Capitulo siete

Analizando una muerte.

Cuando alguien tiene muchas preguntas es lógico buscar donde pueda encontrar las respuestas. Aunque al hacerlo deba acudir a alguien que ya no cuenta en tu vida o como es el caso, que te aborrece y te ha declarado la guerra. Fue mi amigo durante años y mi soberbia consiguió lo que no habían conseguido los años en la universidad ni las noches locas en el campus. Pero ahora tocaba agachar la cabeza y hacer cura de humildad, mi amigo era el que más conocía el tema y me podría ayudar. En mi caso hubiera llamado a las mismas puertas del infierno si el diablo me hubiera dado información.

Lo encontré en el bar de siempre. No sé porqué motivo di por sentado que se pudiera encontrar en aquel antro. Ni por qué razón había de existir aun aquel local, que solíamos frecuentar en tiempos de juventud. Pero a veces las cosas son así. Parece que la vida de uno te preparar el terreno y te ofrece en bandeja lo que buscas. Si lo hubiera pensado solo un minuto me habría dado cuenta que encontrar a mi examigo allí seria una posibilidad solo entre mil. Gordon solía andar entre libros la mitad de su tiempo libre. El resto lo ocupaba en deambular por toda clase de conferencias donde mostraba a sus seguidores las más estrafalarias teorías sobre el fenómeno O.V.N.I, sobre teorías conspiranoicas o les ilustraba sobre un pasado lejano donde nuestros ancestros dominaban técnicas de control mental que ahora ni tan solo logramos imaginar.

Los años parecían no haberle cambiado el rostro y a pesar de haber engordado unos quilos seguía conservando esa expresión mezcla entre sátiro y rata de biblioteca. Curiosamente seguía llevando las mismas gafas redondas y lucía la misma barba desaliñada de siempre, y como no esa gorra mugrienta de béisbol.

- ¿Qué pasa gordo?

Gordon Loell, que así se llamaba realmente, no se molestó en mirarte. Imagino que ya me había visto entrar y ahora ejecutaba su papel de ofendido con una frialdad que a mi me resultó cómica.

- ¿Ahora vienes? Muy necesitado de información debes andar para venir a buscarme...Aunque dudo que ningún conocimiento que yo pueda ofrecerte te sirva demasiado.

Opté por cambiar de tema en radical, un quiebro a aquella conversación que Gordon iba encaminando a su conveniencia. En realidad eso es lo que buscaba, información. Pero no estaba dispuesto a enseñar mis cartas a la primera de cambio. Aun no siendo un perfecto caballero sabía como debe tratarse a un antiguo amigo, lo menos que podía hacer era interesarme por él y averiguar que había sido de su vida durante todos aquellos años.

- ¿En que andas ahora Gordon?

- En nada importante –espetó sin levantar la cabeza de la mesa- ya nadie se cree mis historias socio.

- ¡Vamos! No te hagas la víctima, se de buena tinta que tus libros aun se venden y si no me equivoco aun presentas ese programa de radio.

- Ese programa de "Frikys conspiranoicos". Aun recuerdo lo que me dijiste la última vez que nos vimos.

- No te lo tomes a mal, es solo que no creí que mis historias encajaran en tu programa. No hagas de eso un drama.

- Quizás tengas razón, pero veo que tampoco has podido convencer a la sociedad científica de tus razonamientos, amigo navegas entre dos aguas y ni siquiera sabes lo que eres. Yo al menos se lo que tengo entre las manos, fantasmas, el fin del mundo, conspiración JFK, el Yeti...y sabes que no me avergüenzo de lo que hago. ¿Tu que tienes?

- ¿Pegas duro eh? Supongo que lo dices por ese asunto...

