Parte 6 "Aclarando ideas"

Capitulo seis


Aclarando ideas


Reconozco que me pareció fácil, muy fácil. En realidad aquello era un juego de niños. Podía haber buceado en cualquier buscador de Internet y teclear los nombres que había recibido de los tres primeros pacientes entrevistados. En realidad no hacía falta escuchar el resto de grabaciones, ya lo tenía claro, solo había tenido que introducir aquellos nombres en mi mente y barajarlos convenientemente: Edgard Houver...Sam Giancana...Fred Otash...todo apuntaba en la misma dirección...Marilyn Monroe.


Otra cosa muy distinta era llegar a imaginar que pretendía Oscar con aquella investigación. ¿Cuáles eran sus propósitos? ¿Saber quien asesinó a Marilyn? Aquello era ya un secreto a voces, teniendo en cuenta que cada personaje de aquella opereta actuaba en beneficio propio y actuaban guardándose las espaldas quizá también existía la posibilidad que "jugasen para otros equipos", la cantidad de combinaciones era casi inacábale. Por un lado estaba el detective estrella que aun siendo contratado por Marilyn también trabajaba para Hugues el millonario, grabando las conversaciones con los Kennedy. Luego por su puesto el juego de poder entre los dos hermanos que usaban a la diva en beneficio propio aunque luego acabasen por pasársela de mano como una falsa moneda. Y por su puesto el papel de Hoover, oteando todo desde su atalaya del FBI, que bien podía haber sido el ideólogo y ejecutor de ese asesinato, aunque no tuviera necesidad de mancharse las manos de sangre. Contaba con suficientes figurantes como para no haber de implicarse demasiado.


Si hacemos caso a lo que dice Otash, el primer candidato como asesino de Marilyn era Bob Kennedy, claro está que encubierto posteriormente por Eunice Murray, la enfermera y también ama de llaves. Y para que no falte nadie más en el sainete también contamos con la presencia inestimable en la escena del crimen de un forense novato y un policía que es censurado a pocos días de abrir el caso. Y si a todo ello, y para que no falte de nada, le añadimos personajes como Frank Synatra o Artur Miller y ya tenemos preparado una espesa telaraña de conflictos, ambiciones, traiciones e intereses de la cual será muy difícil vislumbrar donde empieza un culpable y acaba el siguiente. Por tanto si Oscar creía que yo podía averiguar algo que ni los años ni cientos de periodistas, investigadores y biógrafos habían intentado...andaba muy equivocado.


Y aun suponiendo que mi, aun poco demostrada, perspicacia como investigador, diera sus frutos, aun imaginando remotamente que yo pudiera recoger suficientes pruebas como para poner un nombre al culpable de la muerte de Marilyn Monroe, ¿Podría eso importar a alguien? Pudiera darse el caso incluso que los culpables ya estuvieran muertos o peor aun que mis conclusiones molestaran a alguien y me viera, como tantos, con mi cadáver flotando en el canal de Manhattan.


Estoy casi seguro que realizando una encuesta mundial más del noventa por ciento de los entrevistados afirmarían a pies juntillas que los ideólogos de la muerte de JFK fueron los mismos estamentos gubernamentales, y llegando a esa conclusión, de la que ya hay pruebas contundentes. ¿Ha ocurrido algo al respecto? Solo han pasado menos de cuarenta años del magnicidio y todo ha seguido igual, hasta hace poco la saga de los Kennedy seguía dominando los poderes facticos, es posible que aun descendientes de aquellos protagonistas sigan ocupando lugares de poder. ¿Le importa a alguien?


Ahora mismo se sigue dudando de la veracidad de las investigaciones llevadas a cabo después del 11s, son muchas las voces que ven "zonas oscuras" en los hechos acaecidos el once de septiembre y que acabaron en la guerra de Irak. Y aun teniendo en cuenta la importancia de los hechos y sus consecuencias no hay una investigación en curso ni una voz en el desierto que clame justicia. Con unos hechos tan devastadores y que hemos olvidado tan pronto... ¿A quien le podía importar que una actriz muriera, aunque fuera rodeada de unos hechos tan comprometedores? La respuesta es...a nadie.


