Capítulo 24

Advertencias: De nuevo, un capítulo eterno xD Contiene un poco/bastante smut. 


6:41 AM

Louis estaba realmente cansado cuando se despertó. No podía parar de pensar en todas las cosas que tendría que hacer ese día. Llevar a las niñas al instituto después de darles algo para desayunar, dejar a Harry en el suyo que para colmo quedaba en la otra punta de la ciudad y por último ir a la alcaldía para solucionar el problema que había iniciado Zayn en el burdel la noche anterior. Lo cual lo tendría todo el día ocupado y dudaba que llegase a tiempo al mediodía para recoger a Harry del instituto para tener una excusa para verlo. Sin contar que sólo había dormido cuatro horas y necesitaba seguir durmiendo otras cuatro más por lo menos.

Pero a pesar de todo se había despertado excitado, estaba demasiado caliente para ser tan temprano. Probablemente había estado soñando con Harry otra vez. Sentía una palpitación en su entrepierna lo que le hacía pensar que ya tenía una erección. Eso complicaba aún más las cosas. Si tan sólo la habitación no estuviese tan impregnada del aroma de Styles... Oh por dios, hacía mucho tiempo que no lo olía tan fuerte. Realmente iba a necesitar sexo matutino.

Cuando abrió los ojos lo que vio le pareció una aparición divina. Era eso o todavía estaba teniendo un sueño húmedo. No podía ser la realidad. Pero ojalá fuese la realidad. Styles estaba sobre él, rebotando de arriba abajo provocando que sus cabellos impactaran contra su rostro una y otra vez. Se frotó los ojos con sus puños obligándose a despertarse de una vez por todas y se quedó helado cuando se percató de que Harry estaba realmente montándolo. Y efectivamente estaba sintiendo su aroma porque el omega estaba lanzando feromonas que provocaban en Louis una atracción sexual insoportable hacia él.

No, Harry. ¿Ahora? pensó cerrando los ojos otra vez. Sin duda no era un buen momento para que iniciase su celo. De hecho, era un muy mal momento. Louis dudaba de poder satisfacerlo en el estado en que se encontraba. Hacía mucho tiempo que no ayudaba a un omega en celo y estaba mal dormido. Como mínimo tenía que tomar un buen desayuno que lo incentivara a empezar el día. Ah, pero siquiera podía pensar con claridad con las feromonas que estaba lanzando Harry. El olor era tan dulce y provocativo que lo embriagaba completamente.

Volvió a abrir los ojos y se incorporó un poco en la cama apoyándose sobre sus codos. Harry tenía las pupilas tan dilatadas que su color verde de ojos no se notaba. Sus manos estaban sobre sus muslos, su miembro, brillante debido al presemen derramado en él, chocando contra su vientre cada vez que se enterraba en el de Louis, y tenía su boca entreabierta al tiempo que gemía sonoramente. Joder, nunca lo había escuchado gemir tan fuerte. Louis sabía que ese no era su Harry, definitivamente era una versión mucho más sexualizada de Harry. Y le gustaba. No, le encantaba este Harry.

- Sí amor, así. Te daré lo que quieres – jadeó al tiempo que lo tomaba de las caderas para ayudarlo a moverse sobre él.

Si lograba anudarlo rápido quizás Harry tendría unos minutos conscientes luego y él podría encargarse de llevar a sus hermanas al instituto. No podía sacárselo de encima ahora porque... Joder, las paredes internas del omega se ajustaban perfectamente a su pene. Harry subía y bajaba haciendo que su miembro quedase por completo dentro de él durante unos segundos antes de estuviera a punto de salirse. Diablos, no había cosa que lo excitara más a Louis que un omega meciéndose sobre él y Harry lo estaba haciendo más rápido que cualquier omega con el que había estado. Louis siquiera estaba seguro de que hubiese estado con un omega tan caliente como él antes. Styles no podía haber sido virgen antes de conocerlo, simplemente no podía. Harry merecía ser follado a todas horas y de todas las formas posibles.

Muchas veces se había imaginado a Harry montándolo pero evidentemente nunca se lo había imaginado lo suficiente. Porque lo que estaba viendo superaba ampliamente sus fantasías. Aunque no le agradaba tanto cuando recordaba que Harry estaba poseído por el celo. ¿Sería tan bueno haciéndolo consciente? Joder, sí. Styles no podía ser malo en la cama ni aunque se lo propusiera. Louis siempre iba a querer enterrar su pene en él.

El omega tembló al tiempo que sus paredes internas se apretaban sobre su miembro, Louis jadeó con satisfacción sabiendo que estaba por acabar. Sí, vente para mí cariño pensó mirando cómo el rostro de Harry se contorsionaba en una exquisita mueca de placer. Segundos después algunas gotas de semen cayeron en su estómago. Por dios, no había cosa que le gustase más a Louis que Harry acabando sin necesidad de atender su polla. Se vino él también casi inmediatamente después. Estrujó la cintura del omega cuando su nudo comenzó a formarse. Harry se abrió para dejarle espacio a éste y Louis se sintió como pocas veces se había sentido a lo largo de su vida: amado. Que Styles aceptara su nudo era el gesto más amoroso que un omega había hecho por él. No importaba qué tanto lo negara Harry, siempre había sabido que le correspondía sus sentimientos. Y Louis hacía tiempo que sólo le pertenecía a Harry.

6:59 AM

Primer nudo

Harry apoyó las manos en su pecho y dejó caer su cabeza hacia adelante respirando con dificultad. Louis delineó su cintura con sus dedos suavemente tratando de apaciguarlo. Sabía lo extraño que era el primer momento de consciencia luego de una vez iniciado el celo y no quería que su omega se sintiese mal atravesándolo.

- Está bien – musitó después de bajar su respiración - Estoy aquí, Harry. ¿Me escuchas?

El omega alzó la cabeza despacio y lo miró a los ojos dejándole ver cómo sus pupilas volvían a su tamaño normal. Ahí están esos preciosos ojos verdes.

Louis gruñó levemente cuando escuchó el despertador de su móvil sonando sobre la mesa de luz. Se movió un poco para alcanzarlo y lo apagó rápidamente. Luego apoyó las palmas de sus manos sobre la cama para sostenerse.

- Entré en celo – afirmó Harry impresionado, como si recién se estuviese percatando de ello.

- Sí, ya lo noté – comentó el alfa rodando los ojos durante unos segundos. No había que ser un genio para darse cuenta.

- Joder, lo siento – farfulló Harry evidentemente apenado – Me volví regular desde que tomo los supresores pero lo olvidé – se mordió el labio inferior con nerviosismo y Louis frunció el ceño confundido por su actitud. Oh, él nunca le ha pedido ayuda a un alfa con su celo - ¿Puedes llevarme a mi apartamento? No creo que pueda tomarme un taxi – prosiguió desviando la mirada.

Louis se incorporó enseguida quedando sentado para poder obligarlo a que lo mirase otra vez. Los ojos de Harry eran demasiado bellos para que los malgastara mirando el piso siempre. Al principio le había parecido adorable que el omega se pusiera tímido por su cercanía pero ya estaba comenzando a cansarle que no lo dejase ver el color verde oscuro de sus ojos.

- Voy a dejar de hacer varias cosas hoy – dijo tomándolo de la cara con una mano provocando que el omega revoloteara sus pestañas hacia él – Pero encargarme del celo de mi omega no será una de ellas.

- ¿Tú... vas a ayudarme?