- Yo no soy como esos, Walls, a mi me da lo mismo lo que te metas por las narices, me decepciona que pienses que eso me importa. Lo que no soporto de ti es esos aires de "Gurú". ¿Quién cojones crees que eres? Has salido del mismo agujero que yo, solo que mis libros nunca han conseguido inundar las estanterías de las tiendas del aeropuerto. Por que en eso te has convertido... ¿No lo sabias? Cuando aun eras un tío famoso alguien se molestó en hacer una estadística. ¿Sabias que el cuarenta por ciento de tus libros se venden en las tiendas del aeropuerto?

- No tenia ni idea –en realidad conocía ese dato, pero opté por escuchar, era el momento de mostrar mi parte más humilde. Estaba siendo sometido a una paliza dialéctica y debía asumir mi papel.

- Mientes como un cabrón. Pero quizás si que ignores el motivo. La gente cree que cada viaje será el mejor, que cada vez que se largan de sus lugares de residencia van a experimentar cosas nuevas, que van a conocer gente, que van a ver paisajes maravillosos. Que momento mejor en ese trance espiritual que coger uno de tus libros e intentar ser mejores...Luego, después de unas semanas encerrados en el hotel y artos de guías turísticos y discotecas donde se sirve alcohol de garrafa, vuelven a sus vidas grises. Entonces se acuerdan que compraron aquel libro en la tienda del aeropuerto, del cual aun no habían abierto más que el prologo. De puro aburrimiento lo abren y ¡Voilà! Ahí te tienen a ti diciendo que pueden conseguir todo en la vida...eres un farsante Wells.

- Estas sacando los hígados por la boca, no pensabas que estuvieras tan resentido. Pide una copa y cuéntame que estas haciendo.

Gordon pareció satisfecho por el momento con su bronca y llamó al camarero, al momento este aparecía con dos vasos largos con un whisqui de dudoso aspecto y que olía peor. Gordon no dio tiempo a que el hielo enfriara su copa y bebió la mitad de un trago.

- Bebo demasiado Wells, suelen caer un par de estos después de comer y otros tres más por la noche. Creo que tengo el hígado a punto de convertirse en paté. Pero aun sigo ahí. ¿Sabes? Ahora estoy con un tema importante. ¿Has oído hablar de la nano-tecnología? Ya están metiéndonos esa mierda en la comida, en la leche, en un puto batido puedes encontrar miles de ellos. Son tan pequeños como un virus, pero en realidad son maquinas perfectas con una inteligencia propia. ¿Sabías que cada uno de esos bichitos puede almacenar veinte megas de información. ¡Si...! ¡Una pasada! Con eso tienen suficiente para implantarnos cualquier tipo de enfermedad. Están programados para que suframos sin saberlo y acabemos teniendo que recurrir a las grandes farmacéuticas para salvar nuestras vidas.

- Da miedo saberlo...

- No crees ni una sola palabra de todo lo que he dicho...te conozco, nunca creíste en todo eso... Cuéntame, ¿A que has venido?

- Necesito que me informes de algo.

- Será la primera vez en muchos años, es sorprendente que necesites mi ayuda. Aun así dudo que te pueda ofrecer algo que te interese. "Navego en los mares de las conspiranoias y los hechos indemostrables" –Gordon seguía lanzando dardos envenenados, aquella misma frase era la que yo había utilizado en mi columna de critica literaria y la que motivó que después de algunos intercambios dialécticos acabásemos por distanciarnos- Pero aunque lo que más me apetezca ahora mismo sea enviarte a la mierda...bien, digamos que puede más la curiosidad. ¿Qué necesitas saber?

- Tú escribiste un libro sobre la muerte de Marilyn Monroe. Quiero saber que pasó.

- ¿Y crees que yo lo sé? Ese libro solo expone los datos y lanza algunas teorías. Dudo que yo sepa más que cualquier otro investigador, podías haberte ahorrado el viaje. ¿En que siglo vives, solo tienes que teclear ese nombre en el buscador y te aparecerán un sinfín de teorías. Todos los que hemos tratado ese tema estamos de acuerdo en conocer a los protagonistas de la trama, pero nadie se pone de acuerdo.

