Capítulo 6: Un nuevo rival

 -¡POR FIN TE ENCONTRÉ ABUSADOR, ES HORA DE QUE TU REINADO DE TERROR ACABE AQUÍ Y AHORA!-  dijo una voz, alguien que se encontraba en el techo de la azotea


Será acaso, ¿mi príncipe?... pensó emocionada Nene, nunca antes había visto una entrada tan espectacular como esa


Fue ahí cuando el rostro del rubio se rebeló, y nos mostró a un chico con ojos azules, piel blanca, pelo rubio corto y desordenado y un gran arete rojo (tal vez de protección ¿?) en su oreja derecha


Sueños de Nene con su príncipe azul: destruidos


Volviendo al tema, el chico parecía muy confiado de sí mismo, tanto que se presento ante nuestra pareja


-Soy de la Academia Kanome de tercer año...¡Minamoto Kou!- exclamó lo final con una sonrisa y sus dedos en la barbilla. -¡Recuerda eso en tu camino a la dirección!-


Los dos chicos mayores tenían cara de poker por la intrusión del rubio ¿qué demonios con todo el drama, y el arete, cómo los había encontrado? De pronto, Nene se dió cuenta de un detalle muy especial.


-Oye Amane, ¿lo conoces?- preguntó mientras jalaba la manga del nombrado


-Mmm...si, solo es un mocoso de tercero de la academia, años pasados me consideró su sempai, pero creo que tiene rencores guardados contra mí o algo así?...- dijo un poco dudoso


-Jajaja supongo que me sigues recordando, bueno, no importa, este día totalmente te derrotaré- y de ahí el chico sacó una sombrilla (en la que ninguno de la pareja se fijó) y se puso en posición de combate. -El día de hoy de acaba tu reinado de terror- y se lanzó hacía Amane dandole un golpe de frente, sin embargo, Amane lo paró con una mano. -Suponía que ibas a hacer eso, ahora, ¡prepárate para esto!- y con la otra mano le propinó un buen golpe en el estómago.


Nuestro protagonista se revolvía de dolor en el suelo por semejante golpe que le dieron, y cuando el intruso se encontraba a segundos de dar el último golpe, la chica se interpuso en su camino.


-¡HEY QUE CREES QUE HACES idi...o...ta...!- dijo el rubio, al ver a la chica, confundida de verla ahí -¿y tú quien eres?- le preguntó


-Mi nombre es Yashiro Nene, me encuentro en primero de escuela media- le dijo mientras miraba al pobre chico con su ceño fruncido.


Ahora esto se volvía confuso, Kou no sabía que hacer ¿qué hacía una chica ahí? Según el recordara, Amane nunca se juntó con niñas, de hecho, nunca se juntó can alguien. Recordaba al chico caminar por los oscuros pasillos de la academia, sin rumbo ni compañía...de hecho, era más sociable el chico de pelo rosa de su salón, y eso que ni hablaba


-Etto...señorita...¿qué hace usted con un tipo como Yugi Amane?- le preguntó nervioso, pues la chica se veía tan tierna con su posición de defensa y se expresión tratando de mostrar enojo


-Amane-kun es mi amigo y no puedo permitir que lo lastimes como lo estás haciendo- Amane no sabía si debía sentirse feliz de que Yashiro le estaba protegiendo o triste por le llamó "amigo"


-Pero...¡señorita! usted está mal, ¿acaso no sabe todas las cosas que este abusador a hecho?- le dijo tratando de convencerla


-No me importa, eso tampoco te da derecho a lastimarlo así-


-Es momento de que abra los ojos, este chico es un completo abusador al igual que su hermano ge...- no pudo terminar puesto que recibió un golpe en las piernas, poniéndolo de rodillas.


-Supongo que mi secreto no puede guardarse por más tiempo, ¡es hora de terminar esto!- y así, pareciendo que le iba a pegar con la sombrilla que le había quitado hace unos momentos, soltó el arma y le dio un pellizco en la frente, desconcertando a ambos jóvenes


-¡Gané!- exclamó con su sonrisa juguetona


-¡O-Oy...!- no pudo terminar pues al final terminó recibiendo un fuerte golpe en el estómago, dejándolo con un gran dolor, mientras se abrazaba a sí mismo tratando de sentirse mejor.


