La espera del hombre al que he amado toda mi vida estaba a punto de terminar

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Ya ha pasado un año de su partida de redención para expiar sus pecados. Durante este tiempo me he estado encargando de ayudar en el hospital, seguir con mi entrenamiento como ninja médico y continuar con misiones; aunque ya no tan peligrosas como lo eran antes, puesto que desde el fin de la cuarta guerra mundial shinobi todo ha estado muy pacífico y tranquilo tanto para Konoha como para el resto de naciones.

Es preferible mantener mi mente ocupada para así no sentir el vacío que dejo él al irse.

Me siento tan contenta por mis compañeros y amigos, todos están comenzando a vivir la experiencia de tener a alguien a su lado apoyándolos y sintiéndose amados. En especial cuando la boda de Naruto y Hinata había ya transcurrido hace más de un mes.

Todos se veían tan felices con sus parejas, aunque debo decir que yo también lo estaba, porque la felicidad de mis amigos también es la mía; pero hubo algo que me hizo sentir mucho más animada y es que el halcón de él llego con una nota de "Felicitaciones" para los recién casados, sé de alguna manera que pensó en mi para entregársela exclusivamente a ellos.

En fin, mientras tenga que esperarlo seguiré entrenando y trabajando duro para ser digna de acompañarlo en su próximo viaje como me lo prometió. 

Cerró su diario dejando escrito sus pensamientos y sentimientos más sinceros, Sakura; había estado haciendo investigaciones sobre métodos medicinales como antídotos, entre otros; se encontraba en casa muy cansada puesto que esas investigaciones le demandaban mucho tiempo, pero aun así siempre se dedicaba a escribir algunas notas en su diario como parte de su rutina nocturna antes de descansar. No podía más, se recostó en su almohada y quedo dormida al instante.

Ya había amanecido y necesitaba ir de inmediato a la oficina del hokage. Su sensei le encomendaba misiones de rango B para que no demande tanto tiempo y pueda proseguir con sus trabajos como ninja médico, ya que ella era la mejor calificada para trabajos rigurosos en el hospital.

Haber sido la pupila de Tsunade Senju la hacia la candidata perfecta para llevar a cargo el hospital de Konoha, después de Shizune.

-¡Llegue en cuanto pude sexto! – Abre de un portazo la oficina de Kakashi.

A su lado se encuentra Shikamaru, él era su mano derecha en la oficina y en el resto de oficios que demandaba ser hokage.

-Oh Sakura, que bueno que hayas podido llegar a tiempo. Tengo una misión para ti y para Yamanaka Ino – dice Kakashi sonriente, aunque su cara demuestre sus ojeras por el cansancio y la falta de sueño que no tenia de hace tres días.

-¿Sexto me mando a llamar?- entra a la oficina una rubia alta de cabello largo.

-Si Ino, por favor acércate – dice Kakashi

Ino se acerca al escritorio y saluda a Sakura y a Shikamaru muy animadamente

-Qué bueno es volver a verlos chicos-dice Ino, alegre

-Tengo una misión para ustedes dos jovencitas. Sé que están muy ocupadas con sus entrenamientos e investigaciones pero esta misión es sencilla, ustedes son mis mejores ninjas médicos que tengo y sé que lo harán muy rápido.

-Díganos de que se trata Kakashi sensei- responde Sakura

-La aldea de la arena tiene un biohuerto en donde se están cultivando unas plantas medicinales muy raras y pidieron ayuda de Konoha para preparar antídotos contra envenenamientos severos los cuales alguien ha estado atacando a guardias de la arena para robar pergaminos con secretos de extrema seguridad.

-¿Kakashi sensei también quiere que investiguemos sobre quienes están envenenando a los guardias que custodian dichos pergaminos? –pregunta Ino un poco confundida

-No claro que no. El Kazekage se está encargando de eso. Ustedes solo irán a brindar su ayuda con respecto a esas plantas medicinales- dice el sexto Hokage

-Bien, entonces nos alistaremos para partir de inmediato a la arena- responde Sakura.

-Muy bien, mucha suerte y cuidado – Kakashi hace énfasis en la palabra cuidado.

Se encontraban dos viejas amigas en las puertas de Konoha, listas, para ir rumbo hacia el país del viento.

-Nos veremos pronto – les dice Sakura a los guardias de las puertas de Konoha, alzando su mano en modo de despedida.

-¡Muy bien vámonos!–aclama Ino muy entusiasmada.