*Narra Alexandra*
Me desperté ya que alguien tocaba insistentemente la puerta de mi habitación. Medio dormida entre abrí los ojos y mire la hora en el despertador.
- Las seis y media - susurré - ¡¡Dejenme dormir leñe!! - grite tirando una de las almohadas a la puerta.
- A desayunar - escuche la voz de Mr.D proveniente de detrás de la puerta.
-...s-si, ahora voy - dije levantandome de golpe y acercandome a la puerta con prisa para abrir.
- Te esperamos abajo - y dicho eso escuche pasos que se alejaban.
Me dirigí al armario y de allí saque el chándal que teníamos que ponernos, me lo puse y a las seis cincuenta ya estaba bajando las escaleras hacia el comedor.
Al llegar allí todo el mundo me miraba, incluido el entrenador.
- Emmmmm ¿Tengo monos en la cara? - pregunte sentándome en la mesa.
- No - dijo Angelo - Pero ese corte en tú mejilla...¿cuando te lo hiciste?
- ¿Corte?¿Que corte? - pregunte confundida.
- Mira - dijo un chico del equipo pasandome un pequeño espejo.
Me mire y en mi mejilla derecha había un pequeño corte, estaba cicatrizando.
Mierda - pensé dándole el espejo a mi compañero - Gracias - sonreí falsamente - Disculpen, no tengo hambre - dicho eso me levante de la silla y me fui corriendo hacia mi habitación, pude notar perfectamente como todos me miraban mientras me iba.
(...)
- Por favor diosito no me hagas esto - susurré poniéndome una tirita en la mejilla donde se encontraba el corte - ¿Y si se abre durante el entrenamiento? - me pregunte un poco asustada - Todos se darían cuenta - pensé cambiando en círculos en la habitación.
- Disculpa - escuche la voz de Angelo desde detrás de la puerta - Te traje el desayuno, te lo dejo aquí - y escuhe el sonido de una bandeja posándose en el suelo.
- Puedes entre si quieres - dije mirando la puerta que se abrió poco a poco - Sin vergüenza hombre - dije sonriendo - Gracias por traerme la comida.
- No hay de que - sonrió - Por cierto, ayer vi que frente a tú puerta había una bolsa ¿Ya la has abierto? - pregunto curioso.
- La verdad no - conteste - Y no se quien lo envía, seria mejor que no lo abriera por si a caso - dije sentándome en mi cama.
- Es para ti - dijo sin más acercándose a la bolsa y cogiéndola - Mira lo que hay dentro - dijo acercándose y dandomelo en las manos - Yo y los demás vimos como el signor D la dejaba frente a tu puerta.
- ¿Mr.D? - pregunte confundida.
- Así es - contesto él - Bueno, yo me voy adelantando, el entrenamiento comenzara pronto - dijo dirigiéndose a la puerta y marchándose - Nos vemos en el campo - dijo cerrando la puerta.
- Adiós - susurré - Así que Mr.D ¿He? - dije mirando ahora el paquete - Haber que hay - dije abriendo la bolsa y quedándome muy sorprendida - Pero...si es el vestido que quería - dije sacando el vestido de topos blancos - Realmente es muy bueno - dije pensando en el entrenador - Pero...¿Por que me habrá comprado el vestido?
Guarde el vestido en el armario y baje directamente al campo donde todos me esperaban. Mr.D nos miro a todos y torció una sonrisa en su rostro.
- Como ya sabréis mañana cogeremos el avión para ir a las famosas islas del fútbol - comenzó a decir.
¡¡Espera, espera, espera!!¿¡Que!? - grite interiormente abriendo los ojos como platos.
- Todos los que estáis aquí habéis demostrado tener un gran talento para este deporte - siguió ablando pero fue interrumpido por el delantero Raffaele Generani.
- Excepto Alex Wolder, él solo esta aquí por que es el favorito del entrenador - dijo dirigiendo una mirada hacia mi.
- ¿¡Que has dicho capullo!? - grite devolviéndole la mirada con rabia.
- No quiero peleas - dijo Mr.D - Generani si no te gustan los jugadores que he escogido puedes irte del equipo, nadie te va a detener - dijo serio.
-...- el delantero se quedo callado y siguió mirandome mal.
- Y tú Wolder - esta vez me miraba a mi - Cuida tu lenguaje - dicho eso se cruzó de brazos - Mañana saldremos a las siete en punto para coger el avión, hoy podéis entrenar si queréis - dicho eso dio media vuelta - Pero yo no podre supervisarlo - dicho eso se marcho.
(...)
Habían pasado diez minutos desde que Mr.D se había marchado y nadie se había movido de su ligar.
- Me voy - dije estirando los brazos - Nos vemos en la noche.
- Quieto hay - dijo el defensa que antes se había reinado de mi - ¿A donde crees que vas?
- A mi casa - conteste - Yo no pienso jugar en el FFI - dije sin más poniendo los manos en los bolsillos.
- No puedes - dijo Paolo - Si el signor D te escogió fue por algo - dijo cogiendome de la muñeca.
- Sueltame - dije zafandome del agarre de Paolo.
- Deja que se marche Paolo, aquí solo sobra - dijo otro de los jugadores.
- No digas eso - dijo el capitán - Prometimos que íbamos a ganar el FFI h lo aremos en equipo - dijo cogiendo mi mano otra vez.
- Ya dije que no voy a jugar - dije seria y enojada - Si creéis que solo estorbo lo entiendo, así que me da igual no jugar - dije mientras metía las manos en los bolsillos.
- Pero - dijo el portero - ¿Tu amiga y familiares no se decepcionaran si dejas la única oportunidad que tienes de representar a tú país? - preguntó.
- Solo hago esto por mi padre...y como esta muerto ya no importa si juego o no - dije comenzando a caminar hacia la salida del campo - Además...a mi nunca me gusto el fútbol...
*Narración normal*
~En el campo con el equipo~
- Paolo...- dijo Angelo morando a su amigo - ¿Estas bien?
-...Si...- dijo simplemente mirando al suelo.
- Ya decía yo que solo nos traería problemas - dijo Marco cruzándose de brazos.
- Sigo pensando que si el entrenador lo escogió fue por una buena razón - dijo Paolo apretando su puño - Y pienso averiguar el por que...y vosotros me ayudareis - dijo morando a sus amigos con una sonrisa.
- A no - dijo el portero - No, no y no. Paolo nos conocemos y siempre que dices eso acabamos en un lío - dijo cruzándose de brazos.
- Por favor chicos - pidió juntando las manos con cara de perro mojado.
-...tu ganas...- dijeron los del equipo.
~Mientras tanto en el cuarto de Alexandra~
- Ya esta - susurro la chica mirándose al espejo - No pensé que me quedara tan bien.
El reflejo era el de ella con el cabello suelto y con el vestido negro de topos blancos que le había regalado Mr.D, sus brazos aún estaban vendados pero se puso una chaquetita negra para tapar las vendas.
- Tendré que salir por la puerta de atrás - susurro abriendo la puerta de su habitación y saliendo como ninja - Pronto estaré de vuelta chicos - susurro con una sonrisa.
Mientras la chica salia por la puerta trasera los jugadores de Orfeo entraban por la puerta principal.
- ¿¡Alex!?¿¡Estas aquí!? - grito Paolo.
- Me da a mi que no - dijo uno señalando a puerta trasera mal cerrada.
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Holo! Aquí la escritora pidiendo disculpas por el horrendo dibujo que hice XD
Bueno, ya sabemos que de grande no seré dibujante (°∀°)b