-Si crees que me vencerías así entonces eres muy tonto...vámonos Yashiro- y así los dos se fueron dejando al rubio muriéndose en el piso


-Oye Amane.kun ¿está bien que lo dejemos así?- preguntó preocupada, si bien no eran conocidos, se apiadó del pobre chico


-Naaa, estará bien-


Caminaron juntos hasta el salón, tomaron sus asientos y platicaron hasta que el sensei llegó.


Mientras tanto, un pobre chico rubio caminaba con un tremendo dolor de estómago mientras que todos los que lo miraban por los pasillos se apiadaban de su pobre alma en desgracia :,,v


-¡Ya llegué! Necesito una pastillas para dolor de estómago porfa- gritó llegando a la enfermería anunciando su llegada. Aquel lugar era tan visitado por él que era como su segunda casa (como el Midoriya xd)


-¡No me jodas, ¿tú otra vez?! Ya me tienes harta maldito mocoso- se escuchó la voz de una mujer desde el fondo de la enfermería. El rubio caminó hacia la voz, hasta que pudo ver a la hermosa enfermera de la escuela, Yako-san


-Je, perdón Yako-san, pero ya estoy aquí- le dijo con una risa nerviosa mientras se sobaba su estómago


-Si, es la quinta vez en la semana...y apenas es martes maldita sea- dijo frustrada ¿por qué si odiaba tanto a los niños terminó trabajando en una escuela? ¡Ya lo recordaba!, por Misaki, el hombre de sus sueños, con quien nunca pudieron estar juntos.


-Bueno bueno....jejeje...tengo de dolor de estómago, ¿me puedo quedar hasta que terminen las clases?...- dijo mientras se acostaba en una de las camillas cerca de la enfermera


-Ugh como quieras, solo no me molestes- y con eso, comenzó a aplicarle pomada en la zona que tanto decía que le dolía al chico y le dio una pastillas para mitigar el dolor.


Poco a poco Kou se quedó dormido, la verdad, se había acostumbrado tanto a estar en la enfermería (casi todas las veces por Amane) que ahora se le hacía fácil pasar el rato ahí. Yako-san, a pesar de odiar a los niños y que siempre se veía tan gruñona, le agradaba la presencia del niño, ya lo consideraba como un hijo, obvio nunca la admitiría en voz alta.


Pasaron las horas hasta que tocaron el timbre para indicar que las clases ya habían terminado, Yako-san despertó levemente al rubio y le indicó que ya era hora de irse. Ya se había parado de la camilla, pare antes de irse de la enfermería, volteó por la ventana. Observó como la chica de antes y Amane salían juntos platicando y riendo, se les quedó viendo por un buen rato hasta que la enfermera le preguntó.


-¿Te gusta?- dijo directamente


-¿Eh?- dijo Kou, al parecer sin entender al mensaje hasta que lo comprendió -¡Oh! ¡¿qué?! ¡NO! Una, la acabo de conocer, dos, es amiga de mi enemigo, TOTALMENTE NO ME PUEDE GUSTAR- dijo con el típico drama de adolescente, sin embargo, nunca dejó de observarla


-Bueno, como quieras- dijo la mujer, sabiendo lo terco que un chico enamorado se podía poner.




Había pasado otro día, todo fue maravilloso con la compañía de Nene, todo era simplemente mejor cuando ella estaba ahí, sin embargo, algo no había encajado en sus planes. Aquel niño rubio había ido a buscarlo. La verdad, nunca lo consideró un mocoso, al contrario, siempre le cayó bien y siempre quiso ser su amigo, pero las circunstancias de aquel entonces en la academia no eran las idóneas para andar creando amistades.


Aaagh, no solo eso, en la salida, supo que el chico se había quedado lo que restó del día en la enfermería, lo supo bien por la mirada que sentía desde la ventana de aquel cuarto, pero lo que más le molestó era que esa mirada estaba dirigida a Nene. Nunca tuvo problemas con nadie, pero por ella...


Como sea, la acompañó a su casa como todos los días y se despidió de ella con una gran sonrisa. 


-¿Un nuevo rival, eh? Este año será interesante~-


Dijo para sí, mientras paseaba solo por las calles de la ciudad.












Debo decir que este capítulo fue un asco, ok no ;vv Pero la verdad no me gustó, escriban si lo corrijo o si les gustaría que algo especial pasara en el próximo capítulo. TAMBIÉN, sé que tardo mucho en actualizar :> perooooo, es porque estoy escribiendo otra historia (por cierto es yaoi) aunque también pienso escribir otra de Amanene, sin más que decir


¡Hasta la próxima mokkes!

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