- El que más números tiene es Bob Kennedy.

- ¿Por qué fue tan inútil como para dejarse ver horas antes de los hechos? Puede que eso en sí lo descarte por completo. Más parece que alguien lo llevó allí para que todo el mundo lo viera. Nadie puede ser tan torpe como para actuar de esa manera. No olvides que era un senador de los Estados Unidos, un tío acostumbrado a lidiar con espías y toda clase de gente. No tiene sentido que hiciera eso.

- Tu libro repasaba durante cuatro capítulos el modo en que se hizo la autopsia.

- ¿De verdad lo leíste? ¡No dejas de sorprenderme! Me halaga tenerte como lector...Eso no fue una autopsia, ni de lejos se parecía. Para escribir ese libro me entreviste con algunos patólogos y forenses, todos estaban de acuerdo en que parecía hecha por un amateur. Bien...en realidad la llevó acabo un tío que no había practicado más de veinte autopsias. ¿Entiendes eso? La estrella del momento y es rajada por un don nadie.

- Quizá ese era el motivo. Quizá ningún patólogo quiso implicarse en el tema. Puede que de alguna manera todos supieran que para realizar aquella autopsia debían seguir un guión escrito o bien ocultar información.

- Por ahí vas bien. Se perdieron sus vísceras... ¿Qué te parece? Como se pierde un reloj o una aguja de corbata...Aunque teniendo en cuenta que esas hienas de despacho perdieron después cientos de rollos del viaje a la luna... En definitiva sin esas vísceras era del todo imposible saber el motivo de la muerte. Eso te lo dirá cualquier forense. Pero amigo...no entiendo nada...esto que te estoy contando sale en un montón de libros, en Internet y no se en cuantos programas de televisión. ¿Qué cojones quieres saber? No te puedo contar más que lo que todo el mundo sabe.

- Tú eres el que más ha estudiado el tema. Para los demás es casi una leyenda urbana, parece que nunca nadie ha querido tomarse en serio el tema.

- ¿Y te extraña? Años después de escribir el libro me he dado cuenta de que no había tal misterio. Le da igual a la gente de la calle quien la matara. Todo el mundo pensaba que de alguna manera había tenido un final consecuente con la que había sido su vida. ¿Sabias que caían bien a las mujeres? Quizá fuera por su inocencia, parecía que carecía de la maldad sibilina de otras de su época. ¡Como se equivocaban! Muchas pensando eso vieron como se llevaba a sus maridos a la cama. Aun así las mujeres veían en ella la belleza que nunca podría llegar a tener, por eso la idolatraban. Los hombres en cambio casi se vieron aliviados con su muerte. Todos sus sueños eróticos se venían abajo y eran sustituidos por un "Lo ves...eso pasa con las mujeres bonitas, claro que yo tengo a mi Lucy". Un consuelo una resignación, llámalo como quieras.

Poco después vino la cuadratura del círculo: Hermanos son malos y matan a la chica, la justicia divina cae sobre los hermanos y acaban muriendo también, fin de la historia.

- Decías en tu libro que hay testimonios que dicen haber visto como los enfermeros que se le llevaban le inyectaban algo en el pecho.

- Y si pudiera lo eliminaría de ese capitulo. De hecho si vuelvo a reeditarlo algún día así lo haré. Esos testimonios tenían poco fundamento, puede que fueran solo rumores, y aun siendo verdad bien podía ser una inyección de adrenalina practicada en el corazón, una practica razonable de reanimación. Lastima que no haya más testigos cuando se perdieron las analíticas. ¿Por qué lo sabias? También se perdieron los análisis de sangre. Probablemente porque determinaban que la muerte no era realmente un suicidio.

- ¿Y los moratones?

