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Seguimos avanzando por el tren en busca de su hermano y todo el mundo estaba distraído en sus celulares o libros que me causaba algo de conflicto que ninguna muerte fuera sorpresa para nadie aquí. Bueno, solo se de una y es la del chico lindo que lamentablemente alguien mató y por lo que veo, eso no es bueno para los hermanos pero espero que no haya una segunda y mucho menos que eso me termine afectando. Díganme egoísta, pero yo si quiero llegar sana y salva a mi casa.

En cuanto llegamos al asiento donde Lemon se encontraba, no pude evitar dar un grito ahogado ante su cuerpo recargado en la mesa pero Tangerine lo levanta y se da cuenta de que esta vivo. Suspiré aliviada ante ello y vaya que su hermano también.

- por todos los cielos, por un momento creí que te había pasado algo.

- pues, ha sido golpeado terriblemente. - me acerqué y tomé de su rostro para examinarlo. - ¿tienes alguna toalla o algo con lo que podamos limpiarle la sangre?

- ¿tengo cara de que tengo una toalla cargando conmigo a todos lados? - este me dice y le puse los ojos en blanco.

- tomaré esto. - dije buscando en los bolillos de su saco, el cual yo llevaba puesto y había por suerte una servilleta y por alguna extraña razón limpia y también estaba una pulsera y un boleto de avión. - regresaré esto a su lugar.

- si, no puedes tocar las cosas que no son tuyas. - dice de tono muy molesto, creo que en toda esta noche no lo había escuchado así.

- perdona, no fue mi intención.

- solo... cambiemos de tema. - de acuerdo, supongo que es algo privado o personal o simplemente un detonante emocional. - Muy bien, solamente cinco estaciones mas para Kyoto y terminamos con esto. - le pone de nuevo los lentes a Percy. - hay que arreglarnos. - se desabrocha la camisa de la parte de arriba y se sienta a un lado de su hermano, yo tan solo enfrente. - ¿no quieres quitarte el saco? hace calor con todo este movimiento.

- estoy bien así. - Lemon no quiere que vea el chaleco anti balas y voy a respetar aquello. - hace... frío.

- ¿gustas que te abrace? - me sonríe y solamente pude sonrojarme, creo que no esperaba esa respuesta. - ¿me siento a tu lado?

- ¿por qué nos sentamos? ¿qué no tenemos que buscar al sujeto de anteojos? - el asiente con la cabeza y se pone de pie para tomar de mi mano y me entrega un arma. - ¿qué rayos haces?

- tienes que protegerte por si algo malo pasa. - se la regresé. - no seas una bebé.

- prefiero ser un bebé a un asesino. - el la guarda en su bolsillo y me toma de la mano para llevarme al siguiente vagón del tren. - bien, ya no nos quedamos sentados.

Pero no se podía pasar ya que la puerta estaba atorada.

- tomaré esto prestado. - toma el peluche de una niña que estaba dormida y le introdujo la pistola para después, disparar a la manija y esta por fin se abre.

- ¿cómo nadie en este tren se preocupa por el ruido de un balazo? - le dije pero me ignora y sigue avanzando ahora con la puerta abierta. - ¿Tangerine?

Vi que se detuvo en el asiento de la persona a la cual buscaba. Entonces me mantuve a un lado solamente para no interrumpir.

- se acabo el juego galán ¿dónde esta el maletín? dime y te juro que no te mato. - lo miré con el ceño fruncido ya que no estoy acostumbrada a escuchar amenazas de ese tipo.

- oh woah ¿esta es la parte sexual? - mi expresión siguió de la misma manera pero ahora ante ese sujeto.

- no creo que sea la persona que buscas. - le dije.

- ¿tu crees? - voltea a verme molesto y dice sarcásticamente. - yo genuinamente pensé que si esta era la parte sexual.

- ¿son los dos? nunca me negaría a un trio. Mucho menos cuando se trata de las dos personas mas sensuales que he visto en todo mi viaje. ¿Son acaso novios? Que buscan emoción en su relación o...

- acepto el cumplido, pero ella no es tan sensual. - dice apuntándome. - en la relación, yo soy el atractivo.

- cierto. - dice el sujeto riendo nerviosamente y vaya que Tangerine le gustó. - pero ella es igual de bonita. Solo se que sus hijos serían perfectos.

