Capítulo 19

*Narra Alexandra*


Me tire a mi cama mientras pataleaba con fuerza.


- ¡¡Sera idiota!! - grite contra la almohada mientras seguía pataleando.


- Baja el volumen - pidió Lucí - ¿Por qué te has puesto así? - preguntó sentándose junto a mi.


- ¡Ese estúpidos me a llamado gorda y encima me a tocado las caderas!¿¡Quien demonios se a creído!? - grite mientras me levantaba y comenzaba a pegarle a mi almohada.


- Ahorra tus fuerzas para mañana, que te necesitaran en el partido - dijo Lucí acariciando suavemente mi cabello.


Solté un suspiro y me estire en la cama, quedando con mi cabeza sobre las piernas de mi amiga, la cual siguió acariciando suavemente mi cabello.


- No creo que salga a jugar, mi condición es muy delicada y además hay muy buenos jugadores en el equipo - dijo mientras veía como mi amiga abría la boca para decir algo, pero me adelante a lo que iba a decir - Pero obviamente ninguno esta a mi altura.


- Hay esta la Alex que conozco - dijo riendo un poco - ¿Has tenido algún otro accidente con lo de las vendas? - preguntó un poco seria.


- Tranquila, de momento no ha pasado nada, además sabes que te avisaría - sonreí - A parte de que te has compinchado con Angelo para que te informase - suspire.


- No suspires, lo hago porque me preocupo por ti - dijo seriamente - Ahora descansa, mañana os despertarán muy temprano - dijo mientras cogía mi cabeza y la dejaba caer sobre la almohada - Hasta mañana Alex.


- Adiós - dije simplemente mientras agitaba la mano en señal de despedida, con la cara bien escondida en la almohada.


En cuanto Lucí salio de mi habitación, apagando la luz de paso, me gire, quedando panza arriba.


- Yo también querría jugar en el próximo partido...- susurré mientras apretaba un poco los puños - Si no puedo jugar...¿Para qué me han traído? - pensé.


Me quedé un largo rato mirando al techo, hasta que algo me saco de mis pensamientos, un fuerte estruendo frente a mi puerta fue causante de que casi me da un ataque cardíaco.


Me levanté y abrí rápidamente la puerta, al otro lado se encontraba Paolo, tirado en el suelo y a su alrededor un montón de ollas de cocina y sartenes.


- ¿Qué demonios estas haciendo? - pregunté, acercándome un poco.


- Es para despertar a los demás mañana - sonrió un poco.


- Tu originalidad me sorprende - suspire cerrando la puerta de mi habitación.


- Podrías ayudarme, ¿No crees? - preguntó desde fuera.


- Y tú podrías ser menos imbécil ¿No crees? - pregunté mientras me acercaba a mi cama y me tumbaba en ella.


Pasados unos minutos cerré los ojos y caí profundamente dormida, estaba intentando imaginar de qué manera nos despertaría Paolo mañana.


(...)


Me desperté por el estruendoso sonido de dos sartenes chocando entre si junto a mi oído.


Abrí un poco los ojos y me sorprendí al vez a Lucí y Angelo frente a mi, causando ese molesto sonido con dos sartenes.


- ¿Qué estáis haciendo? - pregunté, levantándome un poco y frotándome un ojo, cogiendo mi teléfono u mirando la hora - La madre que os...¡Son las 5:23 de la mañana!


- ¡¡Buenos días!! - gritaron los rubios al unísono.


- ¡Que os den! - grite yo mientras me escondía debajo de las mantas.


- Alex, levántate es que tenemos que ir a desayunar - dijo Lucí intentando arrancarme las mantas de encima, cosa que no consiguió.


- No quiero - me quejé.


- Cómo hoy la señora que normalmente nos hace el desayuno no está, vamos a tener que ir a desayunar fuera - sonrió un poco Angelo mientras se subí a la cama.


Solté un suspiro de desesperación mientras me levantaba de la cama, estirando un poco los músculos y después dirigiéndome al armario.


- Muy bien, iré, ahora largo - dije señalando la puerta.


Mis dos amigos se fueron como si nada y yo simplemente me puse el uniforme que nos habían dado al llegar.


(...)


*Narración normal*


- Si que te gusta la pizza ¿No, Alex? - preguntó Lucí mientras miraba a su amiga, la cual asiento, seguidamente miro a Paolo, que estaba junto a Angelo - A vosotros también os ha gustado la pizza ¿No?


- ¡¡Claro!! - dijo Angelo.


- Estaba deliciosa - sonrió Paolo haciendo que la rubia se ruborizase un poco.


- ¡¡Amo la pizza de Lucí!! - grito Alex.


- A nosotros nos dijiste que no te gustaba - dijo Angelo.


- No dije que no me gustará, lo que pasa es que simplemente si me dan a elegir entre un hamburguesa o pizza obviamente elegiré la hamburguesa - sonrió la pelirroja - Sin no hay hamburguesas, amo la pizza.


- Se notó, de una pizza familiar solo nos dejaste comer dos trozos...para los tres - dijo Paolo mientras miraba como Alex se sonrojaba.


- Si querías más haber sacado otro trozo - se defendió la pelirroja.


- ¡Me gruñías cada vez que acercaba mi mano para coger otro trozo de pizza! - se defendió.


- ¡¡Era una prueba!! - se defendió otra vez Alex.


- Alex, pareces un perrito - dijo Lucí.


- Es verdad, algunos se enojan cuando intentas cogerles la comida - dijo Angelo riendo un poco.


- ¡No soy un perro!¡Solo soy alguien que tiene mucho apetito! - dijo orgullosa de sus palabras.


- Vas a terminar gorda - dijo Lucí.


- Tampoco comí tanto - dijo la pelirroja cruzándose de brazos.


- Claaaro que no - dijo Paolo con ironía - Te has comió tres bocadillos de tortilla, un batido de piña, un helado, dos bot-dogs y unas patatas fritas - suspiro - Así acabarás pareciendo un balón de fútbol.


- ¡¡Tenia hambre!!Además, ¿Quien va a engordar?¿Tu o yo? - preguntó Alex, encogiéndose de hombros.


¡Y Estados Unidos marca otro gol damas y caballeros! - grito el presentador de la televisión que había en el pequeño bar donde estaban.


- Los de Estados Unidos son muy buenos - dijo Paolo con seriedad mientras miraba la televisión.


- Si, además, si no recuerdo mal ahí está el bombón que vimos en el hospital - dijo Lucí - El que hizo que Alex...


Antes de que la rubia pudiese terminar Alex le había tapado, la boca un poco sonrojada.


- Hablas demasiado - susurro la pelirroja un poco enojada.


- ¿Qué me he perdido? - preguntó el capitán del equipo italiano.


- No les hagas caso Paolo - dijo Angelo.


Después de eso los cuatro jóvenes se quedaron hablando de trivialidades, hasta que una voz les llamó la atención.


- Chicos, preparaos - dijo Mr.D, con seriedad - El partido comenzará dentro de poco.


*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*


¡Hola a todos! Espero que les haya gustado este capítulo, quiero aclarar que este cap se tuvo que haber subido hace varios días pero tuve un pequeño problema con Wattpad y todo lo que había escrito y no se me guardo... Y como podrán entender estaba frustrada y medio palo volver a escribirlo todo...ヽ( '¬')ノ


Bueno, aquí tiene el capítulo, espero que les guste y acabo de empezar una historia sobre Hiroto Kiyama, así que si alguien le interesa se la puede pasar a ver.


Auto sapam detectado!) :'v

Comment