Louis asintió y estuvo a punto de decir que encargarse no era lo mismo que ayudarlo cuando escuchó que alguien tocaba la puerta. Demonios, despertaron.

- ¿Harry durmió con él? – dijo Daisy en un tono bajo y confidente.

- Sí, tonta. Es su omega – respondió la gemela antes de tocar de nuevo la puerta - ¿Lou? ¿Estás despierto? – el alfa escuchó la voz cantarina de su hermana Phoebe. No importaba qué tan temprano fuera, las gemelas siempre se levantaban con energía en las mañanas. Lo cual era un problema en esos momentos.

Styles esbozó una dulce sonrisa llena de hoyuelos que contagió al alfa rápidamente. Para sorpresa de Louis el omega depositó un suave beso en sus labios. No recordaba que se hubiese atrevido a hacerlo antes, él siempre era el que lo besaba. De todos modos le agradó, la cuestión era que ahora quería más.

- Sí. Vístanse y bajen a desayunar – contestó girando su rostro hacia la puerta para que su voz se dirigiera hacia allí.

- ¡Ok! – chillaron sus hermanas al unísono y luego escuchó sus pasos bajando las escaleras aceleradamente. Ay, la juventud...

- ¿Cuánto tiempo tenemos después de que baje el nudo? – preguntó volviendo a mirar a Harry, quien enrojeció enseguida.

- No sé, nunca estuve consciente en un celo porque nunca lo pasé con un alfa.

Louis bufó mientras se pasaba una mano por su cabello enmarañado. Eso complicaba las cosas un poco más. Bastante más, de hecho. No tenía forma de calcular el tiempo para llevar a sus hermanas al instituto ni para nada. Realmente necesitaba unos minutos para tomar un café y darse una ducha. Tendría que racionalizar el tiempo. Quizás si le gritara a Dora que le prepara algo de desayunar a las niñas... Oh, Dora. Ella podía llevar a sus hermanas en un taxi y así tendría algo más de tiempo para bañarse. Un problema resuelto. Ahora quedaba decidir cómo iba a hacer para trabajar en su casa mientras se encargaba del celo de Harry. Eso no iba a ser tan fácil de solucionar.

- ¿Qué pasa? ¿Quieres que me vaya? – preguntó Harry en un tono apacible, observando su rostro.

- No, te quiero en mi cama todo el día – respondió pasando los brazos por detrás de su espalda – Es más, si pudiese ser toda la vida sería mejor.

- Suena tentador pero... no. No voy a quedarme en tu cama toda la vida – dijo en un tono risueño el omega tomándolo de los hombros.

Aguafiestas pensó Louis mordiéndose el labio para no darle paso a una sonrisa. Harry bajó la vista hacia su boca durante unos segundos y cuando volvió a mirarlo a los ojos se sonrojó levemente. Louis se pasó la lengua por los labios mientras lo imitaba, como para que no quisiera besarlo con lo tiernas que se veían sus mejillas rosadas. Lo besó suavemente mientras acariciaba su espalda. Harry lo tomó de la nuca y enterró sus dedos en su cabello. Ahogó un gemido en su boca en forma de quejido cuando el nudo empezó a deshincharse. Ya sé, yo tampoco quiero que baje.

- Tengo que ir a hablar con Dora abajo – dijo el alfa después de separase y Harry asintió con la cabeza como respuesta – Quédate aquí. Voy a cerrar con llave.

El omega se desenganchó de él y se tiró en su lado de la cama. A Louis le sorprendió que no pusiera objeción pero luego lo vio cerrar los ojos así que supuso que estaba cansado. ¿Cuándo habría iniciado su celo? Quizás no había dormido ni una hora y todo era su culpa por haberlo llevado al hospital a ver a Delevingne. Sacudió la cabeza obligándose a no sentirse culpable por eso ahora porque tenía que actuar rápido. Cuando se levantó de la cama para dirigirse hacia su armario se encontró con las bragas de Harry hechas trizas en el suelo y sus boxers partidos en dos. Alguien estaba apurado.

Después de ponerse unos pantalones de jogging tomó la toalla que el omega había usado el día anterior y limpió los vientres de ambos. Harry ni se inmutó cuando lo hizo así que supuso que se había quedado dormido. Entonces tal vez tenía un buen rato de descanso. O tal vez no pensó cuando había puesto un pie en la escalera.

Harry y su maldita nueva oleada de feromonas. Louis se giró hacia la puerta cuando las sintió e inspiró profundamente dejándose llevar por los deseos de su alfa. Tenía que volver a su habitación, su omega lo necesitaba. Ese delicioso olor lo atraía como ningún otro haciendo que olvidase todo lo demás. Tuvo una nueva erección de inmediato y el corazón le bombeaba fuertemente contra su pecho. Todo su cuerpo le indicaba que tenía que fundirse con su omega. Más cuando Harry empezó a gemir entre sonidos guturales detrás de la puerta de su habitación Sí, sí. Yo puedo darte lo que quieres.

Unos pasos subiendo hacia arriba lo hicieron girarse en esa dirección de forma brusca por si eso suponía un peligro. Vio a una de las gemelas frenando en seco a la mitad de la escalera, mirándolo con temor.

- ¿Estás bien? ¿Por qué grita Harry? – preguntó con voz temblorosa la beta agarrándose de la barandilla fuertemente.

El cerebro de Louis se debatió internamente sobre a qué debería darle prioridad. Mi omega en celo. Mi omega en celo. Mi omega en celo. Mi hermana me teme. Mi hermana me teme. Mi hermana me teme. Por dios, no podía dañar a Daisy. No se lo perdonaría nunca en la vida a su alfa. Él no era así, no se dejaba llevar por sus instintos plenamente nunca y menos cuando un omega estaba en celo. Se controlaba mucho más si eso sucedía. Harry estaba desbaratando todas sus formas de actuar y sus planes de vida. Ahora sólo podía tener un plan: cuidar de él toda su vida.

- Está en celo – contestó Louis rápidamente, no había nada que ocultar porque se habían criado con tres omegas en su casa. Su madre y sus otras dos hermanas - ¿Qué haces aquí?

- Iba a cambiarme.

- ¿Todavía no te cambiaste? – preguntó el alfa irritado, no sabía qué hora era pero seguro era tarde – Ve, rápido. ¿Y tu hermana?

- Ella sí, está lista abajo – respondió Daisy subiendo los últimos escalones que le quedaban.

Louis bajó casi corriendo la escalera para alejarse de las feromonas que estaba lanzado Harry. Pero era imposible no sentirlas. Se preguntó si eran tan fuertes porque nunca había estado con un alfa antes o sólo era que él las sentía más porque se trataba de su omega.

El panorama que se encontró en la cocina fue peor de lo que esperaba. Estaba Phoebe tomando una taza de leche mientras jugaba con un perro pequeño que ladraba como loco. La hija de Dora, de la cual no recordaba el nombre pero sabía que también empezaba con D, apoyada en una pared aparentemente mareada por las feromonas de Harry. Dora charlando muy tranquilamente con la vecina de en frente mientras sacaba una tanda de tostadas. Louis se frenó en el marco de la puerta mirando todo atónito. Otra vez Dora había dejado entrar a la vieja chusma que vivía en frente y se había traído a su hija para que la ayudase a limpiar. Pero... ¿quién había metido un perro en su casa? Demonios, a este paso iba a ser mucho más fácil llevar a Harry a un hotel que sacar a toda esa gente de ahí. Y Louis apenas podía contener las ganas de volver al piso de arriba.

