Capítulo 4

No había nada en la azotea, el piso estaba pintado de rojo y la pintura se despegaba por la humedad. Había una barda de semento del mismo color que el piso que nos llegaba más o menos a la altura del ombligo; había ropa tendida de un lazo que colgaba de la pared donde estaban las bodegas de los apartamentos, tenia pequeñas ventanas (todas cerradas) y una puerta negra de metal.

Estaba sentado con la espalda recargada en la pared de las bodegas, estábamos sentados en círculo tomando y fumando, bueno... yo no fumaba.

Estábamos platicando de la escuela y de cómo las personas son una mierda, me ofrecieron un cigarro y acepté; Marco se sentó a mi lado para mostrarme cómo hacerlo, tosí un poco y no me gustó pero cuando iba por la mitad comenzó a gustarme.

-¿Practicamos?- le dijo Eloy a Diego.
-No creo- dijo mostrándole los anillos de sus dedos, metió sus dedos entre su cabello para acomodarlo hacia atrás (como siempre lo hacía) ,aun que su cabello siempre regresaba a la posición en la que se encontraba inicialmente -Además me arreglé mucho hoy como para que me arruines la cara- dijo recargando sus manos en el piso. Diego llevaba puesta una camisa de botones colores naranjas y amarillos que parecía quedarle grande y dejaba ver su pecho, la camisa estaba fajada dentro de su pantalón de mezclilla con cinturón y sus tennis combinaban con su camisa.

-¿Entrenar?- pregunté mirando a Eloy que estaba de pie con una navaja en las manos.
-ven- me dijo tomándome de la mano para ayudarme a parar, le dio la navaja a Marco.
-ahora ponte en posición- me dijo subiendo los puños cubriendo la mitad de su rostro.
-la verdad yo no se hacer esto- dije copiando su posición, se movió para acomodarme bien y comenzó a enseñarme mientras los demás chicos solo estaba sentados platicando y mirándonos. Después de un rato de esquivar golpes y dar golpes comencé a entender mejor cómo hacerlo y empezamos a hacerlo un poco más rápido, me sentía bien, más confiado conmigo mismo y también estaba feliz de convivir más con Eloy ya que es muy callado.

Terminamos de practicar y ambos estábamos cansados, caminamos hacia los otros chicos que estaban parados recargados en la barda de cemento mientras hablaban. Mientras caminábamos hacia ellos vi como Diego se puso un cigarro entre los labios y en vez de prenderlo con el encendedor lo acerco al cigarrillo que tenía Marco entre sus labios, se quedaron un segundo cerca hasta que encendió el cigarro, cuando llegamos Diego soltó el humo por su boca. Fue algo que me pareció "extraño" pero no le di importancia.

-¿Cómo les fue?- preguntó Diego pasando su mano por su cabello, Marco solo nos daba la espalda mirando hacia la calle.
-Bien, aprende rápido- dijo Eloy revolviéndome el cabello, lo que me hizo sonreír.
Marco volteo hacia nosotros -¿hay cosas en la bodega de tu departamento?- dijo tomándome un poco por sorpresa.
-Pues supongo que tiene el tipo de cosa que tiene las bodegas, muebles viejos, algunas cajas, no se- respondí mirándolo un poco extrañado pero sospechaba lo que insinuaba. Marco volteo por coleto hacia nosotros.
-¿Y si lo convertimos en nuestro refugio?- acercó su mano con el cigarro entre sus dedos a sus labios. No entendía si me estaba pidiendo permiso, pero no iba a perder mi oportunidad de seguir juntándome con ellos.
-Claro, sería cool- respondí tratando de no sonar inseguro.

Eran las 10am y estaba nublado, seguro seria un día lluvioso. Lo importante es que eran las 10am y no había nadie en mi casa así que bajé a buscar las llaves de la bodega mientras los demás chicos me esperaban arriba o era lo que creía. Escuché pasos detrás de mi y cuando volteé vi a Diego  -¿Te ayudo?- preguntó susurrando. Le sonreí y asentí mientras me agachaba al cajón donde guardan herramientas y llaves extras de los cuartos, tomé las llaves y saqué la que estaba pintada de negro. Voltee a ver a Diego que estaba usando su teléfono recargado en el marco de la puerta.
-Listo- dije para que despegara su mirada de la pantalla del celular.
-Vamos- cerré la puerta detrás de nosotros y comenzamos a subir las escaleras, yo quería ir rápido para no tener que estar en un silencio incómodo con Diego.
-Oye- escuché a Diego y me puse un poco nervioso por el silencio.
-¿Tienes novia?- preguntó acelerando un poco su paso para caminar a mi lado.
-No- respondí simplemente a la pregunta sin saber si explicar o solo dejar así mi respuesta, pero cuando no escuche nada decidí continuar. -nunca he tenido novia ¿y tú?- mentía, solo no quería hablar de ella nunca más, era humillante, traté de hacer plática, aún quedaban unos cuantos pisos para llegar a la azotea. -Oye una vez te vi platicando con una chica- lo voltee a ver, yo creía que apenas nos aviamos conciso pero al parecer ya se había fijado antes en mi. -Y no, no tengo novia, aún que eh tenido como 3 pero las últimas ves salí con un chico- faltaban solo unos escalones para llegar a la puerta que abre hacia la azotea. -¿Y cómo te fue con eso?- abrí la puerta mientras seguía prestando atención a su historia.
-Me fue bien, era muy lindo y guapo pero terminó conmigo hace como 2 meses- Seguí escuchándolo mientras caminábamos hacia los otros chicos -¿Dolió?- pregunté cuando ya casi llegábamos con los chicos. -No te imaginas cuanto- respondío, di un par de golpes reconfortantes en su hombro.

Había experimentado muchos tipos de dolores, por muchas personas pero no sabía cómo se sentía uno de ese tipo, no es que nunca me haya interesado en el amor, era como si más bien me hubiera rendido; seguro duele mucho, por ahora no necesito más dolor en mi.
-Tenemos la llave- dije cuando llegamos con los chicos que tenían botellas de alcohol en sus manos.

Comment