Capítulo 17

*Narra Alexandra*


Me quede un poco sorprendida por el acto de Paolo pero...lo que más me preocupaba era saber si había notado que era un chica.


- ¿Paolo? - preguntó Angelo - ...¿Sabes lo de Alex?...


- ¿Lo de que es una chica? - preguntó el capitán del equipo.


Mierda - pensé mientras apretaba los puños.


- ¿Como lo has sabido? - preguntó Shawn Frost con curiosidad.


- Bueno, empecé a sospechar cuando la vi en el barco con ese vestido rosa - dijo mientras se cruzaba de brazos - Y mis dudas se confirmaron cuando la señora encargada de lavar la ropa me entrego un sujetador rosa - dijo un poco ruborizado - Y me dijo que se lo entregara a la chica pelirroja que llevaba una trenza.


En aquel momento me quede en shock por dos razones, una, la señora de la limpieza se había percatado de que era una chica y dos,...ese idiota había visto mi ropa interior.


Sin darme cuenta mis mejillas comenzaron a arder, ahora entendí esa frase de: "Trágame tierra"


Estuvimos durante casi dos minutos atrapados en un incómodo silencio, nadie sabia que se debía hacer en una situación como aquella.


Fue entonces cuando mi amigo rubio habló, con un tono un poco nerviosos, mientras miraba al reloj.


- Chicos, si no nos damos prisa no llegaremos a la fiesta - avisó el rubio.


- ¿Fiesta? - pregunté con confusión.


- Te lo explicaremos por el camino - dijo Paolo mientras cogía mi mano y comenzaba a caminar con prisas.


Aún un poco confundida giré la cabeza y vi como el jugador japonés se despedía de mí con la mano, le devolví el gesto acompañado de una sonrisa y cuando me quise dar cuenta ya no nos encontrábamos en ningún lugar que yo conociera.


- ¿Qué hacemos aquí? - pregunté.


- Esperamos a la persona que nos puede ayudar con esto - dijo Paolo.


Ahora si que no entendía absolutamente nada, mira hacia las calles y vi como una limusina se acercaba a toda prisa.


¿Lucí? - me pregunte interiormente - ¿Por qué habéis llamado a Lucí? - pregunté.


- Bueno, es normal llamar a un gerente cuando se necesitas ayuda - dijo Angelo.


- ¿Gerente? - pregunté - Pero si es una vaga que lo único que sabe que hacer es comprar - protesté.


- Ejem - se aclaro la garganta mi amiga, la cual había abierto la ventanilla de la limusina para decir algo - Yo también te quiero Alex.


- Vale, ¿Enserio eres gerente? - pregunte desconfiada mientras veía como mi rubia amiga asentía - ¿Desde cuando?


- Desde ayer por la tarde, estuve amargando a vuestro entrenador para que me dejara ser gerente - sonrió mientras levantaba un pulgar en señal de victoria - Subid, os he traído los trajes que vais a usar - dijo abriendo la puerta.


- Sigo sin entender, ¿Para que son los trajes?¿De que fiesta habláis? - dije mientras era literalmente engullida para la limusina.


- Charles, al arma de Inglaterra por favor - pidió Lucí.


- Si - dijo el chofer mientras ponía en marcha el vehículo.


- Yo te informo sobre todo - dijo Lucí mientras les tiraba unas bolsas a los chicos - Vuestros primeros rivales van a ser los de Inglaterra y como ellos son tan refinados y educados nos han invitado a todos a una fiesta antes del partido - explicó mi amiga.


- Ahora entiendo por que vas así - dije mientras miraba de arriba a bajo a mi amiga.


Lucí llevaba un elegante vestido de fiesta de color rosa pastel, tenia algunos pliegues en el lado derecho de un tono un poco más oscuro mientras que en las mangas habían pequeños lacitos de color blanco, también llevaba algunos accesorios, entre ellos un pendiente de perla.


Sonreí un poco y saque el otro pendiente de pela que formaba la pareja, me lo puse en la oreja izquierda y suspire.


- ¿Y mi traje? - pregunté.


- Querrías decir "Tu vestidos" - dijo mientras me mostraba un vestido de baile largo, en su totalidad blanco y sin tirantes, lo único que destacaba era un gran lazo rojo en la espalda.


- No me pienso poner eso - dije con firmeza.


- Mi vida - me sonrió Lucí - O te lo pones o vas desuna, tu elijes pero a la fiesta vas a ir - su amable sonrisa de antes había desaparecido, ahora sólo mostraba una expresión de ira.


- Daos la vuelta, no quedó que me veáis - dije mientras comenzaba a sacarme la chaqueta que tenia puesta, entonces me di cuenta, las vendas se iban a ver -...


- No te preocupes por eso - me sonrió mi mejor amiga mientras me entregaba un chaquetita blanca con lacitos rojos - Ponte esto.


Sonreí y en cuento confirme que nadie miraba me cambia de ropa, no era la primera vez que me acababa poniendo un vestido contra mi voluntad pero...sigo sintiéndome rara.


- Ya esta - avise.


Cuando las tres personas allí presentes se giraron su caras quedaron así (⊙ヮ⊙)


- ¿Tan mal me queda? - pregunté un poco triste.


- Wow - susurró Paolo.


- Alex, estad preciosa - afirmo Angelo con entusiasmo.


- Di patata - dijo Lucí mientras me sacaba una fotografía y me la enseñaba.



[Aquí escritora pidiendo perdón por de dibujo tan...tan que a hecho, ¡Bueno al menos algo es algo!]


Cuando me mire en la foto...casi no me reconocía...


Apoye la espalda en el respaldo de el asiento y entonces nota algo que hasta ese momento había pasado de largo, la parte de atrás del vestido...estaba abierta. [No se se me explicó, osea es como el escote de la espalda X'D]


- Ya hemos llegado - anuncio el chofer y tome aire, intentando mentalizarme.


Paolo salio primero, seguidamente fue Angelo y después salio Lucí.


- ¿Es demasiado tarde para escapar? - le pregunte al chofer, el cual rió un poco.


- Pues si - contestó.


Vi como una mano se extendía hacia adentro de la limusina, supuse que Lucí quería ayudarme a salir.


Cogí la mano de la que supuse que era mi amiga y me quede de piedra al ver que se trataba de Paolo.


- ¿Quien es ella Paolo? - pregunto el gran portero que en aquellos momento llevaba un traje.


- Es Alex - dijo sin más.


Pasados unos segundos mis compañeros de equipo quedaron aquí:




- ¿¡QUÉ!? - gritaron todos al unisono.


- Hey - salude como si nada.


- Vaya, parece que por fina habéis llegado - dijo una voz que hasta aquel momento jamas había escuchado.


Dirigí la mirada hacia la puerta principal del edificio frente al que nos encontrábamos, allí plantado había un chico de cabello muy largo y azul claro, se encontraba cruzado de brazos y con un smoking blanco.


- Soy Edgar Partinus - se presentó.


En aquel instante aguante una risa, ¿Qué clase de apellido era ese?¿Partinus?


Iba a decir algo pero note como mi mejor amiga y Angelo me miraban con cara de: "Atrévete a decir algo y verás..."

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