La hija de Dora fue la primera que se percató de su presencia. Las betas estaban muy entretenidas, unas con su animada conversación y su hermana con el perro. Vio que la omega bajaba su vista hacia el bulto en sus pantalones. Lo que le faltaba, haberse puesto un jogging para que todos notaran su erección.

- Mi omega está en celo – se excusó él cruzándose de brazos. Ella abrió los ojos más de lo normal por la sorpresa. Louis no sabía si era porque le había dicho que tenía omega o porque este estaba en celo.

- Yo no dije nada... - se burló la omega desviando la vista hacia el piso.

Él no le dio más importancia y carraspeó fuertemente para llamar la atención de las betas. Pero nada, sólo su hermana lo miró mientras seguía jugando con el perro.

- Mira Lou, ¿no es hermoso?

Eh... no tengo tiempo para esto pensó él rendido al tiempo que se llevaba una mano a la cabeza. No hizo falta que volviese a carraspear porque las betas más grandes se giraron hacia él cuando un gemido lastimoso resonó en toda la casa. Louis contuvo el aire en sus pulmones para que no se le hiciera tan difícil ignorar a su omega. Pero de cualquier forma no era sencillo, estaba a punto de lanzarse por las escaleras y dejar que todo el mundo se quedara en su casa.

- Tienen que irse – dijo mirando a Dora porque era quien había metido a las otras mujeres – Ahora – gruñó al borde del colapso, sólo podía pensar en anudar a Harry y su racionalidad lo empujaba a hacer las cosas del modo correcto. Por empezar, quedarse solo con su omega en su casa.

Phoebe dejó la taza en la mesada en un rápido movimiento. Las otras tres se quedaron estáticas en sus lugares mirándolo asustadas. ¿Qué parte de irse no entienden?

Louis suspiró obligándose a calmarse y se acercó a su empleada doméstica para hablarle directamente a ella.

- Necesito que lleves a las gemelas al instituto. No quiero que vengas en estos días, te llamaré cuando el celo termine.

- ¿Quién es ella? – preguntó Dora con curiosidad mientras miraba por la puerta de la cocina como si el omega en celo pudiese aparecer en cualquier momento.

- No es ella, es él.

- Oh... no sabía, lo siento.

Louis se encogió de hombros, lo que menos le importaba en esos momentos era si ella lo había creído heterosexual. O quizás sólo se había confundido porque los gritos de Harry eran demasiado agudos. Lo cual era extraño porque usualmente eran mucho más graves. Louis no podría decidir qué tipo de gemidos le gustaban más. Diablos, debería estar allí arriba con él.

Mientras su empleada doméstica se encargaba de llevar al resto de las mujeres fuera de la casa, el alfa tomó el teléfono inalámbrico de su cocina y llamó a la alcaldía para hablar con Megan.

- Secretaria del señor Tomlinson. ¿En qué puedo ayudarle? – saludó de forma mecánica la omega cuando atendió.

- Sellers, habla Tomlinson – contestó él rápidamente – No voy a ir a la alcaldía estos días. Pospone todas las citas que tengo para la semana que viene. Y dile a Ely que busque a otra persona para solucionar sus problemas con la prensa. Si pregunta por qué no voy dile que mi omega está en ce... No, dile que yo estoy en celo. ¿Entendido?

- Sí, señor.

- Ah, y voy a necesitar un nuevo asistente pronto. Empieza con las entrevistas en estos días. No me llames para nada salvo que sea una orden directa del alcalde – dijo y sin más preámbulos cortó con la comunicación.

Después de saludar a sus hermanas soltó un largo suspiro de alivio cuando la puerta de entrada se cerró. Se giró hacia la escalera que estaba al final de la sala y tironeó del elástico de su pantalón antes de subir.

- Más te vale que te comportes hoy. Te necesito al cien por cien. ¿Entendido? – le habló a su pene mirándolo como si fuese una persona. Carajo, me estoy volviendo loco pensó cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

Cuando subió arriba oyó que Harry estaba golpeando la puerta de la habitación mientras sollozaba. Casi podía escuchar lo que decía de forma inentendible entre jadeos: "Louis". Lo estaba llamando, él le había fallado a su omega. Se tragó el enojo que crecía en su interior consigo mismo y se abalanzó hacia la habitación.

Harry se le tiró encima cuando abrió la puerta. Pasó los brazos por su cuello y se colgó de él enroscando las piernas en su cintura. Louis se tambaleó por la sorpresa pero rápidamente volvió a afirmarse en el piso sosteniendo a Harry de las piernas. Este lloriqueó haciéndole un puchero con los labios como si tratase de reprocharle la tardanza.

- Ya sé, ya sé. Aquí estoy – trató de consolarlo el alfa – Soy todo tuyo ahora. Voy a ayudarte. ¿Está bien? ¿Confías en mí?

Harry lanzó un gemido agudo mientras tiraba la cabeza hacia atrás como respuesta. Louis supuso que eso significaba un "sí" así que se encaminó en dirección a la cama con el omega acuestas. Lo depositó allí y enseguida Harry tiró de la tela de sus pantalones hacia abajo con desesperación.

- Ya va, espera – dijo Louis intentando contener una carcajada. Si hubiese estado con otro omega probablemente le habría parecido insoportable lo impacientes que se volvían. Pero no con Harry, le ponía a mil que él lo necesitara con urgencia.

Se concentró en quitarse los joggings lo más rápido que pudo y cuando alzó la vista se quedó boquiabierto con lo que vio. Harry se había puesto en cuatro patas dándole la espalda. Su culo estaba muy tirado hacia atrás y Louis podía ver gotas de flujo cayendo de él. Sí, joder, así te quería.

- Louuuis – siseó el omega girando su rostro hacia atrás para dejarle ver sus ojos completamente negros. Louis determinó que Harry no parecía un lobo cuando estaba en celo. Más bien parecía una serpiente que daba movimientos lentos y sensuales.

Sin pensarlo más se arrodilló sobre la cama detrás del omega y metió dos dedos en su agujero para ver si estaba preparado. Y carajo, Harry estaba mucho más lubricado de lo que él habría imaginado. Lo escuchó lanzar un gemido más alto entre los sollozos continuos que daba cuando empezó a mover sus dedos dentro de él. Louis sabía que Harry estaba sufriendo, cuando él está en celo el fuego interno lo consume y siente que no puede respirar hasta anudar en alguien. Algo parecido debía de sucederle al omega.

- No quiero lastimarte Harry, debes decirme si te duele – le ordenó tomándolo de la cara con la mano que tenía libre para que lo escuchara.

El omega sólo jadeó dejando la boca entreabierta durante unos segundos. Louis únicamente pudo pensar en lo mucho que quería poner su pene en ella. Gracias a las feromonas, deseaba a Harry como nunca lo había deseado. Lo deseaba tanto que no podía pensar en otra cosa que no fuera meterse en su cuerpo.

Segundos después Harry empezó a mover sus caderas hacia atrás gimiendo desgarradoramente mientras se autofollaba con los dedos de Louis. El alfa sabía que nada sería suficiente para Styles salvo que anudase en él así que decidió no esperar más tiempo, quitó los dedos de su culo y los reemplazó con su polla rápidamente. Su miembro entró perfectamente de un tirón gracias a lo mojado que estaba Harry. Joder, se había olvidado lo fácil que era follar a un omega en celo. Harry chilló moviendo sus caderas hacia atrás y hacia adelante enseguida. Sí. Te gusta. Sé cuánto te gusta amor.