- No eran determinantes. Aunque parezca extraño es posible que no tuvieran nada que ver con una posible muerte o un posible suicidio. Imagínate que soy una artista famosa y tengo varios amantes, un día llega uno de ellos y me da una paliza. Yo entonces me canso de vivir y me suicido... ¿Lo ves?

- Ese forense...Tomas Noguchi...Acabó siendo el forense de las estrellas. Sharon tate, Nataly Word, Manis Joplin

- ¡Y el mismo Bob Kennedy! Y eso es una prueba más de la conspiración. Quizá convenía darle trabajo y bien remunerado para que se mantuviera en silencio. El dinero lo puede ocultar todo amigo...Aun así Noguchi contó la verdadera historia años después. Supongo que quería ponerse a salvo de las críticas antes de que los documentos pudieran ser desclasificados. En esos documentos el forense habla de los moratones, pero ya que se encontraban en la zona lumbar bien podían deberse a un accidente domestico o quien sabe, mil causas posibles. Este descartaba también lo del pinchazo en el pecho, ya que no encontró ninguna herida de aguja.

- He leído esos documentos desclasificados, Noguchi cree que pudiera tener relación con el asesinato, aunque desconoce que lo pudiera originar.

- Es ya imposible saberlo, ese tipo de heridas cambian de color y de tamaño en pocas horas. Si se hubiera prestado atención quizá se pudiera haber descubierto algo definitivo...marcas de una hebilla o algún rastro de quien la hubiera causado. En cuanto a lo que la autopsia determinaba del estudio de las vísceras ya lo habrás leído en alguna parte. Los restos de su estomago y intestinos no demostraban que hubiese ingerido barbitúricos, aunque la muestra en sangre sobrepasaba una dosis razonable 8 mg de hidrato de cloral y el hígado contenía 13 mg de pentobarbital...mortal de necesidad aunque se desconoce la manera que eso llegó a la sangre.

- Se habla de un enema.

- Sería la única forma lógica de explicar que tal cantidad llegase a la sangre. Aunque no entiendo porque hemos de dar ahora por validos los documentos de ese forense. Si mintió una vez, ¿No podría ahora hacer lo mismo? Recuerda que en la década de los ochenta Noguchi fue investigado, el gobierno le preguntaba porqué no habían aparecido barbitúricos en el aparato digestivo y tampoco los restos de tinte amarillo que habían de dejar las capsulas. Arguyó que quizá en un estomago muy acostumbrado a ingerir barbitúricos, como podía ser el de Marilyn, las capsulas se diluyeran con más facilidad. En cuanto a los pinchazos no localizados...bien, dice que ese tipo de agujas hipodérmicas no necesariamente habían de dejar marca. Claro que no pudo explicar como alguien puede ingerir una dosis setenta veces mayor a la mortal. La lógica dice que el cuerpo reaccionaria antes de que la totalidad de capsulas pasaran al estomago. Como ves ese forense no hacía otra cosa que cubrirse las espaldas. ¿Y ahora hemos de creer lo que dice?

- Quizá la clave no esté en la autopsia.

-La clave, como tú dices, puede estar en cualquier lugar. Normalmente en estos casos hay pocas pruebas y ningún testigo. En este caso los testigos son varios y además todos han dejado pistas. ¿No te parece extraño? De alguna manera parecía que unos iban dejando pistas de los otros para dejar patente su culpabilidad. Demasiadas pistas...demasiados sospechosos.

- Fue encontrada con el teléfono en la mano.

- Correcto. Y si pudiéramos saber a quien pretendía llamar sabríamos también la mitad de los datos necesarios para encontrar un culpable.

- Pero eso no tiene lógica. Se suponía que alguien le había llenado el cuerpo de barbitúricos, siendo así es evidente que quienes lo hicieron la dejaron con vida. Al menos con el hálito suficiente como para intentar pedir ayuda por teléfono.

- Me dejas fuera de juego amigo. ¿A que viene ahora ese interés por la historia de la muerte de marilyn? No te hacía yo navegando entre conspiranoias.

