mismo día? Si, suena imposible y hasta de chiflado pero nunca antes me había pasado. Creo que por lo mismo, estoy perdiendo la cabeza.

- creo que eso me queda más que claro. - sonreí, en serio me encantaba Ellie. - de acuerdo, solo... perdóname. Una tercera...

- creo que es cuarta.

- cuarta vez. - terminé de decir. - ¿podemos seguir en esta misión juntos? Lo logramos, salimos con vida de aquí y...

- ¿y? - Ella me pregunta con esperanzas. Se que con esperanzas de escucharme decirle que estando con ella y saliendo y viviendo eso que tanto ella pensaba que podría ser. Estaba po contestarle pero el rubio iba levantándose.

- ¿qué rayos pasó? - se pasa la mano a la frente del dolor y luego nos mira. - claro, ustedes dos son novios ¿cierto?

- no. - Ella niega de inmediato y me hace a un lado. Lo cual me deja pensando que la opinión de el le importa. ¿Por qué rayos?

- las puertas no tardan en abrir. - este se pone de pie y va hacia la salida, donde lo seguimos. - supongo que es mi momento de irme.

Lo detuve colocándome enfrente suyo pero me marcan Justo en ese momento. Definitivamente tenía que contestar.

- ¿qué pasa? - pregunté mientras me recargaba en la puerta de la salida. Muy seguro de que tardaría en abrirse.

- tienen que bajarse en la que sigue o los matan.

- si puedo ir yo pero Lemon esta algo ocupado. Entonces si no hay problema, solamente voy yo...

- los dos esta vez o mueren. - y me cuelgan. Demonios. Esto no iba a terminar bien y eso ya me empezaba a preocupar.

- ¿tienes un arma? - le pregunté a el rubio.

- no me gustan. - ante ese comentario, Ellie le sonríe y obviamente eso me hace hacer un gesto de disgusto.

- entonces... me alegra que mueran a mi lado.

- espera, podemos hacer algo al respecto... ¿saben como luce Lemon?

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