Louis agarró las caderas del omega con fuerza antes de empezar a moverse dentro y fuera de él. Él siquiera tenía que enviar una señal a su cuerpo para que se agitara detrás de Harry, sus instintos se habían adueñado completamente de él y tenían un sólo fin: anudar al omega. Éste retorció su espalda cuando el alfa aumentó el ritmo de sus penetraciones. Louis no se contuvo de tomarle el cabello con una mano y tironear de éste mientras entraba y salía del interior del omega. Cuando lo tocó se percató de cuán húmedo estaba. Toda una capa de sudor cubría el cuerpo de Harry debido al celo. Y su espalda ancha brillando debido a lo mojada que estaba no podía excitar más a Louis. Él podría follar a Harry en cualquier posición pero tenía que admitir que en esa se veía muy condenadamente caliente.

El omega continuaba soltando quejidos lastimeros que ahora tenían más forma de "mmms" y "aahs" que otra cosa. De vez en cuando arqueaba la espalda facilitándole el trabajo al alfa mientras que lanzaba un gemido agudo que hacía eco en la habitación. Entonces era cuando Louis pensaba Bendito, bendito celo al tiempo que tiraba de sus cabellos obligándolo a echar la cabeza hacia atrás. Y aparecía en ese momento, otra vez, ese deseo desesperado de marcarlo de una vez por todas. Estaba a sólo una mordida de que Harry fuese suyo eternamente. Ese maldito pensamiento lo atormentaba cada vez que el omega se encontraba alrededor. Su boca se llenaba de saliva, sus colmillos se expandían y su cuerpo le temblaba por la anticipación. Lo necesitaba. Necesitaba clavar los dientes en la piel de Harry hasta que gritara del dolor que sólo podría calmar con su saliva. Entonces todos los sabrían. Ese omega era suyo. Suyo, hasta la muerte. Y de nadie más.

Pero eso era lo que quería su alfa, él tenía que calmarse y no hacer nada apresurado. Al menos no sin tener el consentimiento de Harry. No le gustaba tener que preguntar por algo que quería pero sabía bien que un lazo no era un juego de niños y si Harry no estuviese de acuerdo en formar uno con él ambos serían miserables toda la vida.

- Sssí. Da-dámelo. Dámelo – balbuceó el omega tirando su culo hacia atrás cuando Louis volvió a enterrarse en él.

- ¿Quieres que tu alfa anude en ti Harry? ¿Eh? – preguntó Louis con la voz entrecortada por pequeños jadeos. Seguidamente soltó el pelo de Harry para tomar su miembro lleno de presemen y sacudirlo con su mano - ¿Quieres que te anude?

- Sí. Sí alfa, sí – rogó el omega entre sonidos guturales antes de venirse sobre la mano de Louis. Este lamió los restos del líquido pegajoso en sus dedos y cerró los ojos con satisfacción cuando sintió el gusto salado recorriendo su paladar.

Basta de juegos se dijo a sí mismo enterrando sus dedos en las caderas de Harry para acelerar el ritmo de sus estocadas. Entró una, dos, tres, cuatro veces más dentro del omega y sintió todo su calor corporal concentrarse en la zona baja de su vientre. Tan cerca, tan cerca.

- Louuuis, por favorr – rugió el omega torciendo su espalda aún más, si eso era posible.

Sólo otro gemido agudo de Harry bastó para que Louis se corriera dentro de él. Apretó los dientes cuando sintió su pene hinchándose por el dolor que eso le provocaba. Pero era un dolor placentero, mezclado con un sentimiento de superioridad por ser alfa. Ellos estaban diseñados para fecundar a los omegas y se sentían indispensables para la supervivencia de la especie. Un beta podía fecundar a un omega pero el fruto de esa concepción no sería nunca un alfa, y rara vez sería un omega. Louis siempre sentía, cuando anudaba a Harry, que lo embarazaría de inmediato porque su nudo se expandía hasta límites que él no conocía gracias a que el omega no lo rechazaba. Él nunca, jamás en su vida, había querido tener hijos. Pero la idea de Harry embarazado necesitando de su cuidado y atención las veinticuatro horas del día lo excitaba demasiado. Podía imaginarse criando un niño a su lado. No es que él no supiese cómo hacerlo, él prácticamente había criado a sus cuatro hermanas menores. Siempre había tenido el bichito de la paternidad escondido en algún lado, Harry sólo lo había vuelto a despertar.

8:11 AM

Segundo nudo

Harry arqueó la espalda hacia atrás soltando un grito desgarrador antes de desplomarse sobre la cama. Louis apoyó sus manos a cada lado del cuerpo del omega para no aplastarlo. Ambos estaban agitados pero parecía que a Harry cada inspiración no le bastaba porque hacía un sonido extraño al respirar. El alfa se inclinó despacio hacia abajo y le besó el hombro suavemente.

- Tranquilo. Pasará pronto, lo prometo – musitó en un tono bajo antes de depositar besos por la zona alta de su espalda. De a poco la respiración de Harry se fue regularizando y cuando giró la cabeza sobre su almohada Louis pudo ver un destello verde en sus ojos.

- Demonios, esto es tan raro – jadeó el omega evidentemente abrumado por las sensaciones que estaba teniendo.

- Lo sé. Ya vas a acostumbrarte – dijo Louis apoyando su cabeza de costado en el hombro de Harry.

Este refunfuñó como respuesta antes de quedarse en silencio un buen rato. A Louis le dolía el cuerpo desde la punta de los pies hasta la cabeza. Se preguntó cómo haría para sobrevivir tres días sin dormir y teniendo sexo todo el tiempo. Le faltaba muchísima práctica, no había estado con un omega en celo desde el instituto y Harry nunca había estado con un alfa así que no era una buena combinación. Pero no le importaba si tenía que dejar que sus instintos se adueñasen de él para poder ayudar a Harry, no dejaría que nadie dijera que no podía satisfacer a su omega.

- Tengo que llamar a mi jefa. Podría despedirme – comentó de pronto el omega en un tono preocupado y Louis bufó al instante.

- No va a despedirte. Sabe que eres omega.

- Por eso mismo podría despedirme – la voz le tembló así que el alfa se incorporó un poco para poder mirarlo. Harry parecía tener miedo de verdad, tenía que dejar de compadecerse por su raza.

- Yo la llamo – determinó antes de tirarse sobre él, sin esperar respuesta porque no iba a aceptar que Harry se negase – Vamos a ir a desayunar ahora, no me importa si vuelves a perderte. ¿Tienes hambre?

- No, tengo sueño.

- Preferiría que comieras algo. ¿A qué hora cenaste ayer?

- No cené – respondió el omega en un tono más bajó y Louis apretó los párpados repentinamente irritado. No entendía por qué Harry comía tan poco. Con más razón ahora tendría que encargarse de que comiese bien durante el celo. Eso no va a ser fácil.

10:53 AM

Quinto nudo

- ¿Qué hacemos aquí? – preguntó Harry una vez que había logrado salir de su estado de sonambulismo.

Louis respiró finalmente aliviado dejando caer sus manos, que estaban en la espalda del omega, sobre el agua tibia. Aunque ahora estaba más bien fría. Seguramente ya había pasado media hora desde que había llenado la bañera. Creyó que era la forma más fácil para que el omega les permitiera bañarse pero... se había equivocado. De esa manera fue más sencillo para Harry subirse sobre él y montarlo.