- Digamos que no estoy en mi mejor momento. Y digamos también que alguien me ha ofrecido un dinero por averiguar todo lo que sepa sobre el asunto.

- Dudo que se pueda averiguar mucho más de lo que ya se ha hecho. Aunque hay algunos factores que parece que nunca se han tenido en cuenta, seguramente por que nadie conocía los datos. Dicho de otra manera, faltaban algunos detalles que quizá ahora encajen.

- ¿Cómo que?

- No hace mucho se pusieron a subasta algunos informes médicos de la artista. En ellos se muestra como dos meses antes de su muerte se sometió a cirugía, una rinoplastia debido a que su nariz quedó mal parada en un "tropezón nocturno". No hace falta que te diga que todo el mundo adivina en esa caída fortuita la mano de algún matón...

- O algún amante muy fogoso o disgustado...-interrumpí.

- Cualquiera de las dos opciones sería valida.

- Pero no entiendo que relación pudiera tener con su muerte, piensa que se produjo dos meses más tarde, dudo que nada que pudieran hacerle tuviera que ver con el día de los hechos.

- Yo tampoco tengo datos, pero piensa que nada es casual. Además también se llegó a saber por esos informes que Marilyn sufría Neutropenía, una disminución de las células de la sangre, lo cual podía traer consecuencias a la larga. Como mínimo debía de sufrir más infecciones de lo habitual. Quizá no tiene mucho que ver pero sufriendo esa enfermedad no me encaja que se sometiera a una cirugía estética de aquella época, y pudiera aparecer como si nada un mes después.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- Nada, no tengo ni idea de que pudiera tener alguna relación, pero como mínimo es un hecho curioso, por no decir extraño. Piensa que actualmente y sabiendo que la ciencia a avanzado años luz, se podría dar perfectamente una infección en un paciente aunque no tuviera ninguna predisposición a tenerla. Se leen en los periódicos cientos de casos de problemas en el postoperatorio que han causado problemas importantes que han obligado a algunas clínicas a pagar indemnizaciones millonarias. Solo te digo que es un dato más, quizá irrelevante, pero un dato más. Como también sé que todo esto es solo una excusa para encontrar algo más. Que estás buscando Walls?

Dudo que te importe una mierda como murió Marilyn Monroe. Al menos que averiguando el porqué de su muerte llegues a alguna conclusión. Estos temas no están hechos para ti. Nunca has querido navegar por estas aguas...al menos claro...

- Ahórrate las ironías. Estoy hablando de su diario.

- Por supuesto! ¡Eso ya se parece un poco más a los asuntos que solías investigar! Geopolitica...Kennedy...Castro...Bahia Cochinos...

¿Que el presidente tenía intenciones de invadir cuba era una obviedad. ¿De verdad crees que Kennedy le explicó sus planes a su amante? ¿Qué crees que había en ese diario, el plan estratégico trazado? Es absurdo. No creo que en ese diario hubiera más que frases tórridas y poemas de quinceañera. No creas que "la rubia" daba para mucho más.

Una carcajada estalló en el local, con tal fuerza que parecía que iba a hacer saltar todo por los aires. El camarero acostumbrado a cosas peores a penas si levantó su mirada del vaso que andaba limpiando. Al fondo una pareja se mostró sobresaltada, aunque en segundos volvieron a la discusión que segundo antes habían empezado.

Gordon no podía dejar de reír. Golpeaba la mesa con una mano mientras con la otra se limpiaba sus ojos llenos de lágrimas. El gesto me pareció exagerado, quizá fruto de un rencor de años era la única forma de atacarme. Lo cierto era que de una forma u otra, el motivo de mi visita le hacía mucha gracia.

