te necesito


Sábado, 17 de agosto de 2019, 23:45


Tal vez, sólo tal vez, si Jimin no hubiese insistido en perseguirte, tal vez entonces no estarían viviendo la escena que ahora mismo les destrozaba.

Jimin no debió aferrarse, pero lo hizo, y por ende ahora tú te encontrabas escondido tras un bote enorme de basura, amenazando que si se le ocurría acercarse a ti, harías una estupidez que no le gustaría.

-Yoongi hyung... -murmura, volviendo a dar un paso.

-Joder, Jimin, ¿no lo entiendes? -espetas, dejando escuchar un poco tu voz partida-. Esto no se trata de tu paz, necesito la mía. Vete.

-Quiero ayudarte a tener paz...

-Así no lo haces -te encontrabas sentado en el piso y abrazando tus rodillas-. Dios, cae... desmoronándose... cayéndose totalmente.

-¿Qué cosa?

-¡Todo! -Jimin dio un brinco en su lugar.

Tú jamás levantabas la voz, nunca Jimin te vio hacerlo. Y ahí fue cuando se preguntó qué tan mal estabas.

¿Estaba siendo egoísta?

-Hey...

-Debido a ti, estoy destruyéndome -él escucha el apenas audible y doloroso susurro que su mayor soltó, y Jimin hace una mueca de tristeza-. Quiero parar, no quiero sufrir... Ya no te quiero.

-Estás mintiendo -te acusa, con su voz más firme que en cualquier situación.

-Y no quiero hacerlo -pasas la palma de tus manos por tu rostro, totalmente cansado emocionalmente-. Esto apesta.

-Yoongi -habló, aguardando unos segundos para ver si le ibas dejar hablar o no. Te quedaste en silencio-. Todo fue para tu bien, realmente yo-

-Por favor, no me des más excusas -lo interrumpes-. Las he escuchado todas -te pusiste de pie, decidido a encarar al menor. Caminaste lentamente, hasta estar frente a él. Hicieron una lucha de miradas eterna, pero ninguna pudo leer el sentimiento de la ajena-. "Si no lo hacía, te engancharías más", "si no lo hacía, entonces estarías más herido" -hablaste con voz monótona, sin dejar paso a la duda o el sufrimiento que sentías.

-Es la verdad -él te dijo, y tú sólo te reíste de eso.

-No me puedes hacer esto -le miraste a los ojos, ahora podías notar que Jimin comenzaba a mirarte con lastima. Te indignaste-. Todas las cosas que dices son como un disfraz, y no quiero que me mires con esa pena tan descarada -te acercaste un poco y Jimin dio un paso hacia atrás-. Irte con otra persona por dos años, dejándome solo en nuestro tercer aniversario... ¿En serio hay excusas? Siento... que escondes la verdad, me dices que me quieres, sé que es mentira... y me lastima.

-No es mentira -Jimin se veía tan decidido como tú, pero tu corazón dañado era más poderoso.

-Es un dolor -le ignoras, como lo has hecho las últimas semanas en que él trataba de explicarse- profundo, me atraviesa y me vuelve loco, odio esto. Me gustaría... que lo sintieras. Llévatelo todo, te odio.

-¡Mentira!

Aquel grito hizo que te exaltaras, pero de forma negativa. Tanto que lo tomaste de su camiseta y lo estampaste contra la pared. Lo único que querías que él supiera era lo mucho que aquello te había dañado, que viera... el hecho de que él creó a alguien tan frío.

-Joder, ¿crees que no lo sé? -le preguntas en voz baja, solamente porque aborreces gritar-. Te lloré todo este tiempo, te grité y te busqué, y aun cuando sentía como tú eras la razón de mis días grises, quisiera odiarte... pero eres tú, y eres mi todo.

-Hyu-Hyung...

Jimin jadeó, parecía como si le faltara el aire. Te diste cuenta hasta que tosió, y lo soltaste.

-Por favor, vete de aquí -le pides con calma-. Lo siento por eso. Te amo, no, te odio -ahora dejabas ver tu confusión, miras al piso con detenimiento-. Perdóname.

Pero Jimin no estaba dispuesto a dejarte ir, no estaba dispuesto a volver a cometer el mismo error.

-Te conozco, Min Yoongi -te dice, sonando tan firme pero a la vez como si aquella firmeza dependiera de un hilo-. Eres dependiente, y te estabas haciendo dependiente de mí, yo no quería eso. Quería que dependieras de ti mismo, pero comenzaste a aferrarte tanto a mí...