Pero si Oscar quería una investigación yo se la iba a dar, no sin antes asegurarle que de lo investigado no iba a trascender ninguna novedad. De hecho ya tenía en mi poder miles de recortes y pantallazos recogidos en toda la red. Poca cosa más le podía ofrecer, aun así debía ser sincero, una cosa es que ese viejo excéntrico decidiese dilapidar su fortuna en aquel pasatiempo investigatorio y otra que yo le tomara el pelo. Debía pues mostrarle los hechos como eran, sin quitar ni añadir ningún dato.


Recuerdo aquel falso reportaje sobre la llegada del hombre a la luna en el 1969, "Operación luna". En él varios personajes de la vida política estadounidense fingían una revelación importante, el hombre jamás había pisado nuestro pequeño satélite...Claro que al final del reportaje se emitían unas "tomas falsas" donde todos ellos bromeaban sobre el tema. Todas aquellas declaraciones habían sido una gran mentira... Siempre pensé que no había mejor manera de desmentir un asunto que intentar despistar al público con una ensalada de declaraciones falsas, verdaderas y testimonios a medio descubrir. Después de aquel reportaje emitido por el canal franco-alemán Arte en el año 2002, gran parte de la población, sobre todo aquellos que habían creído a pies juntillas que el viaje a la luna era una gran mentira, empezaron a dudar del asunto. Las grandes verdades suelen ocultarse con medias mentiras.


Lo mismo ocurrió años mas tarde con el asesinato de Kennedy. Eran tantas las fuentes y en apariencia tan claros los testimonios que actualmente ya nadie acierta a emitir un veredicto, ¿quien mató a JFK? Todos tenemos claro que fue un asesinato, después de eso poca cosa más. ¿Fue la mafia? ¿El propio gobierno realizó el trabajo encabezado por el oscuro Edgar Hoover? ¿Fueron los comunistas? Misteriosamente poco después del asesinato empezaron a aparecer culpables señalados a dedo por sus enemigos. La saga Kennedy aunque en apariencia de las más sólidas de Estados Unidos tenia los cimientos muy débiles, unos cimientos construidos a base de negocios con los sectores más corruptos de la sociedad. Las revistas de misterio hablaron miles de veces de la terrible maldición que asolaba a toda la familia, con varios fallecimientos que tuvieron lugar de forma misteriosa. Luego vinieron ataques al corazón, accidentes aéreos, bebes prematuros...seguramente si se analiza fríamente no habrían más muertes ni un numero superior de accidentes que en cualquier familia media del país. Claro que a todas esas muertes y accidentes naturales había que añadir todos los "sucesos misteriosos", por su puesto el asesinato de los dos hermanos, el presidente y el senador de los estados unidos y luego todos los que seguro, han tenido que ver y han sido consecuencia de alianzas poco recomendables y enemistades centenarias. Cada hecho tiene una consecuencia.


Las verdades a voces, las investigaciones con el fin de esclarecer grandes conspiraciones nunca han llegado a hacer mella en las bien engrasada maquinaria del poder. Y seguramente tiene que ver esa catarata de datos, esa sobre-información a bocajarro, otra vez más se tapa la verdad con grandes dudas y con medias verdades.


¿Qué pretendía Oscar Brown? Cualquier información que yo pudiera averiguar sería acallada poco después por los poderes fácticos o directamente por el mismo gobierno. El mismo lo dijo, cuando alguien molesta se le desactiva de inmediato, miles de veces se ha empleado el viejo truco de poner una bolsita de droga en el bolsillo en un registro rutinario. Otras veces la solución es más drástica y el "periodista curioso" se levanta por la mañana con una bella dama en su cama que en realidad es un bonito cadáver, claro que cuando demuestre su inocencia aparecerán decenas de testigos diciendo que han visto al individuo en cuestión cenando con aquella pobre chica.


Pero parecía que aquel anciano extravagante tenía un plan mas elaborado reservado para mí. Según sus palabras estaba seguro que podía ganar esa partida de ajedrez y además podría hacerlo sin sufrir ninguna consecuencia...Claro que el aun no sabía aquello del coche negro. Por lo visto en su plan meticulosamente elaborado aun quedaban algunos flecos. Solo llevaba unos días investigando, de hecho solo había repasado un par de grabaciones y aun no había descubierto nada. Aun así, aquel coche negro esperaba día si y día también frente a mi casa. Era una evidencia que me seguían, además no se molestaban en disimular. Más, al contrario daba la sensación que querían dejarse ver. 

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