- ¿Y si lo encontraras? Que harías con él? Si lo que buscas es lo que se esconde entre sus páginas...francamente...puedes ahorrarte el trabajo. Dudo que ese diario contenga nada interesante. Y si lo que quieres hacer es convertirlo en una reliquia y venderlo al mejor postor...Ya te he dicho que ya nadie se cree nada. En menos de una semana aparecería algún "listillo" intentando demostrar que ese documento era un fraude. ¿No lo sabes? En este negocio todo tiene un camino de ida y otro de vuelta...el ying y el yang...el cielo y el infierno...la luz y la oscuridad. Por cada teoría que yo he podido demostrar han salido veinte mamarrachos intentando demostrar que no tenía razón. ¿Y por qué? ¿No tiene sentido? Si no crees en algo, lo ignoras. No te pasas la vida rebatiéndolo.

Decidí que debía escuchar a Gordon. Era lo mínimo que podía hacer después de tantos años y algo me decía que al hacerlo llegaría a mí alguna pista. Por algún motivo extraño algo me susurraba al oído: "Escúchalo, escúchalo..."

- ¿Sabías que Paul Mc Cartney murió en el 66?

- Algo he leído. Como tú dices hemos salido del mismo agujero.

- La diferencia es que a ti siempre te han creído...o te creían hasta que decidiste jugar con la droga...-Aquella frase sonó tan dura y insultante que el mismo Gordon pareció avergonzado y se llenó la mirada de disculpas antes de bajar los ojos y seguir jugando con su vaso de whisquy- Lo siento amigo, ya no mido mis palabras. Eso es porque voy a demasiados debates televisivos, sino fuera por lo que pagan dejaría de hacerlo...es humillante. Como te decía desde el 66 un tío hace el papel de Mc Cartney. ¿Te lo puedes creer?

- La verdad es que cuesta creerlo.

- Hay informes científicos. ¿Sabes? Estudios que demuestran que el rostro del músico no concuerda con el que tenía antes de su supuesto accidente. Se han hecho también estudios sobre su voz y también demuestran a las claras que ese hombre no es el mismo que se presentó con su banda en el 62.

- La teoría dice que el autentico MCartney murió en un accidente.

- Sí. Y que lo sustituyó un canadiense que fue escogido en un casting que había de decidir un doble que ocupara su lugar. Un tal William Campbell...Tienen nombre de licor barato... ¡Es tan evidente que resulta insultante! ¿Y has visto que alguien crea esa historia? ¡Nadie! ¡A la gente le da igual que le pongas las pruebas delante de sus hocicos! ¿De verdad crees que es por que no se creen esa historia? ¡La creen tanto como yo! Las pruebas son tan evidentes que solo hay una respuesta. Mc Cartney murió y vino otro a sustituirle...Pero nadie quiere la verdad, la verdad es gris y no nos gusta. El público quiere su verdad, la que le es más cómoda, la que no les hace pensar...

Amigo...Marilyn se suicidó, aunque el más tonto sabe que no lo hizo sola. Llámalo asesinato, error medico, inducción al suicidio...!Qué importa! El mundo prefiere recordar una actriz atormentada por las depresiones que un día decidió quitarse de en medio que una zorra que se arrastraba por las camas de la Casablanca. Es así...En cuanto a ese diario...Si un día apareciera, cosa que dudo, se desmentiría su veracidad de inmediato.

- No me importa. Solo pienso que en ese diario hay algo que me interesa. El problema es que no sé lo que es. De hecho no es más que un encargo. Alguien se ha empeñado en que indague en la muerte de Marilyn Monroe y no se porqué he pensado que el diario tendría mucho que ver con su final.

- Eso lo piensa todo el mundo. Marilyn amenazó con hacer público el contenido de sus paginas si Kennedy seguía usándola como un objeto. Era un diario del cual no se separaba nunca y todo empezó cuando su psquiatra Greenson le sugirió que anotase sus pensamientos ya que eso la podía ayudar en su terapia. Y vaya si lo hizo! Claro que nadie podía imaginar que también ilustraría en sus páginas sus conversaciones con JFK... sus asuntos con su hermano Bob...