- Estaba tratando de limpiarte. Pero no me has dejado, tienes el celo más fuerte que nunca he visto – dijo Louis ya rendido por eso, apoyando la cabeza contra el respaldo de la bañera.

Lo había exasperado toda la mañana no poder controlar a Harry pero ya estaba dándose por vencido. Sabía que la única forma de que acatara sus órdenes era usar su voz de alfa y prefería darle lo que quería antes que hacerle eso. No quería que Harry pensara que era una especie de monstruo.

- Lo... lo siento – murmuró Harry agachando la cabeza evidentemente avergonzado. Louis lo tomó del mentón y acarició sus labios con los suyos dulcemente.

- No me estoy quejando por eso – explicó después de separar su rostro del omega y éste sonrió levemente.

- Puedes vengarte cuando sea tu celo.

Louis torció el gesto, no estaba seguro de si quería hacerle pasar por esa experiencia al omega. Siempre había tenido miedo de lastimarlo. Por eso no había pasado su celo con él cuando había tenido la oportunidad. El temor que había percibido en Harry lo había hecho reaccionar y recordar que ya no satisfacía su celo con omegas.

- No quiero que me ayudes con mi celo – dijo finalmente con el rostro serio como cada vez que hablaba de algo importante. Harry entreabrió los labios por la sorpresa y Louis pudo ver decepción en sus ojos.

- ¿Por qué? – balbuceó dejando de tomar sus hombros para apoyarse en los costados de la bañera.

- Me pongo un poco... - hizo una pausa buscando la palabra correcta para lo que quería decir - Agresivo.

Harry esbozó una sonrisa cuando lo escuchó y sacudió la cabeza como si eso no fuera importante. Louis se incorporó un poco hacia adelante para mirarlo mejor.

- No. No entiendes – empezó a explicar de forma impaciente – No paso mi celo con un omega desde hace un año después de que le quebré la pierna a uno.

Vio al omega abriendo los ojos más de lo normal y su faringe moviéndose después de tragar saliva sonoramente. Ahora sí lo entiendes.

- ¿Có-cómo? – tartamudeó Harry después de que Louis no dijese nada más.

- No sé, nunca me lo dijo.

- ¿Y qué pasó?

- Le di el dinero que me pidió para que no me demandara – contestó Louis restándole importancia, ese episodio ya había quedado en el pasado para él.

- Habrías ganado el juicio de todos modos – dijo Harry evidentemente fastidiado por ello.

Él asintió, según el Código Civil un alfa en celo no era responsable por sus actos así que incluso si mataba a un omega no podría ser imputado por ello. Lo mismo sucedía con los omegas en celo, pero como no eran capaces de lastimar a un alfa había muy pocos casos así. Ahí se entrevía lo injusto que era el sistema. Pero Louis no pensaba eso. Él era muy adepto a las leyes que regían en su país.

- Ya trabaja en la alcaldía. No me convenía que llevase una acción contra mí porque mancharía mi imagen.

- ¿Y nunca te ayudaré con tu celo? – preguntó Harry de forma dubitativa, Louis se sorprendió de que no se alegrara por eso.

- ¿Tú quieres?

- No sé... si vamos a salir durante un tiempo me parece que sería lo más normal.

¿Un tiempo? ¿Toda tu vida es un tiempo? pensó Louis tomándose su tiempo para responder. También se preguntó desde cuándo Harry quería una relación normal. Normal habría sido que lo hubiese marcado ni bien empezó a trabajar para él.

- ¿Qué pasa? – preguntó el omega tratando de leerle el rostro pero Louis siguió metido en sus pensamientos.

- No sé. Lo tomaré en cuenta.

El nudo del alfa empezando a deshacerse los interrumpió cuando Harry iba a protestar probablemente por la expresión de su rostro. En cambio lo miró con preocupación.

- ¿Crees que tenga otra vez un descanso? – preguntó el omega antes de morderse el labio, claramente asustado.

Louis suspiró al tiempo que acariciaba la espalda del omega con sus manos mojadas. Si los cálculos no le fallaban Harry tendría otros minutos conscientes en el próximo nudo. Eso pasaría si era como los omegas normales que salían de su celo cada tres o cuatro nudos. Harry había estado unos veinte minutos fuera de su celo después de la tercera vez que había anudado en él. Lo cual había sido un gran alivio porque había tenido tiempo para darle algo de comer, tomarse varios cafés y desayunar él también. Otro descanso no le vendría mal ahora.

15:20 PM

Noveno nudo

Louis se tiró sobre el pecho del omega contento de que hubiesen vuelto a la cama. Nunca le había gustado tanto la pose del misionero. Estaba tan cansado que no podía disfrutar de la sensación de anudar dentro de Harry. Su omega no le dejaba respiro. El celo de Harry no tenía nada de regular, no había vuelto a estar en estado consciente desde la tercera vez que había anudado en él.

- Hum... Louis. Necesitas dormir – dijo Harry apoyando sus brazos en la espalda del alfa. Él negó sin levantar la cabeza porque quería aprovechar los nudos para relajarse un poco – Tengo que llamar a Cara. ¿Dónde está mi móvil?

- No sé, lo tiré al piso cuando sonó la primera vez – contestó Louis desinteresado en el tema, estaba más concentrado en no quedarse dormido. Escuchó a Harry resoplar fuertemente.

- ¿Y el tuyo? Le dije a Cara que iba a ir a visitarla, se va a preocupar si no la llamo.

- Lo dejé en la sala cuando hablé con Zayn – respondió Louis desde la misma posición en la que estaba, con un tono totalmente relajado – La llamaré más tarde.

- ¿Cómo está Zayn? – preguntó Harry en un tono más sombrío y Louis apoyó las manos en el colchón para levantarse porque se percató de que no iba a dejarlo descansar.

- Está bien - contestó una vez que se había impulsado hacia arriba - Pero tienen que operar a... su novio – escogió esa palabra para no tener que contarle toda la historia complicada que tenían esos dos. Se guardó para sí el hecho de que su amigo iba a ir a buscar dinero que le iba a prestar para pagar la operación porque tampoco quería hablar sobre ello.

- ¿Liam es su novio? – cuestionó el omega abriendo los ojos como platos. Louis frunció el ceño enseguida.

- ¿Cómo sabes que es Liam?

Louis tuvo la impresión de que no quería saber la respuesta cuando Harry desvió la mirada, inhibido por su tono fuerte de voz. No podía imaginarse por qué él sabía sobre la relación de su amigo porque ya no trabajaba en la alcaldía. A menos que Cara lo supiera y se lo hubiese dicho. Su expresión se relajó un poco cuando esa posibilidad cruzó por su cabeza.

- Porque... los vi en el prostíbulo.

- Repite eso – ordenó Louis tensando su mandíbula de inmediato por el temor de que Harry estuviese diciendo en serio que había estado en un prostíbulo. El omega no lo miró cuando siguió hablando.

- Acompañé a Cara anoche a ese lugar para... Bueno, para ayudar a Phoebe. Y ellos dos estaban ahí. Liam estaba muy herido así que supuse que es a quien tienen que operar.

Efectivamente, Liam es a quien tienen que operar pensó Louis tratando de encontrarle sentido alguno a todo lo que había dicho antes de eso el omega. ¿Por qué demonios se le había ocurrido ir a ayudar a una omega en celo a un prostíbulo? ¿Dónde estaba él cuando eso pasó que no había cuidado del suyo?

