La revólver sin balas

De repente oímos unos pasos así que cada quien tomo su arma (excepto por Manuel que seguía desmayado) y apuntó hacia la puerta. Entraron cinco soldados. Ninguno pudo alcanzar a dar ni dos pasos en la habitación cuando las balas de nuestras armas empezaron a volar. El tiroteo duró como unos cinco minutos cuando al fin habíamos podido ganarles.


En cuanto voló la última bala de mi revólver fue cuando Manuel despertó. En cuanto despertó le explicamos que básicamente nuestro plan era hacer el mayor desorden que pudiéramos con nuestras armas y después salir corriendo del lugar como pudiéramos.


Mi revólver se había quedado sin balas me era inútil así que me la guardé en mi bolsillo y agarré una de las armas de los soldados.


Salimos del cuarto corriendo y gritando como locos. Corríamos por el pasillo que fuera intentando encontrar el lugar para salir de una manera milagrosa. Aún con todo nuestro escándalo ningún guardia se apareció pero eso no nos importó, nosotros seguimos gritando y corriendo como niños haciendo berrinche.


Ninguno tenía idea de porque no aparecían guardias, soldados o alguien. Después de una hora de andar corriendo como locos por todas partes lo descubrimos.


Después de tanto correr llegamos a un salón enorme que tenía vista hacia la ciudad. El cuarto estaba lleno de tableros y botones y muchas luces pero lo más importante de todo lo que había en ese salón ahí había como unos treintas soldados y unos diez aliens con bata verde incluyendo a la cucaracha.


Uizá se reguntaron en el amino hacia acá- la cucaracha empezó a hablar- Nos untamos odos quí ara tacarlos en rupo y omarlos or orpresa, ahora morirán.- Cuando dijo esto último todos los soldados empezaron a disparar. Nosotros no tuvimos más opción que salir corriendo de ahí.


Cuando salimos del cuarto la puerta se cerró detrás de nosotros. Con la puerta cerrada nos sentimos más seguros así que nos detuvimos a pensar que hacíamos ahora.


De repente uno de los soldados salió con una esferita en la mano, la lanzó hacia nosotros y se arrojó a sí mismo a la dirección opuesta. Al instante me di cuenta de lo que estaba pasando. -¡Granada!- gritó Isaac imitando al soldado saltando al lado opuesto del que estaba la granada.


Imité a Isaac, junto con Ivan. Volteé hacia donde estaba la granada justo a tiempo para verla explotar al lado de Manuel. Un segundo después el lado izquierdo de su cuerpo estaba volado en pedazos y o en llamas. Corrí hacia el y me dijo -Fragméntales la progenitora por mí Charles.- Lo haré, no te preocupes, pagarán- le respondí y Manuel murió. 

Comment