Pero ya te digo, nada de asuntos de estado ni planes de conquistar el mundo.

En realidad creo que si quieres saber algo de este asunto te has dirigido a la persona equivocada.

- Siempre pensé que eras un experto en el tema. De hecho ese libro que escribiste...- La mirada de Gordon ya era una respuesta en sí, aun así dejé pasar unos segundos sin acabar la frase, algo me decía que mi amigo estaba a punto de confesarme algo.

- Nadie es perfecto socio. Y todos hemos de comer. No he estudiado ese tema más que tú o cualquier otro. No niego que el tema era suculento y podía ser un libro fácil de vender. Un artículo por aquí...una entrevista...en realidad tuve acceso a algún informe policial pero poca cosa más. Ese libro está vacío de contenido, no aporta nada. Ya te dije que si pudiera lo escribiría otra vez. En el faltan datos. Quizá lo que en principio pareciera un crimen urdido por el aparto más siniestro del gobierno no fuera más que un crimen al uso o un accidente domestico.

- ¿Qué quieres decir?

- Algo tan obvio que no entiendo que nadie cayera en ese asunto. Todos los testimonios dicen que vieron entrar a Robert Kennedy varias veces antes de la muerte de la diva. ¿Y quien son esos testigos? El noventa por ciento de ese argumento se sostiene por el testimonio de Eunice Murray, que como sabes era la enfermera personal de Marilyn además de su sobrino que se encontraba haciendo tareas de mantenimiento en su casa. ¿No te parece jodidamente extraño? Esa mujer podía haber contratado a toda una cuadrilla de albañiles y poner la casa patas arriba, remozándola de nuevo aprovechando cualquier rodaje. En cambio dormitaba en su habitación rodeada de pastillas...¿Mientras un tipo daba martillazos en la habitación contigua? Eso es como mínimo una extrañeza sin sentido.

- ¿Quieres decir que ese hombre pudiera tener algo que ver? A eso te debes referir con lo de "crimen común" o "accidente doméstico"

- Valóralo tu mismo. Además te diré algo que te abrirá los ojos de par en par. La enfermera confesó en su declaración que había visto el coche de Bob Kennedy cuando salió a la calle a hacer unas compras...

- Con lo cual pudo dejar sola a Marilyn con su sobrino...

- Es solo una teoría más. Pero construye tu mismo la escena. Un tipo trabajando en la cocina. 6 de agosto...hace calor...Su tía ya le ha ofrecido un par de cervezas...él se sirve otra más...de repente cae en la cuenta...Está solo en casa... y al otro lado de esa pared hay una mujer...no una mujer cualquiera...es Marilyn Monroe...millones de hombres darían la vida por estar en su lugar...el sabe que debe abrir esa puerta...jamás en la vida tendrá otra oportunidad igual...Quizá luego podrá contarlo en el bar y presumir frente a sus amigos...

Además sabe que la chica debe estar durmiendo y si lo que su tía le ha dicho es cierto se habrá tomado ya sus somníferos...Quizá la pueda ver...tocar sin que ella pueda notarlo siquiera...

- Y con eso me estas diciendo que en algún punto de su "aventura" se fue el asunto de las manos...!Claro! No está mal la teoría, quizá eso explicaría los moratones. Lo que no entiendo que delante de esa evidencia no le cargaran a él el "muerto". La policía lo tendría bien fácil.

- Todo lo que te estoy diciendo es pura elucubración. Ni siquiera he investigado a fondo el tema. Pero imagina que todo ocurrió así. Eunice Murray llega de su compra y descubre el desaguisado que su sobrino ha causado. Recuerda que los vecinos afirman que el hermano de JFK apareció en escena sobre esa hora. La casualidad hace que llegue justo en el momento de los hechos...y La enfermera tiene algo que Bob Kennedy hace tiempo que anda buscando...