- ¿Louis?

- Estoy esperando a que me digas que es una broma – dijo el alfa concentrado en un punto lejano en la pared para que Harry no pudiera ver su rostro que probablemente ahora se veía sombrío.

- Hum... no, no es una broma – respondió el omega casi en un murmullo.

- Entonces ¿cómo diablos se te ocurre meterte en un prostíbulo para ayudar a una omega en celo? – gritó Louis volviendo a girar su cabeza hacia Harry. Este dejó caer los brazos de su espalda mientras que apretaba los labios.

- Oh si, porque tenía tanto tiempo para llamarte y preguntarte: "Ey, Louis. ¿Crees que sea una buena idea ayudar a mi mejor amiga a salvar al amor de su vida? ¿O debo quedarme aquí afuera de un burdel de donde salen miles de alfas asquerosos?"

- ¿E ir allí adentro era tu mejor opción? - chilló Louis sin entender el argumento del omega. Sintió su miembro volviendo a su tamaño normal a los segundos. Genial, lo que faltaba – No sabes lo que le hacen a los omegas en lugares como ese – dijo algo más calmado mientras salía de él. Harry se impulsó hacia atrás para sentarse contra el respaldo de la cama enseguida.

- ¡Claro que lo sé! ¡Lo vi!

- ¿Por qué no te fuiste entonces? – dijo el alfa sin poder bajar el tono de voz una vez que se sentó a su lado.

- Me fui en cuanto pude. Ya deja de gritarme, no pasó nada malo.

Louis se pasó una mano por el pelo tratando de contener la rabia que crecía en su interior. Se imaginaba las muchas cosas que podrían haberle sucedido a Harry en un prostíbulo y le daban ganas de matar a alguien. Si se hubiese adelantado su celo tan sólo unas horas sería él quien estaría desaparecido en vez de la secretaria de Malik. Y Louis no podría soportarlo. Tenía que volver a tenerlo vigilado todo el día si quería que Harry no le diese más sustos. Por dios, no se podía estar quieto un minuto.

El olor de las feromonas del omega entró por sus fosas nasales provocando que se olvidase de lo enfadado que estaba. Nada le importó ya. Nuevamente sólo podía pensar en follar a Harry otra vez.

15:54 PM

Duodécimo nudo

Louis estaba sentado con la espalda apoyada en el respaldo de la cama cuando el nudo comenzó a formarse mientras que el omega estaba a horcajadas sobre él. Harry aferró las manos a sus hombros y gimió tirando la cabeza hacia atrás. El alfa vio la vena yugular del omega latiendo contra su piel y se le hizo agua a la boca de pensar en lo fácil que sería morderlo en esos momentos. Carajo, su cuello lo atraía de sobremanera. Besó esa zona para controlar los deseos que tenía de marcarlo y no pudo evitar darle un pequeño mordisco. Luego otro, y otro más. Cuando quiso acordar se encontraba succionando la piel del omega para dejarle un chupetón.

- Imagino que ya no estás enojado conmigo – dijo Harry con un tono juguetón haciéndole saber que ya había salido momentáneamente de su estado de trance. Louis dejó que su piel se le escurriera de entre sus labios y levantó la cabeza.

- No. Pero quiero que me llames la próxima vez que suceda algo así.

El omega suspiró desviando la mirada durante unos segundos y cuando lo volvió a mirar Louis supo que había decidido tragarse su orgullo.

- Está bien – aceptó Harry antes de reposar su frente en la del alfa.

- ¿Cómo lo llevas?

- Hum... mejor – respondió el omega no muy convencido – Todavía duele.

Louis aferró sus manos al cuello de Harry para empujarlo hacia adelante y así poder besarlo. Porque no había nada más que pudiese hacer para sacarlo de su agonía además de intentar anudarlo una y otra vez lo más rápido posible. Harry entreabrió sus labios cuando sintió el contacto de su boca con la suya pero Louis dejó su lengua dentro su cavidad bucal. Un beso caliente no era lo que necesitaba para que bajase su nudo. Y precisaba que se deshinchara porque sabía que Zayn iba a llegar en cualquier momento. Como si lo hubiese llamado el sonido del timbre retumbó contra las paredes de la casa. Harry se separó de él y lo miró con preocupación, claramente pidiéndole una explicación de forma silenciosa.

- Es Zayn. Viene a recoger algo – aclaró el alfa enseguida – Voy a tener que encerrarte de nuevo – continuó, provocando que el omega rodara los ojos con frustración – Harías lo mismo si estuviese en celo y un omega tocase a la puerta.

- No. ¿Por qué? Lo dejaría contigo para que le rompieras la pierna a él – bromeó Harry con una sonrisa burlona. Louis se mordió el labio inferior durante un fugaz momento. No se le ha olvidado, eh.

- No voy a compartirte, Harry – decretó el alfa para dejar en claro eso más allá del chiste de Styles. Éste se puso serio y lo miró a los ojos con determinación.

- No quiero que lo hagas.

Louis inspiró profundamente mucho más relajado. Eso era lo que quería oír. Por fin estamos de acuerdo en algo pensó aliviado.

16:04 PM

El alfa abrió la puerta de entrada después de ponerse los pantalones que había usado en la mañana de vuelta y dejar a Harry encerrado en su habitación. No debía verse nada bien, estaba lleno de semen seco del omega por todos lados pero como tenía confianza con Zayn no le importaba que lo viese así.

Su amigo no se veía mucho mejor que él. Tenía los ojos hinchados por haber estado llorando durante horas, la misma ropa que traía la noche anterior ahora llena de sudor y un olor a perro mojado asqueroso. Louis pensó que podría pasar por un alfa muerto debido a su aroma que era una mezcla de desconsuelo con olor a hospital. Zayn estaba mal. Terrible, de hecho. Pero por alguna razón Louis no podía encontrar el motivo para compadecerse de él. Porque no podía entender cuál era la razón por la que amaba tanto al otro alfa.

Zayn se quedó perplejo cuando lo vio detrás del marco de la puerta. Por si no es obvio, mi omega entró en celo pensó Louis acomodándose el flequillo con una mano. Pero su misión falló en cuanto se percató de que estaba mojado y enmarañado.

- ¿Es un mal momento? – preguntó Malik entrecerrando los ojos mientras lo miraba. Louis alzó las cejas antes de moverse para dejarlo pasar. No, es el mejor momento... idiota.

Fue a buscar el dinero que tenía guardado en un modular de la sala mientras su amigo se adentraba en la casa. Lo oyó cerrar la puerta cuando se puso a contar los billetes que iba a darle.

- Sabes que sería más barato pagarle un seguro de salud. ¿No? – preguntó sin levantar la vista de los dólares. Si iban a tenerlo meses internado porque la operación no salía como esperaban Louis terminaría fundiéndose - ¿De qué lo van a operar?

- Le van a acomodar una de las costillas, el médico dijo que sería sencillo.

Y eso espero, porque sino vas a tener que pedirle dinero a alguien más pensó Louis mientras tomaba el fajo de billetes que había apartado para dárselo. Zayn lo tomó esbozando una sonrisa triste de agradecimiento y lo guardó en su bolsillo. Tomlinson sabía que nunca se lo devolvería si dejaba su puesto de tesorero pero estaba dispuesto a regalárselo de todos modos.