-¿Y lo mejor fue conseguirte a otro? -tus ojos ahora irradiaban algo desconocido, que ni Jimin supo qué era-. ¿Lo mejor fue destrozarme de esta forma? -te acercaste nuevamente, casi juntando sus frentes-. Sí, te necesito chico, pero... ¿No te has puesto a pensar que las personas necesitan una razón de vivir? No siempre es una dependencia enfermiza, contigo tuve mi felicidad y fuiste mi razón para estar de pie. Sin embargo y como siempre, ¿por qué solo yo estoy enamorado?

-Hey.

-Park Jimin, ¿por qué sólo yo estoy lastimado?

-¡Hey!

-¡¿Por qué te necesito de nuevo si sé que saldré lastimado?! -no querías gritarle, pero él te levantó la voz y también aborrecías que lo hicieran, por lo que el rugido fue totalmente apropósito. Ambos tenían las respiraciones a mil por segundo, debido a la cercanía y la tensión del momento. Tú acercaste tu pálida mano a su rostro, acariciando uno de sus mejillas con tu dedo índice, quedando embelesado con la suavidad que tanto recordabas-. Eres hermoso, pero conmigo eres tan frío...

-Hyung... -él te tomó de tu cintura, apretando entre sus puños la tela de tu camiseta. No podías moverte porque él te tenía totalmente aferrado a sí.

-Mi ser da vueltas y vueltas entre lo que debo y anhelo... ¿Por qué sigo regresando a ti? -con tus dedos atrapas el lóbulo del menor, jugando un poco con él como amabas hacerlo-. Solamente me hundo, voy hacia abajo y abajo, a este punto sólo soy un tonto.

-No...

-Intenté de todo para olvidarte, pero no puedo evitarlo. Es mi corazón, yo... siento que ya no lo controlo.

-No lo controles, hyung -te ruega despacio, totalmente sincero.

Notas esa sinceridad, y la duda llega a ti de nuevo.

-Los veo a los dos muy felices -murmuras, ahora tomando su cuello y dejando ahí múltiples caricias con la yema de tus dedos. Jimin no podía evitar estremecerse-. Les he dicho que cuando esté yo frente a ustedes, no sean así... ¿Por qué no me escuchan? Los veo juntos y me rompo más.

-Somos amigos ahora, hyung...

-Estoy hablando solo, de nuevo...

-Lo juro... -la voz de Park comienza a cortarse.

-No dices nada, pero por favor, debes saber que yo te trataré bien -haces una mueca triste-. Yo te trataría como el príncipe que eres...

-Lo sé, hyung -Jimin te junta a él, sus pechos unidos-. Siempre me tratas bien.

-¿Lo hice? -preguntas, mirándole a los ojos. Él asiente repetidas veces y tú sonríes-. Vaya... el cielo es azul de nuevo. El cielo es tan azul, el sol es tan brillante, así que puedes ver mis lágrimas -Jimin se sintió un tanto confundido, pero no le diste espacio para resolver sus dudas-. Si yo te trataba bien... ¿Por qué irse?

-Hice mal, hyung, hice mal...

-¿Porque tú? ¿Por qué tuviste que ser tú? -tus ojos comenzaron a cristalizarse otra vez, y por ende Jimin se sintió más miserable-. Entre todas las personas que me pueden herir... ¿Por qué no puedo dejarte ir?

-Hyung, ya no soporto verte así.

-Chico, sólo dime que quieres terminar, solo dime que lo nuestro no fue amor, porque yo no tengo valentía para decir eso.

-¡Fue amor!

-Por favor, dame el último regalo, ese último. Así nunca podré volver a ti -murmuras, dejando que la depresión te hunda más y más, quitando cualquier brillo que en tus ojos quedaban.

-Hyung... ¿Eso es lo que quieres?

-Quiero... descansar en paz.

Los dedos de Jimin picaban, igual que sus ojos y su cabeza dolía. ¿Tú? Tú no sentías nada.

-No... No fue amor, Yoongi hyung.

Y sonreíste, sin gracia, sin vida. Con ambas manos tomaste el cuello de Jimin, acercándolo a ti y dejando un casto beso en sus labios mientras algunas lágrimas viajaban por tus mejillas.

Jimin pudo sentir la calidez de tu beso, pudo sentirse como lo último de él mismo se destrozaba al separarse y ver como tu figura se desvanecía, hasta convertirse en nada. Hasta observar como su mayor miedo se hacía realidad.

Las personas necesitan razones para vivir...

Y más las personas como Min Yoongi, seres que se enlazan a los humanos para enamorarse y existir en este mundo, sin amor no hay vida para ellos. Jimin aprendió algo nuevo.













;;✗;;

tan tan


Comment