En la penumbra del recuerdo,
todavía guardo el beso que no te di,
y sigo buscando el sueño que me has robado.

En los rincones de mi alma,
todavía te pienso, todavía te sueño,
mientras el eco de tu ausencia resuena en mis suspiros.

Aún en la distancia, en la quietud de la noche,
todavía te extraño,
como una melodía que se repite una y otra vez en mi mente.

En cada estrella que brilla en el firmamento,
busco tu rostro entre destellos de añoranza,
esperando algún día encontrarte en el abrazo del tiempo.

Pero hasta entonces, en este eterno anhelo,
seguiré guardando el beso que no te di,
y buscando el sueño que me has robado.