Un gemido agudo proveniente de arriba atravesó el aire provocando que los dos alfas se tensaran. Louis inspiró profundamente para sentir las feromonas de Harry por millonésima vez en el día y su miembro reaccionó al instante llenándose rápidamente. Pero no era el único que había reaccionado. Cuando miró a Zayn vio sus pupilas dilatándose y su boca entreabriéndose para mostrarle sus colmillos sobresalidos.

- ¿Tienes un omega en celo aquí adentro? – preguntó Malik clavado en su lugar pero manteniéndose en estado de alerta.

Louis le abrió camino a su alfa desde sus entrañas y le gruñó a Zayn con todas sus fuerzas para marcar territorio. Mi omega. Mío. Su amigo le devolvió el gruñido antes de echar a correr hacia las escaleras. Todo el cuerpo de Louis se tensionó al punto que creyó que podía estallar de ira. Corrió tras Zayn y lo interceptó antes de que pudiese poner un pie en el primer escalón, apretando su torso con sus brazos. Malik opuso resistencia empujando su agarre para zafarse de él así que Louis tuvo que ejercer más fuerza alrededor de su cuerpo. Zayn soltó un chillido de impotencia desesperado por alcanzar al omega en celo. Louis lo lanzó contra el piso mientras rugía ferozmente. Ya no quedaba nada de él, Louis había dejado de ser Louis. Ahora era sólo un alfa. Un alfa despiadado dispuesto a cualquier cosa con tal de proteger a su omega.

Cuando el cuerpo de Zayn impactó contra el suelo se agachó tomándolo de la garganta con una mano. Acercó su rostro al del otro alfa mostrándole los dientes de forma salvaje. Malik empezó a respirar entrecortadamente cuando Louis apretó la mano que tenía en su cuello bloqueándole la entrada del aire. Intentó apartarlo empujando su pecho pero provocó que Tomlinson ejerciera más presión sobre su garganta. Todo su rostro se enrojeció mientras trataba que algo de aire ingresara por su boca.

- Lo-Louis – balbuceó con un hilo de voz porque le faltaba oxígeno. Éste no dejó de hacer presión en su cuello mientras soltaba un gruñido como respuesta. Las pupilas de Malik había vuelto a su tamaño habitual pero eso no le importaba ya al alfa – So-soy Zayn.

Louis abrió más sus ojos tratando de descifrar que quería decir el alfa. No podía comunicarse con palabras habiendo dejado su racionalidad de lado. Pero sí sabía que algo le estaba diciendo. El olor de Zayn le indicaba que se había rendido, sólo quedaba temor en él así que lo soltó confiado de que no iba a volver a abalanzarse sobre las escaleras.

Zayn tomó una gran bocanada de aire cuando su cabeza chocó contra el piso debido a que Louis la había dejado caer. Y Louis no podía decirlo con precisión pero parecía que estaba sollozando. Frunció el ceño cuando vio las lágrimas caer por sus mejillas. Un alfa no lloraba. ¿Por qué lloraría un alfa? Zayn estaba herido. No sólo su cuerpo sino también su alma, o lo que fuese que hubiera dentro de él. El corazón de Louis comenzó a latir con fuerza cuando sintió una punzada en el pecho. Estaba preocupado por ese alfa y no podía recordar por qué. Oh mi dios, Zayn es mi amigo pensó cuando su razón volvió a predominar sobre sus instintos. Se alejó de él temeroso de que se le ocurriese intentar matarlo de nuevo.

Zayn se levantó en silencio cuando pudo regularizar su respiración y se dirigió a la puerta todavía muy compungido. Louis quedó de rodillas en el piso mirándolo atónito, tratando de esbozar algún modo de disculpa pero sin atreverse a decir nada. Él no era así, en su vida había dejado que su naturaleza lo manejara a tal punto de no saber a quién estaba atacando.

- Mañana hablamos – anunció Malik después de abrir la puerta de entrada sin girarse hacia él.

De todas formas Louis asintió, no podría decir nada en ese momento como estaba de atontado con las feromonas que lanzaba Harry. Ni tampoco podía dejar solo a su omega para implorarle perdón a su amigo.

- Lo entiendo – dijo Zayn tras girar su rostro hacia él durante un breve segundo y después salió de la casa cerrando la puerta detrás de él.

Claro que lo entendía. Zayn había intentado matarlo cientos de veces cuando compartían cuarto en la universidad. A él y a otro montón de alfas. Pero Louis no, cuando peleaba con alguien siempre era consciente de sus actos. Incluso cuando había intentado matar a Liam en su oficina sabía lo que estaba haciendo. No puedo preocuparme por esto ahora. Tengo un omega en celo que atender pensó levantándose para subir a la habitación de nuevo.

***

Thomas entró en el tercer piso de la alcaldía extremadamente nervioso. La única vez que había estado allí lo había pasado fatal porque había conocido al que probablemente era el omega de Louis. Él siempre supo que tenía un omega porque el alfa era demasiado frío con él y no quería que lo llamase cuando estaba en su celo. No era tonto pero siempre había abrigado la esperanza de que Louis lo quisiese. ¿Por qué? No lo sabía. Después de todo Tomlinson sólo había sido un cliente más como cualquier otro. Sin embargo no era parecido a los alfas que solía frecuentar, él nunca le dejaba marcas al día siguiente y lo trataba muy bien en la cama. Cuando le pedía que no lo anude le hacía caso y nunca se le había aparecido estando en celo en su casa. Quizás por eso Thomas veía en él un posible pretendiente. Probó de todas las formas posibles para que el secretario dejase de pagarle cada vez que tenían sexo pero no hubo caso. Por lo cual era evidente que tenía un omega.

Dolía, como siempre duele el amor no correspondido. Como si por el sólo hecho de no gustarle a Louis no se mereciese que nadie lo quisiera. Como si, no importara qué tantas veces le dijesen que era bello él no iba a creérselo. Pero sabía que tenía que salir adelante como fuese. Antes no tenía motivos para hacerlo pero ahora era diferente. Llevaba un bebé dentro de su vientre al que había decidido darle la oportunidad de vivir. El niño no tenía la culpa de los errores que había cometido en su vida. Thomas iba a luchar para que su hijo naciera sano. Por eso dejó de trabajar, tenía miedo de que algún alfa en celo dañara el feto por accidente. El problema era que se le agotaban sus ahorros y no tenía cómo pagar las consultas al médico. Buscar otro empleo no era una opción, nadie quería contratar a un omega embarazado sin alfa ni familia. Mucho menos iban a darle un préstamo en el banco sabiendo cuál era su profesión. Estaba al tanto de que iba a quedarse en la calle pronto, como muchos otros omegas abandonados por sus alfas. Lo que lo llevó hacia la última posible chance para sobrevivir: Louis Tomlinson.

Thomas deseó, dios sabe cuánto, que el secretario fuese el padre de su bebé. No porque creyera que con eso podría atarlo a él sino porque era el único amante fijo que había tenido ese año y sabía que tenía una muy buena posición económica para mantener a su hijo. Pero no... no había tenido esa suerte. Desde que el médico le había dicho que era imposible que los supresores fallaran sin estar ninguno de los dos en celo no guardaba esperanzas. Cuando había ido a la alcaldía a buscar al alfa hacía unos meses todavía no lo había consultado con su doctor, creía que había una posibilidad de que Louis fuese el padre del niño pero cuando se enteró de que no desistió de volver a ir a comunicárselo. Su bebé había sido concebido en su celo después de la última vez que había visto a Tomlinson según la fecha que le había dado el médico. Las probabilidades de que él fuese el padre eran de una en un millón. Quién sabe quién sería el alfa que lo había fecundado. Podrían ser tantos... su último celo lo había pasado en un bar. Bueno, lo empezó ahí porque lo terminó en el departamento de unos universitarios más jóvenes que él y el doble de imbéciles.