- Gracias. - el sonreí.

- ¿por qué aceptas el cumplido? No vamos a tener hijos. - el ríe. - ¿o si quieres? Puedo intentarlo si así lo deseas. - lo miré confundida y luego al sujeto con anteojos y este estaba esperando mi respuesta. Los dos para ser más exacta.

- idiota. - le empujé y en ese momento, empiezan a sonar petardos. El tipo de anteojos de ley se ha escapado y nos dimos cuenta de aquello por estar teniendo la conversación más incomoda de todas. - okay, Vayamonos.

- te rindes demasiado fácil. - me toma de los hombres.- sigamos buscando, yo no me puedo ir de aquí sin tener a un culpable. - me mira de arriba a abajo. - ¿te postulas?

- no gracias, seguiré buscando entonces. - caminamos para irnos de ahí y el sujeto no dejaba de voltear a vernos.

- ¡amo un buen acento! - no pude evitar reírme.

- ¿no quieres regresar con el sujeto? pareciera que extraña tu presencia.

- también te llamó sensual a ti. En todo caso, deberíamos regresar ambos. - nos detuvimos en uno de los baños porque era lo que estaba en medio de dos vagones y reímos ambos. Eso es nuevo. - ¿lo considerarías?

- ¿un trío? - el asiente con la cabeza. - no sabes ni siquiera mi apellido... no veo porque tendría que decirte mis preferencias sensuales.

- bueno ya se una de ellas, se que te imaginas acostada conmigo y... - puse mi mano en su boca para evitar que siguiera hablando de ello. - ¿miento?

- mientes. - reí. - no te imagino de ninguna manera. Te he visto con una pistola, diciendo que matarías a alguien. Creo que eso te quita todo el atractivo.

- es una lastima. - sonreí pero entrecerrando mis ojos de cómo no le creía. - estaba imaginándome una escena donde ambos salimos de esta situación tan terrible y terminamos en una cita.

- ¿una cita? - me recargué en la puerta. - Tangerine, necesito que te decidas. O me amas o me odias.

- no te odio... tampoco te amo. Pero creo que eres muy guapa.

- ¿te agrado?

- un poco. - dice como si en serio lo estuviera pensando. - me apoyas en esta situación, por lo cual, eres camarada.

- entonces... contéstame una de las miles preguntas que te he hecho a lo largo de la noche. - pone los ojos en blanco. - por favor, una. La que tu prefieras.

- no recuerdo tus preguntas.

- ¿por qué trabajas en esto? ¿de dónde eres? y tengo una nueva... ¿qué con la pulsera y el boleto de avión?

- ¿por qué trabajo en esto? bien, como sabrás mi relación con mi padre nunca fue buena y...

- oh woah, espera ¿vas a decírmelo?

- busqué como ganarme la vida y ayudar a mi hermano por igual, no se como terminé en esto pero se como empezó y todo fue por favores. Terminó gustándome esta vida donde estaba protegido y nunca nadie podría lastimarme a mi o mi familia y ganaba dinero.

- suena como una buena vida pero no deja de ser peligrosa.

- exacto, ahora por ejemplo. La muerte blanca esta por matarme si no le regreso su maletín.

- vamos a encontrarlo, te lo prometo. - puse mi mano en su hombro, tan solo para mostrarle apoyo pero fue inevitable no sentirme nerviosa al sentir lo fuerte que estaba, por lo cual, lo solté de inmediato. - te ayudaré.

- creí que ya hacías eso.

- no, a lo que voy es que me estoy comprometiendo. No porque me obliguen, no por curiosa... porque quiero ayudarte.

- gracias... Gatsby. - me sonríe. - en serio gracias.

- no me acostumbro a que ese sea mi nombre. - reí y me quité de la puerta del baño ya que alguien iba a pasar.

- el boleto de avión. - me dice tomándome de los brazos para hacerme a un lado y que la señora pasara. - es sin destino.

- ¿cómo por?

- es de emergencia. Si ocupo salir del país, me lleva a donde quiera si es que lo necesito en algún momento.

- oh, tiene mucho sentido.

- llevo un año entero con el y aun no vence. Pero tampoco tengo a ningún lugar al cual me gustaría visitar.