- El diario...Puede que le diera ese diario ha cambio de protección. Explicaría también que todo el aparato de estado protegiera,!No! Ahora ya no me cuadra el asunto! En cuanto el gobierno tuviera el diario en las manos les hubiera costado poco detener al sobrino de la enfermera.

- A menos que les interesase a todos mantener el suicidio como argumento. Si se demostraba el crimen y se detenía a Norman Jeffries, que así es como se llamaba el individuo en cuestión, podía parecer que en realidad le estaban cargando las culpas cuando todo el publico podía pensar que en realidad estaban los Kennedy detrás de la muerte.

Y por si fuera poco el expediente policial explica que ese mismo día Marilyn decide despedir a su enfermera. ¿Por qué? Piensa que su sobrino llevaba días trabajando en la casa. ¿Se hartó de sus indiscreciones? Finalmente aparece el de siempre, el psiquiatra de Marilyn y convence a la actriz para que no despida a Eunice Murray. Aún así y para que se aplaquen los ánimos aparece el fiscal del estado y les ruega que desaparezcan durante unas horas. Eunice y su sobrino se van a casa de una vecina. Cuando vuelven encuentran a Marilyn muerta. ¿No ves que todo eso no tiene ningún sentido?

- Ya te entiendo. Eso añade una pieza más a ese puzzle. Quizá me convenga averiguar que fue de ese tal Norman...Aunque...No dices nada de Pat Newcomb, la agente de prensa, parece ser que también anduvo en el escenario del suicidio horas antes.

- Al fin y al cabo veo que te has dignado a leer mi libro...-dijo rellenado de wisquy mi vaso- Eso en sí es una prueba más de mi argumento. Si lo que digo es cierto no había testigos para confirmarlo, por tanto había que buscar a gente que reafirmara el argumento del suicidio. Por una cuestión práctica se echó mano de los más cercanos: Su secretaria, su psiquiatra, su enfermera...No tiene mucho sentido tanta gente en tan corto espacio de tiempo. Si hacemos caso del informe policial aquello podía parecer el camarote de los hermanos Marx. Primero entra Greenson el psiquiatra para convencer a Marilyn que se calme y no despida a su enfermera, claro que lo hace acompañado de Pat Newcomb. Otras declaraciones dicen que es Bob Kennedy quien acompañaba a la secretaria de Marilyn y que además le acompañaba también Peter Lawford...

- ¿Quién ese Peter Lawford?

- No importa demasiado, además léete otra vez el libro si quieres saberlo. El caso es que quizá demasiados personajes en una sola obra...

- Más que una obra podía ser un telefilm...

- Lo dices por las filmaciones de Fred Otash. No hay nada demostrable. Ese detective siempre sostuvo que dejó cámaras en la casa de Marilyn por orden de "vete tú a saber quien". Pero francamente lo dudo, me suena que era un "farol".

- Ese Fred Otash también aparece en una de mis entrevistas con mis pacientes.

- ¿Tus pacientes? ¿Hablas de ese encargo que te llenará los bolsillos?

-Espero que así sea. Ese viejo me ha metido en una especie de enigma. Parece que le gusta jugar y no tiene suficiente con pedirme lo que quiere a las claras. Según él. Quiere saber"si estoy preparado para darle lo que busca". Me preparó citas con una serie de pacientes, según él para escribir un libro sobre enfermedades mentales. Ahora sé que todo gira en torno a la muerte de Marilyn Monroe y ese maldito diario. Cada personaje entrevistado tenía algo que ver con alguien que había estado implicado en ese "suicidio".

-¿Tienes idea que es lo que quiere de ti realmente?

- Empiezo a sospecharlo. Quiere que averigüe algo que en estos momentos desconozco. Aunque al menos ya tengo en mi poder la primera pieza. Como mínimo le puedo ofrecer algo a ese viejo. Se donde quiere que me meta y lo que está buscando realmente...