Recordaba algunos rostros de los que habían anudado en él: un tipo canoso pero muy atractivo; un niño precioso que debía tener unos quince años que no había parado de reír de los nervios durante todo lo que duró el nudo; un moreno de ojos verdes y manos enormes que le había pedido su número a lo que Thomas se negó enseguida porque no era una situación agradable para conocer a alguien; y el peor de todos era el universitario que lo había reclamado para él ante sus amigos cuando se lo llevaron a su apartamento. Se notaba a todas luces que era un ricachón inmaduro. Thomas odiaba a los chicos como él porque lo trataban como si fuera un objeto debido a que estaban acostumbrados a que les sirvieran todo en bandeja. Aunque este chico le había parecido un poco tierno de lo tonto que era. "Wow, tío. ¡Has aceptado mi nudo! Eso es genial. Eres lindo. Eres el rubio más lindo que he visto" recordó que le dijo la primera vez que había anudado en él. Rara vez aceptaba el nudo de un alfa, no sabía bien de qué dependía eso, quizás se había sentido relajado en los brazos del joven.

Thomas no sabía por qué estaba yendo a buscar a Louis de nuevo. Quizás era porque estaba desesperado. Sabía que no le iba a creer si le mentía sobre cuándo había concebido al niño, el alfa era inteligente y le pediría las fechas que le había dado el médico. Pero creía que tal vez si le pedía ayuda económica se la concedería por todos los favores sexuales que le había dado él. Sino podría rogar, llorar, prometerle más favores a cambio o lo que fuese con tal de que lo socorriese.

Cuando llegó al escritorio de su secretaria la vio atendiendo a una beta esbelta, con el cabello rubio por los hombros y vestida de manera más formal que las que trabajan allí así que supuso que no era otra empleada.

- Ya te he dicho que no. No importan tus estudios, el señor Tomlinson me ha dicho específicamente que no contrate a una beta – la escuchó decir a la secretaria del alfa. La beta se giró ofendida y se fue taconeando por el pasillo. Thomas no se asustó de lo borde que era la omega porque ya la había conocido la última vez que había estado allí - ¿Otra vez tú? Tomlinson no está, ve a ofrecer tus servicios a otra parte – le dijo mirándolo despectivamente.

El omega tragó un nudo que se había formado en su garganta rápidamente. La morocha era cruel. Quizás había tenido un mal día, o quién sabe. Pero no dejaba de dolerle como si le clavaran un puñal cada vez que lo trataban mal por ser acompañante de alfas.

- No vengo por eso – atinó a decir con la voz temblorosa mientras se acariciaba el pequeño bulto en su vientre. Tú mereces que yo sea fuerte le dijo mentalmente a su bebé - ¿Está... eh... contratando empleados? – preguntó con curiosidad mirando hacia el lugar por dónde se había ido la beta.

- Sí, se quedó sin asistente. ¿Estás interesado? – se burló la omega y segundos después soltó una carcajada.

Él frunció el ceño confundido, por lo que recordaba el asistente también era el omega de Louis. Nunca podría sacárselo de la cabeza. Styles. Un omega alto y bellísimo, de ojos verdes. Si hubiera sido un alfa definitivamente sería del estilo de Thomas. Espalda ancha, manos grandes, y carilindo entraba dentro de su tipo de chico. Por eso la envidia que le tenía era tan grande. Podía imaginar fácilmente lo mucho que le atraía a Louis.

Se le cruzó por la cabeza la posibilidad de que Styles no fuese el omega del alfa. ¿Entonces era un ex novio? ¿Por qué otra razón gritaría Louis su nombre cuando estaba excitado? Fantasea con él. No es un recuerdo pensó de repente después de atar algunos cabos.

La omega carraspeó sacándolo de su ensimismamiento así que recordó que tenía que contestarle algo.

- Quizás... - murmuró rascándose la nuca hasta que se dio cuenta de que estaba actuando como un débil otra vez. Una omega no podía inhibirlo tanto sólo por ser pedante así que la miró con decisión – Quiero decir, sí. Si le dices mi nombre puede que me tome en cuenta, me lo debe.

Ese no era su plan pero no era una mala idea después de todo. Quizás era la única opción para tener un empleo decente y si Louis no tenía omega podía guardar esperanzas de que se compadeciera de él y quisiese criar a su hijo.

- Claro. Dime tu nombre – pidió la chica esbozando una sonrisa simpática de pronto que desconcertó a Thomas.

- Thomas Sangster. ¿Por qué no quiere contratar betas? – preguntó con curiosidad mientras la omega anotaba en una agenda su nombre.

- Oh, no. Le da igual. Sólo le dije eso porque me cayó mal – respondió tras encogerse de hombros y lo miró – No me ha dado ninguna especificación. Sólo dijo "consíguele un reemplazo a Styles".

- Él... no es su omega. ¿Cierto?

- ¿Styles? – preguntó frunciendo el ceño y él asintió - ¿Me ves cara de adivina o qué? Sé que follan, de ahí a que sea su omega... No sé, si lo es me compadezco por Tomlinson. Es más insoportable que una mujer. ¿Qué sabes tú?

- Nada – se apresuró a negar sacudiendo la cabeza Thomas - ¿Louis va a regresar hoy o...?

- No – lo cortó la omega – Está con su omega en celo o él está en celo. No lo sé.

Thomas sintió un tirón en el pecho nuevamente cuando sus ilusiones se hicieron pedazitos gracia a lo que había dicho la secretaria. Efectivamente tenía un omega. Tal vez era uno más imperfecto que Styles y por eso lo engañaba con ellos y quién sabe con cuántos más.

- Bueno, gracias por la información – dijo algo mareado de repente, prefería irse pronto a su casa a descansar – Dile que vine cuando vuelva por favor. Adiós.

- Tú me caes bien. Felicidades por el embarazo – escuchó que le decía lo omega cuando había girado sobre sus talones para irse.

Se volteó hacia ella y la vio esbozando una sonrisa algo cínica. Joder, qué mala espina le daba esa mujer. Asintió como forma de agradecimiento y se fue por el pasillo que daba al ascensor para salir de allí. Él tenía un lema que decía siempre: no confíes en una omega.

***

¡Buenas! Un par de cositas:

- Lo de los momentos conscientes durante el celo creo que lo leí en algún fic. Y sino, me lo inventé. Si algo no se entiende sobre eso diganme así edito (: Yo no soy muy fan de los celos pero sentí que tenían que estar en el fic. Y si se acuerdan de los primeros capítulos Harry entraba en celo en la misma fecha que Phoebe. 

- ¡¡Aquí lo tienen a Thomas masoquistas!! 

- Gracias a MilagrosBianca linda, por nominarme en un concurso *_* ♥ Y de paso les pido si me pueden votar en él, dejo el link en los comentarios (: Si me votan subo un capítulo por día aaah re chanta era la mina JAJAJA No, se los agradecería mucho si les gusta el fic y lo pueden votar, nada más :) Mil gracias a las que ya me votaron ♥ *__*

- ¿Les gustó el capítulo? Creo que es la primera vez que están juntos y aparecen los pensamientos de Louis. Se me hizo muy raro y me salían todas cursilerías, no lo pude evitar xDD 

Comment