- tiene que haber un lugar. - levanta ambos hombros. - pero bueno... supongo que no vas a decirme tu nombre.

- eso si no.

- okay, vamos progresando. Al menos ahora se mas que antes. - caminé para regresarnos y buscar al sujeto pero me detiene tomando de mi mano.

- me toca saber algo sobre ti. - entrecerré los ojos. - no es que me importe pero yo merezco algo de información a cambio.

- ¿qué es lo que quieres saber ahora?

- hola, disculpen ¿tienen papel de baño? es que ya no hay y... - la señorita a un lado nuestro dice y suelta un gran grito cuando ve pasar una serpiente. - ¡ah!

- ¡ah! - yo grité por igual y di un brinco del miedo donde me agarro del cuello de Tangerine y este me abraza a su cuerpo tan solo para levantarme y que mis pies no tocaran el suelo.

- no estoy lo suficientemente ebria para esto. - dice ella y se va corriendo de regreso a su asiento.

- ya se fue. - Tangerine me dice, pero me negaba a abrir los ojos. - no solo la señora, sino también la serpiente.

- ¿a dónde?

- ¿qué se yo? - se ríe pero sigue tomándome. - ¿te bajas o quieres que se siga cargando?

- oh. - abrí los ojos en ese momento y olvidé por un segundo que tenía mis piernas abrazando su cuerpo y mis manos en su cuello. Me hace pensar que la única razón por la cual me siento tan segura con el es porque es una persona peligrosa pero a la vez me siento con toda la confianza del mundo como para brincar en su cuerpo y eso está mal. Aunque no pude evitar sentir lo fuerte que estaba, en especial sus manos abrazando mi cuerpo. ¿Como rayos no siente el chaleco antibalas?- lo siento tanto. Puedes bajarme ya.

- lo se. - pero no lo hace entonces me solté de su cuello.

- pues... sigo esperando. - dije algo desesperada pero el no deja de mirarme con ternura, es una mirada nueva y una linda tengo que admitir. Pasa mi cabello por detrás de la oreja y suspira hondo. - salgamos de los baños ¿de acuerdo?

Me toma de la cintura y con un simple movimiento me baja y me acomoda el saco.

- Vamos por ese lado, ahí está mi hermano, y quiero verlo.

- ¿estará despierto ya? - pregunté y nos detenemos justo en la mesa donde el se encontraba. Y no, no estaba consciente aun. Eso es preocupante supongo. ¿Cómo ningún guardia ha hecho nada al respecto? - con alcohol, si lo huele estoy segura de que el despierta. - Tangerine me mira con el ceño fruncido. - esta comprobado científicamente.

- un buen golpe también funciona, deja te enseño querida. - y le da una gran cachetadada que en efecto lo hace reaccionar pero por igual Lemon lo cachetea tan fuerte que lo sienta.

- ouch. - dije para mi al verlos a los dos reaccionando a ese golpe.

- ¿de qué me perdí? - dice este reaccionando y volteando a ver a todos lados en busca de respuesta. - Gatsby ¿tenemos ya el maletín?

- no. - hice una mueca. - realmente hemos dado unas tres vueltas en los vagones en busca de algo y nada.

- aparte ella me distrae mucho. - dice Tangerine y lo miré con el ceño fruncido. - es verdad.

- ¿por lo hermosa que es, cierto? - su hermano le da un codazo y Tangerine lo ve molesto. - okay, necesito ahora yo buscar del maletín. Conozco al sujeto fisicamente, será fácil buscarlo.

- te ayudamos. - dije y este me ve con asombro.

- ah cierto, de lo mas importante que te perdiste en estos minutos fue que la hermosa chica que dices, nos quiere ayudar a buscar el maletín.

- creí que eso ya lo sabíamos. - dice este.

- si pero, no porque la obliguemos o porque tenga miedo de morir... genuinamente quiere ayudarnos.

- ¿la besaste?

- ¡no! - decimos los dos al mismo tiempo.

- ¿qué la hizo cambiar de opinión entonces? ¿qué hiciste?

- ¿por qué el tendría que besarme o hacerme algo para que yo cambiara de opinión? - dije cruzándome de brazos. - solo... solo no quiero que nadie muera esta noche. - ambos voltean a ver al chico muerto. - okay, un segundo muerto. No debería haber.

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